La economía de Belice, dependiente del turismo, se vio duramente afectada por la pandemia de COVID-19, lo que situó la importancia de la diversificación y la resiliencia en el primer plano de los debates. Para crear una economía sostenible, resistente y generadora de empleo, el país se está preparando para una transición hacia las energías renovables. Para hacer frente a este reto, el Banco Interamericano de Desarrollo y el gobierno de Belice están trabajando juntos para modernizar la educación y formación técnica y profesional (EFTP) con el fin de dotar a los beliceños de las competencias que exige una economía verde. Al aprovechar el potencial de la EFTP para colmar la brecha de cualificaciones y satisfacer la demanda del mercado, el cambiante panorama de la formación en Belice no sólo está creando oportunidades de empleo, sino también sentando las bases para un futuro sostenible y próspero. El esfuerzo comienza con el objetivo nacional de generar el 85% de su electricidad a partir de fuentes renovables para 2030. Cuando la mano de obra de un país responde eficientemente a las necesidades de capital humano de las empresas y la economía, se impulsa la productividad laboral; esto, a su vez, impulsa el crecimiento económico. Las personas con las competencias adecuadas tienen más posibilidades de acceder a empleos de alta calidad, obtener mayores ingresos y experimentar un bienestar general. En este contexto, un sistema de educación y formación técnica y profesional (EFTP) eficiente, que proporcione un acceso equitativo a competencias pertinentes y de calidad, es la clave para lograr un crecimiento económico sostenible, mayores oportunidades económicas y un aumento de la productividad, al tiempo que apoya una transformación económica sostenible y equitativa. La EFTP en América Latina y el Caribe no está bien alineada con las necesidades del mercado laboral. Esto contribuye a una brecha de competencias persistente que es la más amplia del mundo. La región se caracteriza por sistemas tradicionales de EFTP que se centran en la formación en competencias básicas para empleos mal remunerados; las competencias que se desarrollan se deciden de forma aislada del sector privado y son insuficientes para seguir el ritmo de las realidades cambiantes y alinearse con la futura dirección de la economía. Aprovechar el potencial de la EFTP para el crecimiento económico exigiría transformar los sistemas tradicionales para satisfacer las necesidades de un panorama económico cambiante, impartiendo una formación que se ajuste a la demanda del mercado laboral. La convergencia de la Cuarta Revolución Industrial y la acuciante necesidad de una transición económica ecológica subrayan el imperativo de reformar los fundamentos de la educación y formación técnica y profesional, incluyendo la pedagogía de la enseñanza, los planes de estudio y el desarrollo de competencias. Las nuevas tecnologías están transformando la forma en que las personas aprenden, trabajan e interactúan. Este proceso está generando puestos de trabajo, alterando la naturaleza y la complejidad de las tareas laborales y cambiando la forma en que las personas se comunican y aprenden. Al mismo tiempo, el éxito de la transición ecológica depende de la capacidad de la mano de obra para adquirir las competencias necesarias para los nuevos empleos y para desempeñar los empleos tradicionales de forma más ecológica. Es necesario un enfoque sectorial para reestructurar la EFTP.
Este enfoque será necesario para hacer que la EFTP sea más pertinente, garantizar la estrecha participación del sector privado en el diseño y la ejecución de los programas, y seguir el ritmo de la cambiante economía mundial aprovechando las oportunidades que presenta el cambiante panorama tecnológico y de competencias. El BID está trabajando mano a mano con el sector privado y demostrando que las iniciativas pueden ampliarse para aumentar la transformación del sistema. Este proyecto es una de las 25 iniciativas financiadas por el Fondo para la EFTP y es un ejemplo de cómo la transformación de la EFTP no es un deseo elusivo, sino una realidad concreta, evidente y escalable. A través de estos esfuerzos colectivos, se forja un futuro mejor para las personas y las economías de toda la región, aprovechando la energía de las competencias para el trabajo para mejorar la vida y construir un mañana más próspero, sostenible y equitativo. , limitando gravemente tanto los ingresos como el consumo. Mientras tanto, el cambio climático, las catástrofes naturales, las presiones externas del mercado y el rápido cambio tecnológico han contribuido al lento crecimiento económico de Belice, al estancamiento de la renta per cápita y al aumento de los índices de pobreza. Son necesarias una transformación y una diversificación económicas significativas. Como pequeño Estado insular en desarrollo, Belice depende en gran medida de socios globales para el comercio, el turismo y la financiación. Debido a su tamaño, Belice no puede capitalizar las economías de escala y está sujeto a unos costos desproporcionadamente altos de infraestructuras y servicios. Su dependencia de un reducido abanico de actividades económicas, como la agricultura, el turismo y la pesca, aumenta su vulnerabilidad a los choques y las influencias externas. Aunque la pequeña población de Belice y su extensa cobertura de bosques tropicales lo convierten en un sumidero neto de carbono, experimenta efectos desproporcionados del cambio climático. Las energías renovables son el punto de partida. Belice tiene el objetivo de generar el 85% de su electricidad a partir de fuentes renovables para 2030. Sin embargo, como se ha señalado, actualmente es un importador neto de electricidad, y sus emisiones de GEI han aumentado en los últimos 20 años. Esta situación hace que Belice sea vulnerable a los precios externos de la electricidad y los combustibles fósiles, así como a las fluctuaciones y la volatilidad del mercado. Una transición hacia las energías renovables apoya la creación de empresas y la generación de empleo sostenibles y a largo plazo, proporciona energía segura y asequible y reduce las emisiones de GEI, contribuyendo en última instancia a mitigar el cambio climático. Las oportunidades para el despliegue de energías renovables en Belice están creciendo con la caída del costo de las energías renovables y el alto potencial de tecnologías como la energía solar en el contexto de Belice. Se prevé que el costo de la energía solar y eólica disminuya en un 25 % y un 30 %, respectivamente, en los próximos 15 años. La inversión en energías renovables ofrece una oportunidad para impulsar la seguridad energética en medio del rápido crecimiento de la demanda de energía y la interrupción periódica del suministro energético procedente de México durante los periodos punta.
El informe se centra en la necesidad de desarrollar una fuerza laboral capacitada para abordar la transición hacia prácticas más sostenibles y amigables con el medio ambiente en Belice. El énfasis del informe recae en el panorama cambiante de la educación técnica y vocacional en el país, reconociendo la importancia crítica de adaptar los programas educativos para satisfacer las demandas emergentes de una economía más verde. El informe destaca la urgencia de alinear los programas de educación técnica y vocacional con las habilidades necesarias para la transición hacia prácticas sostenibles. Se subraya la importancia de incorporar competencias relacionadas con energías renovables, eficiencia energética y tecnologías verdes en los planes de estudio. Además, se resalta la necesidad de colaboración entre instituciones educativas, el sector privado y el gobierno para garantizar que la formación ofrecida esté alineada con las demandas del mercado laboral emergente. El informe también aborda la necesidad de inversiones significativas en infraestructuras educativas y en la formación continua de los educadores para asegurar la calidad de la enseñanza en estos nuevos campos. Se destaca la importancia de la actualización constante de los planes de estudio para reflejar los avances tecnológicos y las cambiantes necesidades de la industria verde. Asimismo, se examinan los desafíos específicos que enfrenta Belice en este proceso de transformación, como la falta de recursos financieros y la necesidad de superar barreras culturales y sociales para fomentar la adopción de carreras relacionadas con la sostenibilidad. El informe propone estrategias específicas para abordar estos desafíos, incluyendo incentivos fiscales, programas de becas y campañas de concientización. En resumen, el informe destaca la importancia de adaptar la educación técnica y vocacional en Belice para preparar a la fuerza laboral frente a los desafíos y oportunidades asociados con la transición hacia prácticas más sostenibles. Proporciona un marco integral que aborda aspectos como la actualización de programas educativos, la inversión en infraestructuras y la colaboración entre diferentes partes interesadas como elementos clave para lograr una transición exitosa hacia una economía más verde en el país.
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