Brasil, la mayor economía de América Latina y la undécima mundial, es hogar de más de 200 millones de personas y se ha comprometido a reducir sus emisiones en un 50% para 2030. El país, que cuenta con vastos recursos naturales y una creciente infraestructura de energías renovables, está apuntando ahora a sectores difíciles de reducir, como el del acero, el aluminio y la aviación.
El camino de Brasil hacia una producción industrial de emisiones bajas o de equilibrio neto cero ya está marcado por notables avances y el potencial de un impacto mundial significativo. Por ello, la forma en que gestione la próxima descarbonización de sectores difíciles de eliminar podría convertirlo en un ejemplo mundial de buenas prácticas en la industria verde.
Para leer más ingrese a: