Un grupo de ex empleados y trabajadores anónimos de OpenAI han publicado una carta para advertir de cómo la empresa prioriza los incentivos comerciales por encima de los peligros de desarrollar sistemas de IA cada vez más avanzados. Los firmantes lamentan la cultura interna de secretismo y de cómo la empresa les obliga a firmar contratos donde no pueden criticar a OpenAI tras su salida si no quieren perder su dinero.
En la carta, firmada por cinco ex empleados y seis trabajadores “anónimos” de OpenAI, piden que la empresa retire esos contratos y que abra vías de denuncia interna ante avances peligrosos. “Mi esposa y yo lo pensamos mucho y decidimos que mi libertad para expresarme en el futuro era más importante que las acciones [de OpenAI]”, escribió en X [antes Twitter] Daniel Kokotajlo, que salió en abril de su cargo en el departamento de Gobernanza de OpenAI, y que dijo al New York Times que el valor de sus acciones rondaba los 1,6 millones de euros.