El documento proporciona una evaluación del estado actual de la economía digital emergente de Guinea Ecuatorial a través de cinco pilares clave: infraestructura digital, plataformas públicas digitales, servicios financieros digitales, negocios y competencias digitales. En cuanto a la infraestructura digital, Guinea Ecuatorial ha realizado avances para mejorar la asequibilidad y accesibilidad de la banda ancha, pero aún enfrenta desafíos significativos. Existen cuasi monopolios en el acceso al ancho de banda internacional y las redes troncales nacionales, lo que resulta en altos precios y una baja penetración de la banda ancha. Además, el marco regulatorio es débil y el ente regulador carece de competencias financieras y de toma de decisiones. Para las plataformas públicas digitales, aunque se han introducido leyes y decretos para digitalizar el sector público, muchas leyes están desactualizadas y el marco regulatorio necesita fortalecerse. La implementación de un marco nacional de interoperabilidad y una identidad digital podría mejorar significativamente la eficiencia en la prestación de servicios a los ciudadanos y las empresas. En el ámbito de los servicios financieros digitales, estos se encuentran en una etapa temprana, con pocos bancos ofreciéndolos y limitaciones en el acceso a banda ancha. Debe priorizarse la inclusión y la educación financieras para promover un entorno más inclusivo. En cuanto a los negocios digitales, el ecosistema es incipiente, con pocas empresas nacionales y barreras como el acceso limitado a financiamiento, la escasez de personal cualificado y un marco regulatorio débil. Finalmente, se subraya la importancia de fortalecer las competencias digitales en toda la sociedad mediante programas de educación y capacitación. Las instituciones de educación superior y de formación técnico-profesional (EFTP) tienen una capacidad limitada para ofrecer programas que contribuyan a la diversificación económica, lo que resulta en una escasez de mano de obra cualificada. En resumen, el documento ofrece un análisis integral y una hoja de ruta para guiar a Guinea Ecuatorial en el aprovechamiento de las tecnologías digitales para el crecimiento económico, la mejora en la prestación de servicios y el desarrollo inclusivo.
La Orden Ministerial No. 2/2022, que estableció un precio máximo de XAF 15 por 1 MB de datos móviles y entró en vigor el 1 de mayo de 2022, marcó un hito significativo en el sector de telecomunicaciones de Guinea Ecuatorial. Posteriormente, la Orden Ministerial 3/2022 obligó a los operadores a reducir aún más los precios a XAF 1 (IVA incluido) por 1 MB a partir del 1 de septiembre de 2022. Aunque estas medidas alinean a Guinea Ecuatorial con los promedios de la Comunidad Económica y Monetaria de África Central (CEMAC), es fundamental implementar reducciones adicionales en tarifas y costos mayoristas para garantizar la asequibilidad y accesibilidad de la banda ancha en todo el territorio nacional. El Ministerio de Transportes, Correos y Nuevas Tecnologías (MINTCT), junto con su agencia subordinada ORTEL, es el regulador máximo del sector de telecomunicaciones. No obstante, el marco regulatorio, establecido por la Ley General de Telecomunicaciones de 2005 y sus enmiendas de 2008, requiere una actualización conforme a las mejores prácticas internacionales. Además, Guinea Ecuatorial enfrenta una gran carencia en políticas y medidas adecuadas de ciberseguridad, situándose en el puesto 180 de 181 países en el Índice de Ciberseguridad Global de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT). A pesar de ello, se están realizando esfuerzos para mejorar esta situación, como la redacción de una iniciativa de ley de ciberseguridad y la creación de un departamento de Ciberseguridad en el Ministerio de Defensa. Es también relevante señalar que, aunque existen infraestructuras de almacenamiento de datos tanto públicas como privadas, estas aún requieren inversiones para cumplir con los estándares de certificación. En este sentido, es esencial analizar las limitaciones y desafíos del sector de telecomunicaciones y la economía digital en Guinea Ecuatorial, así como proponer recomendaciones para abordarlos. Las principales limitaciones identificadas incluyen un marco legal y regulatorio desactualizado, la ausencia de un regulador independiente, monopolios en los mercados de capacidad internacional y red troncal nacional, falta de regulación de servicios mayoristas y un fondo de servicio universal inoperativo. Para superar estas barreras, se sugiere aumentar la redundancia de la conectividad internacional mediante un cable submarino adicional y regular el mercado mayorista de capacidad internacional orientado a costos. Asimismo, fortalecer el mercado mayorista nacional de fibra troncal, reducir las tarifas del espectro de microondas y aumentar la cobertura en zonas rurales utilizando el fondo de servicio universal e incentivos. Además, debe mitigarse la brecha de uso mejorando la alfabetización digital y reduciendo impuestos, revisar la ley de telecomunicaciones para crear un regulador independiente, actualizar la administración del espectro e implementar el dividendo digital. También, se recomienda realizar una evaluación de madurez en ciberseguridad para identificar áreas de mejora. De este modo, Guinea Ecuatorial podría avanzar significativamente en la modernización de su infraestructura digital y en la prestación de servicios públicos digitales, logrando así un desarrollo más inclusivo y sostenible en el ámbito de las telecomunicaciones.
El estado actual de los servicios financieros digitales y del sector financiero en Guinea Ecuatorial revela un panorama de desarrollo incipiente y desafíos significativos. A pesar de que los bancos ofrecen algunos servicios básicos como tarjetas de débito/crédito, cajeros automáticos y banca por internet/móvil, aún no se han implementado servicios más avanzados como créditos digitales, e-KYC (apertura remota de cuentas) o seguros digitales. La cobertura de sucursales bancarias y cajeros automáticos ha aumentado, pero se concentra principalmente en áreas urbanas, dejando desatendidas las zonas rurales. El sector financiero es pequeño y dominado por unos pocos bancos comerciales, algunos de propiedad estatal, y el sector de microfinanzas es incipiente con solo dos instituciones pequeñas. A esto se suma la carencia de una estrategia nacional de inclusión financiera, aunque Guinea Ecuatorial participa en el desarrollo de una estrategia regional de la CEMAC enfocada en cuatro pilares: educación financiera, innovación y servicios digitales, un marco regulatorio adecuado, y una oferta accesible de servicios financieros. Además, se carece de una visión estratégica general para el desarrollo del sector financiero, lo que limita su crecimiento y capacidad de inclusión. En cuanto a la digitalización de los pagos gubernamentales y la protección del consumidor financiero, el país carece de una estrategia integral para digitalizar los pagos gubernamentales, y la mayoría de las agencias pagan pensiones y salarios manualmente. No se han adoptado iniciativas específicas para ofrecer programas de protección social mediante pagos digitales, aunque existe potencial para aprovechar las lecciones de un programa de transferencia de efectivo implementado en 2021. A nivel regulatorio, se prohibieron las transacciones relacionadas con criptomonedas y se aprobó un reglamento regional sobre protección de consumidores financieros, aunque la capacidad institucional para aplicarlo es limitada. Guinea Ecuatorial forma parte de un sistema regional de pagos regulado por el Banco de los Estados de África Central, y existen plataformas regionales para la liquidación de pagos, compensación y prevención de fraudes. Sin embargo, mientras que los bancos están conectados a la plataforma de interoperabilidad regional, las instituciones de microfinanzas y las tesorerías públicas aún no lo están. Además, el país no cuenta con un buró de crédito nacional ni un registro de garantías colaterales, lo que limita el acceso al crédito y la expansión de servicios financieros. Los desafíos para avanzar en la inclusión financiera y el desarrollo de servicios financieros digitales son numerosos. Entre ellos se encuentran el bajo acceso a infraestructura digital y conectividad, la falta de una estrategia nacional de inclusión financiera, programas limitados de educación financiera, deficiencias en la protección al consumidor financiero y en el marco regulatorio de ciberseguridad, y dificultades para recopilar y analizar datos desagregados por género. Además, el acceso limitado al canal USSD en áreas remotas restringe la oferta de servicios digitales. Se recomienda desarrollar una estrategia nacional de inclusión financiera que incluya una encuesta sobre la demanda de servicios financieros, una estrategia de educación financiera, la recopilación de datos clave y desagregados por sexo, y una hoja de ruta para la digitalización de pagos gubernamentales. Adicionalmente, debe considerarse el mejoramiento de la infraestructura digital y logística, facilitar el acceso a financiación, fortalecer la regulación adaptada a las empresas digitales y promover la adopción de tecnologías digitales como parte de la diversificación económica del país.
En cuanto a la digitalización de los pagos gubernamentales y la protección del consumidor financiero, el país carece de una estrategia integral para digitalizar los pagos gubernamentales, y la mayoría de las agencias pagan pensiones y salarios manualmente. No se han adoptado iniciativas específicas para ofrecer programas de protección social mediante pagos digitales, aunque existe potencial para aprovechar las lecciones de un programa de transferencia de efectivo implementado en 2021. A nivel regulatorio, se prohibieron las transacciones relacionadas con criptomonedas y se aprobó un reglamento regional sobre protección de consumidores financieros, aunque la capacidad institucional para aplicarlo es limitada. Guinea Ecuatorial forma parte de un sistema regional de pagos regulado por el Banco de los Estados de África Central, y existen plataformas regionales para la liquidación de pagos, compensación y prevención de fraudes. Sin embargo, mientras que los bancos están conectados a la plataforma de interoperabilidad regional, las instituciones de microfinanzas y las tesorerías públicas aún no lo están. Además, el país no cuenta con un buró de crédito nacional ni un registro de garantías colaterales, lo que limita el acceso al crédito y la expansión de servicios financieros. Los desafíos para avanzar en la inclusión financiera y el desarrollo de servicios financieros digitales son numerosos. Entre ellos se encuentran el bajo acceso a infraestructura digital y conectividad, la falta de una estrategia nacional de inclusión financiera, programas limitados de educación financiera, deficiencias en la protección al consumidor financiero y en el marco regulatorio de ciberseguridad, y dificultades para recopilar y analizar datos desagregados por género. Además, el acceso limitado al canal USSD en áreas remotas restringe la oferta de servicios digitales. Se recomienda desarrollar una estrategia nacional de inclusión financiera que incluya una encuesta sobre la demanda de servicios financieros, una estrategia de educación financiera, la recopilación de datos clave y desagregados por sexo, y una hoja de ruta para la digitalización de pagos gubernamentales. Asimismo, se debe mejorar la infraestructura digital y logística, facilitar el acceso a financiación, fortalecer la regulación adaptada a las empresas digitales y promover la adopción de tecnologías digitales como parte de la diversificación económica del país.
El estado actual de los servicios financieros digitales y el sector financiero en Guinea Ecuatorial presenta un panorama mixto, con algunos avances, pero también con significativas áreas de mejora. Los bancos en el país ofrecen servicios básicos como tarjetas de débito y crédito, cajeros automáticos y banca por internet y móvil. Sin embargo, aún no se han implementado servicios más avanzados como créditos digitales, e-KYC (apertura remota de cuentas) o seguros digitales. A pesar de que la cobertura de sucursales bancarias y cajeros automáticos ha aumentado, esta expansión se ha concentrado principalmente en áreas urbanas, dejando desatendidas a las zonas rurales. El sector financiero es pequeño y está dominado por unos pocos bancos comerciales, algunos de ellos de propiedad estatal. El sector de microfinanzas es incipiente, con solo dos instituciones pequeñas operando en este ámbito. Guinea Ecuatorial carece de una estrategia nacional de inclusión financiera, aunque participa en el desarrollo de una estrategia regional de la CEMAC (Comunidad Económica y Monetaria de África Central), que se enfoca en cuatro pilares: educación financiera, innovación y servicios digitales, un marco regulatorio adecuado, y la oferta accesible de servicios financieros. Asimismo, el país carece de una visión estratégica general para el desarrollo del sector financiero, lo que limita su crecimiento y evolución. La digitalización de los pagos gubernamentales y la protección del consumidor financiero en Guinea Ecuatorial también enfrenta varios retos. Actualmente, el país no cuenta con una estrategia integral para la digitalización de los pagos gubernamentales, y la mayoría de las agencias aún realizan pagos de pensiones y salarios manualmente. Aunque no se han adoptado iniciativas específicas para ofrecer programas de protección social mediante pagos digitales, existe un potencial para aprovechar las lecciones de un programa de transferencia de efectivo implementado en 2021. En cuanto a la regulación, se ha adoptado una decisión que prohíbe a las instituciones financieras realizar transacciones relacionadas con criptomonedas. A nivel regional, se ha aprobado un reglamento sobre protección de consumidores financieros, pero Guinea Ecuatorial carece de la capacidad institucional para aplicarlo adecuadamente, y no hay datos públicos sobre quejas contra proveedores de servicios financieros. En términos de infraestructura financiera, el país forma parte de un sistema regional de pagos regulado por el Banco de los Estados de África Central, que incluye plataformas para la liquidación de pagos, compensación y prevención de fraudes. Aunque los bancos ecuatoguineanos están conectados a la plataforma de interoperabilidad regional, las instituciones de microfinanzas y las tesorerías públicas aún no lo están. Además, Guinea Ecuatorial no cuenta con un buró de crédito nacional ni con un registro de garantías colaterales, lo que limita la transparencia y la confianza en el sistema financiero.
Guinea Ecuatorial ha emprendido varias iniciativas y programas para desarrollar competencias digitales, reconociendo la creciente demanda de estas habilidades en los sectores público y privado. Entre las iniciativas más destacadas se encuentra la academia IDENTIC, que se dedica a la formación en competencias digitales y ha lanzado la comunidad Chicas en Tecnología (CET). Este programa busca abordar la subrepresentación de las mujeres en el ámbito tecnológico, proporcionando capacitación, asesoramiento y motivación a niñas y mujeres jóvenes interesadas en las tecnologías de la información y la comunicación (TIC). Sin embargo, el sector privado enfrenta una notable escasez de talento local con competencias digitales adecuadas, lo que obliga a algunas empresas a contratar trabajadores extranjeros o a capacitar internamente a su personal. Un ejemplo de esto es el Banco Nacional de Guinea Ecuatorial, que creó la escuela de negocios BANGE para formar a sus empleados en estas áreas críticas. En el sector público, la falta de competencias digitales es un cuello de botella significativo, dado que muchos empleados carecen incluso de habilidades digitales básicas. Instituciones como el Instituto Nacional de Administración Pública (INAP) y el Centro Nacional Para la Informatización de la Administración Pública (CNIAPGE) son los principales responsables de la formación digital en el sector público, pero enfrentan desafíos como la falta de compatibilidad entre sistemas y la escasez de competencias digitales. No obstante, existen oportunidades para aprovechar, como la aspiración de CNIAPGE de liderar la expansión de los servicios gubernamentales digitales, lo cual podría transformar significativamente la eficiencia y la eficacia del sector público. Para mejorar las competencias digitales en Guinea Ecuatorial, se proponen una serie de recomendaciones estratégicas. En primer lugar, es esencial desarrollar una política nacional sobre tecnologías de la información y la comunicación en educación, que incluya una visión clara y estrategias de tecnología educativa alineadas con las prioridades nacionales. Del mismo modo, se recomienda realizar una evaluación de las brechas de competencias digitales y aprobar un marco basado en documentos como DigiComp 2.0 de la Comisión Europea. En cuanto al fortalecimiento de capacidades, es clave recopilar y utilizar datos sobre competencias digitales, desarrollando instrumentos de evaluación y optimizando la recopilación de datos en encuestas de hogares. En el sector educativo, se debe garantizar que docentes y estudiantes tengan acceso a dispositivos y plataformas de enseñanza y aprendizaje, acompañados de recursos y software educativo adecuado. Además, se sugiere priorizar las competencias fundamentales como la alfabetización, aritmética y habilidades socioemocionales, implementando programas basados en ciencias del aprendizaje y pedagogía estructurada, con una perspectiva de género para reducir la discriminación. Estas recomendaciones no solo buscan cerrar la brecha de competencias digitales en el país, sino también posicionar a Guinea Ecuatorial en una trayectoria de crecimiento económico y desarrollo sostenible, aprovechando plenamente el potencial de la economía digital.
En general, se destaca la importancia de fortalecer las competencias digitales en toda la sociedad mediante programas de educación y capacitación, aunque las instituciones de educación superior y formación técnico-profesional tienen una capacidad limitada para ofrecer programas que contribuyan a la diversificación económica, lo que resulta en una escasez de mano de obra cualificada. El documento también aborda aspectos específicos del sector de telecomunicaciones, como las medidas regulatorias para reducir el costo de los datos móviles y los esfuerzos para mejorar la ciberseguridad y la infraestructura de almacenamiento de datos. En resumen, el análisis presenta una hoja de ruta detallada para que Guinea Ecuatorial aproveche las tecnologías digitales para el crecimiento económico, la mejora en la prestación de servicios y el desarrollo inclusivo, proponiendo soluciones para superar las limitaciones actuales y fortalecer la economía digital del país.
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