Las grandes reservas de petróleo y gas de Oriente Medio han dado lugar a unos precios nacionales de la energía especialmente bajos y ofrecen pocos incentivos para la transición a alternativas con bajas emisiones de carbono.
En la actualidad, el mix energético de la región se compone en un 97% de hidrocarburos, y se prevé que el porcentaje de energías renovables crezca hasta sólo el 15% en 2050, según el caso base de Wood Mackenzie. Sin embargo, los ambiciosos objetivos regionales y mundiales en materia de clima y energías renovables representan una oportunidad para las empresas de Oriente Medio. La descarbonización de su cartera de exportación de energía podría ayudar a la región a alcanzar sus propias promesas de cero emisiones netas a mediados de siglo.
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