A finales de octubre de 2023, los científicos advirtieron de que, en tan solo cinco o seis años, la humanidad superaría el presupuesto de carbono restante necesario para tener una oportunidad equitativa de mantener el calentamiento en 1,5 °C. Sin embargo, a pesar de las repetidas advertencias y del compromiso de 195 naciones en París en 2015 para revertir esta catástrofe climática en desarrollo, las emisiones de gases de efecto invernadero siguen aumentando, no disminuyendo. La descarbonización de la economía mundial es el reto principal y más crítico. Pero le pisa los talones una prioridad igualmente acuciante: acelerar el ritmo al que se elimina el exceso de dióxido de carbono de la atmósfera. Incluso si todos los países y empresas alcanzan el objetivo de cero emisiones netas en 2050, no será suficiente. Será necesario que se siga eliminando CO2 durante décadas, para invertir la acumulación de emisiones históricas, equilibrar las emisiones más difíciles de reducir y proteger a la Tierra de los ciclos de retroalimentación de un mundo más cálido. La magnitud del reto es, a falta de una palabra mejor, alucinante. Hasta 687.000 millones de toneladas de CO2 tendrán que ser eliminadas de aquí a finales de siglo, y para 2050 se necesitarán unos 10.000 millones de toneladas al año. En la actualidad ya se están eliminando unos 2.000 millones de toneladas de CO2 al año mediante soluciones climáticas naturales, como la forestación. Pero no se puede confiar únicamente en que los árboles, los suelos y los océanos hagan el trabajo sucio por todos, sobre todo porque los incendios forestales y la degradación corren el riesgo de liberar el carbono capturado por la naturaleza. Se necesitan urgentemente nuevas soluciones, tecnologías que puedan tener un impacto adicional, permanente y cuantificable a la velocidad y escala necesarias para marcar la diferencia. Este libro blanco examina el prometedor potencial de varias de estas tecnologías «de ingeniería» de eliminación de dióxido de carbono (CDR), como el biocarbón, la bioenergía con captura y almacenamiento de carbono (BECCS), la captura directa en el aire con almacenamiento de carbono (DACCS) y la meteorización mejorada de rocas (ERW). Cada solución aspira a superar el alto listón de la Coalición de Primeros Avanzadores (FMC) del Foro Económico Mundial: demostrar que puede capturar y almacenar carbono a escala y con gran durabilidad. La FMC aprovecha el poder adquisitivo colectivo de las empresas para enviar una clara señal de demanda para ampliar las tecnologías emergentes de descarbonización que son fundamentales para la transición neta a cero. Al estimular una demanda suficiente, la FMC pretende ayudar a acelerar la comercialización de estas tecnologías y, en última instancia, reducir su costo. Es necesario que más líderes empresariales como estos den un paso al frente ahora mismo y demuestren la demanda a los pioneros de la RCD de ingeniería, para que puedan obtener la confianza y las líneas de crédito necesarias para invertir en estas tecnologías que pueden salvar vidas. Este documento recoge su experiencia y hace un llamamiento a todas las empresas para que realicen compras anticipadas de RCD de ingeniería como parte de su estrategia climática más amplia. En 2022, las emisiones mundiales superaron en 2.000 millones de toneladas a las de 2015, lo que supone un aumento del 5%. Sin embargo, para alcanzar los objetivos climáticos de París es necesario reducir las emisiones entre un 40% y un 60% de aquí a 2030. Descarbonizar el 90% de la economía mundial es la prioridad según la iniciativa Objetivos Científicos. El 10% restante tendrá que proceder de «emisiones negativas»: capturar CO2 de la atmósfera y almacenarlo permanentemente, lo que se conoce como eliminación de dióxido de carbono (RCD).
La RCD es necesaria por tres razones 1) para compensar ese último 10% de emisiones «difíciles de disminuir»; 2) para reducir las propias emisiones de la Tierra procedentes de circuitos de retroalimentación naturales exacerbados por el calentamiento global (por ejemplo, incendios forestales); y 3) para invertir la acumulación de emisiones históricas. Para 2050, las emisiones mundiales deben alcanzar el cero neto, lo que significa eliminar hasta 10.000 millones de toneladas (o «gigatoneladas», Gt) de CO2 de la atmósfera cada año. A lo largo de la segunda mitad del siglo, las emisiones mundiales tienen que seguir siendo negativas netas (cuando se elimina más CO2 del que se emite). Este informe se dirige a los profesionales de la sostenibilidad. Defiende las soluciones de ingeniería para la RCD y presenta directrices para entrar en el incipiente mercado de la eliminación. Para eliminar 10 Gt de CO2 al año de aquí a 2050 es necesario aumentar todas las soluciones, ya sean artificiales o naturales. El éxito depende de la integridad (lograr un impacto adicional, permanente y cuantificable) y la escalabilidad (la rapidez suficiente para marcar la diferencia). El año pasado, las emisiones totales estimadas fueron de casi 2.000 millones de toneladas más que en 2015, lo que supone un aumento de aproximadamente el 5%. Según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de las Naciones Unidas (ONU), alcanzar el objetivo previsto en el Acuerdo de París requerirá una disminución de las emisiones antropogénicas netas mundiales de CO2 del 40-60% para 2030 (en comparación con 2010), en camino hacia el cero neto para 2050.6 Alcanzar este objetivo para 2030 significa reducir las emisiones en el equivalente a un descenso del 7% cada año. Descarbonizar la forma en que la humanidad vive, viaja, fabrica cosas y las consume es la máxima prioridad. Según la iniciativa Science Based Targets (SBTi), las empresas deben reducir las emisiones absolutas de sus cadenas de valor en al menos un 90%. Las emisiones restantes deben eliminarse o «neutralizarse» mediante la eliminación permanente de dióxido de carbono (CDR), y no mediante certificados convencionales para evitar las emisiones de carbono. Según la Norma Corporativa Cero Neto de SBTi, «sólo se considera que una empresa ha alcanzado el cero neto cuando ha logrado su objetivo a largo plazo basado en la ciencia y ha neutralizado cualquier emisión residual».
El informe aborda de manera integral la necesidad crítica de desarrollar y aplicar estrategias efectivas para la eliminación del dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera. En un contexto global de cambio climático y aumento de las concentraciones de gases de efecto invernadero, la remoción de CO2 se presenta como una herramienta esencial para mitigar los impactos negativos en el clima. El documento la importancia de comprender las diferentes tecnologías y enfoques disponibles para la eliminación del CO2, y destaca las mejores prácticas asociadas con estas opciones. Se subraya la necesidad de un enfoque integral que considere tanto las soluciones basadas en la naturaleza, como la reforestación y la gestión sostenible de los ecosistemas, como las tecnologías de captura directa de aire y almacenamiento geológico de carbono. Además, el informe resalta la importancia de la investigación continua y la innovación en este campo, reconociendo la necesidad de desarrollar tecnologías más eficientes y económicamente viables. Se enfatiza la colaboración internacional y la creación de marcos regulatorios sólidos para facilitar la implementación efectiva de estas estrategias de eliminación de CO2. Una parte esencial del informe se centra en la evaluación de los posibles impactos ambientales y sociales asociados con las tecnologías de remoción de CO2. Se subraya la importancia de abordar cualquier efecto secundario no deseado y de asegurar que las soluciones implementadas no generen impactos negativos en comunidades locales o en la biodiversidad. En resumen, el informe proporciona una guía completa sobre las mejores prácticas en la eliminación del dióxido de carbono, destacando la necesidad de un enfoque equilibrado que combine soluciones naturales y tecnológicas, fomente la investigación y la innovación, y garantice la sostenibilidad ambiental y social de las estrategias implementadas.
Para leer más ingrese a:
https://www.weforum.org/publications/carbon-dioxide-removal-best-practice-guidelines/
https://www3.weforum.org/docs/WEF_Carbon_Dioxide_Removal_Best_Practice_Guidelines_2023.pdf