Las tecnologías digitales están teniendo un profundo impacto en las economías, los mercados laborales y las sociedades. También tienen el potencial de transformar la Administración, al permitir la implantación de servicios más accesibles y eficaces. Para apoyar el cambio hacia la administración digital, es necesario invertir en el desarrollo de las competencias de los funcionarios. Este documento examina las buenas prácticas de los países de la OCDE para fomentar las competencias para el gobierno digital. Presenta diferentes enfoques en la administración pública para organizar actividades de formación, así como oportunidades para el aprendizaje informal. También ofrece ideas sobre cómo se pueden identificar las habilidades relevantes a través de marcos de competencias, cómo se pueden evaluar y cómo se pueden evaluar las oportunidades de aprendizaje. Los gobiernos deben estar a la vanguardia de la transformación digital. Las tecnologías digitales están transformando la forma en que interactúan las personas, cómo y dónde operan las empresas, y qué bienes y servicios se consumen. Los recientes avances en inteligencia artificial generativa podrían aumentar aún más el ritmo del cambio. Las tecnologías digitales presentan oportunidades para prestar servicios públicos más sencillos, eficaces y ágiles. Durante la pandemia COVID-19, por ejemplo, los gobiernos con mayor madurez digital fueron más capaces de gestionar y responder a las interrupciones en la prestación de servicios. Lograr un gobierno digital, en el que la tecnología se aplique al diseño de procesos, políticas y servicios que satisfagan las necesidades de los usuarios, requiere la adopción de nuevas formas de trabajar y nuevas competencias en la administración pública. Los gobiernos deben fomentar las habilidades, actitudes y conocimientos que permitan a los funcionarios trabajar en un entorno digital, integrando las tecnologías digitales para crear valor público. El desarrollo continuo de las competencias de los funcionarios desempeñará un papel clave para impulsar la transformación digital. Para las funciones digitales, por ejemplo en el diseño de servicios, la programación o el análisis de datos, ofrecer oportunidades de reciclaje o perfeccionamiento a los candidatos internos podría ser una alternativa a la contratación de talentos escasos en el mercado laboral. Para los perfiles generalistas, el desarrollo continuo de competencias es importante, porque la seguridad del empleo en el sector público tiende a ser comparativamente alta, y la transformación digital requiere un amplio conjunto de competencias digitales y complementarias, incluidas las competencias digitales básicas, las competencias profesionales, las competencias socioemocionales y las competencias de liderazgo.
Este documento revisa las buenas prácticas para el desarrollo de habilidades para el gobierno digital, basado en la investigación documental y entrevistas a expertos con los responsables políticos y profesionales de más de 10 países de la OCDE, entre ellos Australia, Canadá, Dinamarca, Francia, Alemania, Italia, Corea, Eslovenia, España y el Reino Unido. Se centra en las prácticas para identificar y evaluar las competencias que necesitan los empleados de la Administración, así como para organizar y evaluar las oportunidades de aprendizaje. Los marcos de competencias son importantes para un enfoque estratégico del desarrollo de capacidades para el gobierno digital. Los marcos de competencias describen y sintetizan los conocimientos, aptitudes y actitudes que necesitan los funcionarios que participan en la transformación digital y la prestación de servicios digitales. Un marco o modelo específico ayuda a identificar las competencias que los funcionarios necesitan para trabajar en un gobierno de la era digital y a establecer un lenguaje común entre las autoridades públicas. Esto puede ayudar a la contratación, la evaluación de competencias, la formación y la planificación estratégica de la plantilla. Los marcos de competencias deben diseñarse en función de las aptitudes que abarcan, su grupo destinatario y su aplicación. Las administraciones públicas pueden utilizar marcos que describan competencias digitales muy generales (como DigComp), las competencias específicas de los profesionales digitales (por ejemplo, SFIA o el Marco de Capacidades DDaT en el Reino Unido), o las competencias que deben estar presentes en las organizaciones gubernamentales en su conjunto (como el Modelo Danés de Competencias Digitales). Los marcos dirigidos a los profesionales digitales suelen utilizarse en la gestión de recursos humanos, mientras que los marcos sobre competencias digitales generales sirven para detectar carencias de competencias y diseñar políticas o programas generales de mejora de las mismas. Los marcos a nivel organizativo pueden orientar el desarrollo estratégico de la organización y de la mano de obra, por ejemplo, para determinar las áreas prioritarias de formación. Unos marcos de competencias sólidos deben basarse en amplias consultas con funcionarios de distintas instituciones gubernamentales y expertos externos, y actualizarse periódicamente. Las consultas son importantes para garantizar que las aptitudes, conocimientos y actitudes se ajustan a los objetivos y reflejan las principales tareas y responsabilidades de los funcionarios en un gobierno digital. La Academia Digital del Gobierno danés, por ejemplo, adoptó un enfoque cualitativo con amplias consultas a las partes interesadas para desarrollar su modelo de competencias digitales. En el Reino Unido, un consejo de expertos especializado se encarga de actualizar el Marco de Capacidades DDaT. Las evaluaciones de competencias permiten a las administraciones públicas hacer un seguimiento de las carencias de sus plantillas. Los resultados de las evaluaciones de competencias ayudan a orientar mejor las oportunidades de aprendizaje, lo que conduce a un uso más eficiente de los recursos. Para llevar a cabo las evaluaciones de competencias, las administraciones públicas pueden valorar las competencias de cada empleado y compararlas con un determinado estándar, por ejemplo, el definido en un marco de competencias.
Las evaluaciones sistemáticas de las competencias digitales de los funcionarios aún no son muy comunes. Los enfoques existentes se basan a menudo en información cualitativa de funcionarios y ejecutivos de distintos departamentos gubernamentales sobre sus necesidades en materia de competencias. Las evaluaciones sistemáticas y a mayor escala deben basarse en los resultados de herramientas de autoevaluación y pruebas basadas en el desempeño. Las herramientas de autoevaluación o las pruebas basadas en el desempeño deben ser fáciles de usar, basarse en una lista bien definida de competencias y utilizar métodos de gamificación, por ejemplo, como en el caso de la evaluación de las competencias profundas en Italia. Las administraciones públicas suelen ofrecer una combinación de diferentes tipos de actividades de aprendizaje para desarrollar competencias para el gobierno digital. Lo más habitual es que las administraciones públicas ofrezcan formación no formal en forma de cursos, talleres o formación guiada en el puesto de trabajo. Unas pocas administraciones públicas ofrecen formación formal a sus empleados, con una duración mínima de 6 meses y la obtención de un título oficialmente reconocido al finalizarla. Las oportunidades de aprendizaje informal suelen complementar la oferta de formación, por ejemplo, en forma de programas de tutoría o mentoría, aprendizaje experimental (como el Empathy Lab del Reino Unido), comunidades de práctica para profesionales digitales, centros de recursos con contenidos de aprendizaje u orientación sobre soluciones digitales, eventos de aprendizaje (como conferencias de expertos) o programas de rotación laboral que permiten el aprendizaje en el puesto de trabajo. La adopción de tecnologías digitales está teniendo un profundo impacto en la economía y la sociedad. Las tecnologías digitales están cambiando la forma en que interactúan las personas, cómo y dónde operan las empresas, y qué bienes y servicios se consumen. Más recientemente, los avances en inteligencia artificial generativa, ejemplificados por el lanzamiento de Chat GPT, han suscitado expectativas sobre nuevas oportunidades para impulsar la productividad y el crecimiento, pero también preocupaciones sobre la privacidad, la menor autonomía en el trabajo y la pérdida de puestos de trabajo.
El informe aborda la necesidad de desarrollar habilidades digitales en el ámbito gubernamental para abordar los desafíos y aprovechar las oportunidades que ofrece la transformación digital. Destaca la importancia de la capacitación y el desarrollo profesional continuo en áreas como la analítica de datos, la ciberseguridad, la inteligencia artificial y la gestión de proyectos tecnológicos. También subraya la necesidad de fomentar una cultura de innovación y colaboración en las organizaciones gubernamentales para aprovechar al máximo las tecnologías emergentes. El informe destaca que el desarrollo de habilidades digitales en el sector público es fundamental para mejorar la prestación de servicios, aumentar la eficiencia operativa y promover la transparencia y la rendición de cuentas. Para lograr esto, se recomienda una serie de acciones, como la creación de programas de formación específicos, la colaboración con el sector privado y académico, y la promoción de la movilidad laboral dentro del sector público para fomentar el intercambio de conocimientos y experiencias. Además, el informe enfatiza la importancia del liderazgo en la implementación de iniciativas de transformación digital en el gobierno. Destaca la necesidad de contar con líderes visionarios que comprendan el potencial de la tecnología para impulsar el cambio y estén dispuestos a asumir riesgos y adoptar nuevas formas de trabajar. Asimismo, se destaca la importancia de contar con un marco normativo adecuado que fomente la innovación y proteja la privacidad y la seguridad de los datos. En resumen, el informe «Developing skills for digital government» destaca la importancia de desarrollar habilidades digitales en el sector público para aprovechar al máximo las oportunidades que ofrece la transformación digital. Recomienda una serie de acciones para lograrlo, incluida la capacitación, la colaboración y el liderazgo efectivo. Al hacerlo, se espera que los gobiernos puedan mejorar la prestación de servicios, aumentar la eficiencia operativa y promover la transparencia y la rendición de cuentas en beneficio de los ciudadanos.
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