El documento expone nueve soluciones innovadoras organizadas en tres temas destinados a reducir las emisiones de carbono incorporadas en las ciudades debido a la construcción y demolición de edificios e infraestructuras. Estos tres temas incluyen: (1) la adopción de marcos políticos habilitadores, regulaciones e incentivos, (2) el fortalecimiento del ecosistema de bajo carbono y (3) el impulso a la innovación en la construcción limpia. El primer tema abarca soluciones como la exigencia de materiales de bajo carbono, evaluaciones de carbono durante todo el ciclo de vida y órdenes ejecutivas para prácticas de construcción limpia. El segundo tema se centra en soluciones que conectan los sectores del entorno construido, transporte y energía, como la reutilización adaptativa a gran escala de edificios, estrategias de economía circular a nivel urbano y programas para electrificar el transporte pesado y maquinaria. El tercer tema cubre soluciones que fomentan la innovación, incluyendo un centro de innovación para la construcción limpia, programas de deconstrucción residencial y desarrollo de la fuerza laboral, y un mercado en línea para un entorno construido circular. Estas soluciones buscan abordar desafíos existentes como restricciones regulatorias y políticas, fragmentación del ecosistema y barreras a la innovación, proporcionando beneficios como desarrollo de la fuerza laboral, estandarización de políticas y avances tecnológicos en la construcción limpia. El informe insta a la colaboración entre sectores y la implementación de estas soluciones según los contextos locales para impulsar un impacto sostenible y reducir las emisiones de carbono en el entorno construido mientras se incorporan beneficios sociales y económicos.
El documento presenta los principales desafíos que enfrentan las ciudades para reducir las emisiones de carbono incorporadas en el entorno construido y la industria de la construcción. Se señalan restricciones regulatorias como códigos de construcción obsoletos que carecen de requisitos de carbono incorporado, procesos de permisos prolongados y falta de métricas estandarizadas para medir las emisiones a lo largo del ciclo de vida de un edificio. Los desafíos del ecosistema incluyen enfoques fragmentados, colaboración insuficiente entre partes interesadas, falta de educación y conciencia, y brechas en la infraestructura como la carga de vehículos eléctricos y fuentes de energía renovable. Las emisiones de materiales primarios como cemento, acero y logística de transporte también representan obstáculos significativos. Las barreras a la innovación incluyen la escasez de trabajadores capacitados en prácticas sostenibles, oportunidades limitadas para probar y pilotar nuevas técnicas y restricciones de recursos que dificultan la adopción generalizada de soluciones innovadoras de bajo carbono. Superar estos desafíos multifacéticos requiere estrategias integrales, incentivos políticos, colaboración público-privada y enfoques locales adaptados para avanzar en la sostenibilidad, circularidad y equidad en el entorno construido. Asimismo, se discuten los desafíos y soluciones relacionados con la reducción de emisiones de carbono incorporadas en la industria de la construcción. Se resaltan limitaciones en la fuerza laboral para adaptarse a nuevas tecnologías, conciencia y inversión limitadas en materiales afectando la adopción de innovaciones, y acceso restringido a incentivos y equipos cruciales para la innovación como desafíos clave. Las soluciones propuestas incluyen la adopción de marcos políticos habilitadores y regulaciones, como la exigencia de materiales de bajo carbono. Se destaca el uso de concreto de bajo carbono, que reemplaza una parte de cemento con materiales cementantes suplementarios (MCS) como cenizas volantes o escoria, como una solución prometedora que puede reducir significativamente el carbono incorporado del concreto. El documento también enfatiza la importancia de las declaraciones ambientales de productos (DAP) en la reportación del carbono incorporado de los productos y el papel de las políticas de adquisiciones en impulsar la adopción de materiales de bajo carbono. Se proporcionan estudios de caso, como el código de concreto de bajo carbono del condado de Marin, como ejemplos de implementación exitosa de tales políticas.
El estudio se centra en diferentes soluciones e iniciativas destinadas a reducir las emisiones de carbono incorporadas en la industria de la construcción y el entorno construido. Se destaca la importancia de abordar las emisiones durante todo el ciclo de vida de los edificios, desde la producción de materiales hasta el final de su vida útil, en lugar de centrarse únicamente en las emisiones operativas. Puntos clave incluyen: códigos de concreto de bajo carbono como el de Marin County, que establecen estándares para reducir el carbono incorporado en el concreto manteniendo su resistencia y durabilidad. Legislación estatal en California, como AB 2446 que apunta a una reducción del 40% en la intensidad de carbono de los materiales de construcción para 2035, y AB 262 (Ley Buy Clean California) que requiere declaraciones ambientales de productos para materiales de construcción en proyectos públicos. Mandatos para evaluaciones de carbono durante todo el ciclo de vida, como la política de Vancouver que exige evaluaciones de ciclo de vida de edificios completos para nueva construcción, para evaluar integralmente las emisiones incorporadas y operativas. Los beneficios incluyen el desarrollo de capacidades en la industria, mejoras en la salud pública, ahorros de costos y estímulos económicos. El Modelo de Política de la Organización Mundial del Comercio para Mandatos de Evaluación de Carbono Durante Todo el Ciclo de Vida, proporciona un modelo para que las ciudades redacten legislación sobre este tema. La actualización de la Ley de Construcción Verde de Vancouver estableciendo límites de carbono incorporado para nuevos edificios, estimada para prevenir 100.000 toneladas de emisiones de CO2 anualmente. El programa de Seattle, Prioridad Verde Acelerada, ofrece permisos acelerados para proyectos que cumplan con criterios de sostenibilidad como incentivo para la construcción de bajo carbono.
El potencial de órdenes ejecutivas de gobiernos para impulsar prácticas de construcción limpia en los sectores público y privado. En general, el documento enfatiza la necesidad de políticas, mandatos e incentivos para impulsar la adopción de materiales y prácticas de bajo carbono en la industria de la construcción, abordando las emisiones de carbono incorporadas a lo largo del ciclo de vida de un edificio. Igualmente, se discute la importancia de las estrategias de reutilización adaptativa en la reducción de emisiones de carbono incorporadas en la industria de la construcción. Destaca que el sector público, como un importante desarrollador y propietario de proyectos inmobiliarios e infraestructura, puede desempeñar un papel clave en impulsar la adopción de prácticas de construcción limpia a través de marcos políticos y órdenes ejecutivas. Estas órdenes pueden exigir el uso de materiales de bajo carbono, equipos de construcción eléctricos y evaluaciones de ciclo de vida para proyectos, incentivando a los fabricantes a producir maquinaria sostenible y obligando al sector privado a adoptar prácticas ecológicas. El documento también enfatiza el papel de las políticas de adquisición pública para aprovechar el poder del dinero para incentivar prácticas de construcción limpia. Cita el ejemplo de Oslo, Noruega, que ha utilizado la adquisición pública para promover vehículos y maquinaria de construcción de emisiones cero. Además, sugiere implementar incentivos financieros, créditos fiscales, programas de subvenciones y asociaciones público-privadas para apoyar la investigación, desarrollo e implementación de métodos de construcción sostenible. Asimismo, se destaca la importancia de invertir en programas de capacitación, campañas educativas e integrar metodologías de evaluación de ciclo de vida en las políticas de construcción. El estudio de caso de la Orden Ejecutiva 23 de Construcción Limpia de la Ciudad de Nueva York se presenta como un ejemplo de tales iniciativas. Finalmente, el documento introduce la solución de reutilización adaptativa a gran escala, que implica reutilizar edificios e infraestructura existentes para reducir las emisiones de carbono, la generación de residuos y el agotamiento de recursos asociados con la nueva construcción.
La reducción del carbono incorporado en las ciudades, especialmente en el sector de la construcción, es un desafío que requiere soluciones innovadoras y colaborativas. Iniciativas como la estrategia Circular Cleveland destacan la importancia de crear una economía circular que mantenga los materiales en circulación a su máximo valor, reduciendo así la dependencia de materias primas y la generación de residuos. En esta línea, la electrificación del transporte pesado y maquinaria de construcción emerge como una solución clave, con consideraciones de implementación que involucran a diversos actores como proveedores de servicios públicos, agencias gubernamentales y fabricantes de vehículos. La creación de hubs de innovación para prácticas de construcción sostenible y materiales de bajo carbono también se destaca como una medida crucial, facilitando la investigación y el desarrollo, la colaboración entre diferentes partes interesadas y el intercambio de mejores prácticas. Ejemplos como el hub de innovación de Holcim en Lyon y el desafío de innovación UpLink del Foro Económico Mundial en San Francisco ilustran la importancia de estos enfoques en la promoción de la construcción circular y baja en carbono a nivel global. Además, programas como la descontrucción residencial y el desarrollo de la fuerza laboral ofrecen vías concretas para reducir los residuos de construcción y capacitar a los trabajadores en prácticas sostenibles, destacando la necesidad de políticas, financiamiento y colaboración intersectorial para abordar efectivamente este desafío crucial y avanzar hacia un futuro más sostenible para las próximas generaciones.
En definitiva, el enfoque hacia la reducción de emisiones de carbono en el sector de la construcción y el entorno construido es fundamental para mitigar el impacto ambiental y avanzar hacia una economía más sostenible. Las soluciones propuestas, desde la adopción de materiales de bajo carbono hasta la implementación de políticas y regulaciones que promuevan prácticas más limpias y eficientes, representan un paso crucial en este camino. Además, la creación de hubs de innovación y la promoción de la colaboración entre diferentes actores demuestran que la tecnología y la creatividad pueden ser aliadas poderosas en la búsqueda de soluciones ambientales. Sin embargo, para lograr una transformación verdaderamente significativa, es necesario un compromiso continuo y coordinado entre gobiernos, industria, academia y sociedad civil. Esto implica no solo la implementación efectiva de políticas y regulaciones, sino también la inversión en investigación y desarrollo, la educación y capacitación en prácticas sostenibles, y la creación de incentivos para la adopción de tecnologías limpias. En este sentido, las ciudades tienen un papel crucial como motores de cambio, dado que concentran una gran parte de la actividad constructiva y pueden liderar la transición hacia un entorno construido más ecológico y resiliente. Al integrar medidas como la reutilización adaptativa, la electrificación de transporte pesado y la creación de infraestructuras circulares, las ciudades pueden no solo reducir las emisiones de carbono, sino también mejorar la calidad de vida de sus habitantes y fortalecer su resiliencia frente a los desafíos ambientales futuros. En definitiva, la reducción de emisiones de carbono en el sector de la construcción es un paso esencial hacia un futuro más sostenible y equitativo para todos.