Mejorar la eficiencia energética (EE) en los edificios existentes es fundamental para ahorrar energía y reducir las emisiones de carbono. Aumentar el número de adaptaciones integrales -es decir, implementar mejoras en los edificios que reduzcan el uso de energía y adoptar medidas de electrificación en los edificios comerciales existentes- es una estrategia fundamental para reducir las emisiones de carbono de Estados Unidos en un 50% para 2050 (Ungar y Nadel 2019). Muchos otros beneficios colaterales, como la mejora de la salud, la resiliencia y la seguridad, ofrecen a los propietarios de edificios razones de peso para invertir y participar en programas de rehabilitación de edificios. Además, las inversiones en EE son financieramente competitivas, con ahorros anuales típicamente muy por encima de los rendimientos del mercado de valores. Sin embargo, a pesar de los beneficios monetarios y no monetarios demostrados, los edificios comerciales estadounidenses no se están modernizando al ritmo necesario. Este retraso en la inversión en EE se conoce como brecha de eficiencia energética (EEG). Este informe va dirigido a tres públicos. El primero es el de las empresas de servicios públicos que desean diseñar programas eficaces para promover y financiar la rehabilitación. Diseñar programas de EE que inspiren la participación de los clientes exige comprender los retos de la EE en el sector de la CRE. También requiere comprender las motivaciones de los clientes de las empresas de servicios públicos, así como comprender a las empresas como conjuntos de empleados individuales con sus propios incentivos. Dado que este informe está dirigido principalmente a las empresas de servicios públicos, la sección en la que se esbozan las posibles soluciones se centra sobre todo en las medidas que pueden adoptar las empresas de servicios públicos. El segundo público son las personas que trabajan en el sector CRE y desean comprender mejor las dificultades de adoptar la EE en el lugar de trabajo. El tercer destinatario es un público general. Las deficiencias de la financiación pública que aquí se detallan tienen repercusiones que van mucho más allá de la rehabilitación de edificios comerciales. Además, el modelo de industria CRE que aquí se explora puede aplicarse a otras industrias. El impacto de la estructura de la empresa en la innovación es cierto en cualquier lugar de trabajo y no sólo se aplica a las iniciativas de modernización. Por último, nuestra crítica de la titulización como método de descarbonización tiene implicaciones para otras iniciativas que buscan reducir las emisiones de carbono a través de mecanismos financieros. Los obstáculos a la inversión en eficiencia energética en el sector inmobiliario comercial están bien establecidos. Desde principios de los años setenta, los investigadores han señalado repetidamente que los incentivos divididos, la falta de información y los costos (expresados en altos costos iniciales, tasas de descuento, periodos de amortización, etc.) obstaculizan la mejora drástica de la EE en los edificios. En términos fiscales, la eficiencia energética es muy atractiva, puesto que los proyectos de construcción suelen ofrecer una tasa interna de rentabilidad del 20-25%.
Sin embargo, a pesar de los incentivos individualistas que se ofrecen a estas empresas, la adopción está muy por detrás de lo que se necesita para descarbonizar el parque de edificios estadounidense. Esto entra en conflicto con el supuesto económico clásico de que la competencia en el mercado crea eficiencia. Para explicar adecuadamente la existencia de la EEG se requiere un análisis más profundo de la economía. Este informe analiza sistemáticamente el sector CRE estadounidense con el fin de mostrar las causas profundas de los obstáculos observados repetidamente a un parque inmobiliario más ecológico. En lugar de centrarse en el hecho de que el periodo de amortización es un problema citado con frecuencia, se pregunta cómo están estructuradas las industrias para no valorar las mejoras a largo plazo. En lugar de insistir en la falta de información entre los responsables de la toma de decisiones, se plantea la cuestión de cómo la jerarquía de las empresas disuade activamente a los centros de trabajo de emprender proyectos de eficiencia energética. La hipótesis es que la estructura de la economía obliga a las empresas, y a veces a sus trabajadores, a asumir una responsabilidad excesiva a la hora de invertir en eficiencia energética, mientras que los beneficios se reparten entre todas las partes interesadas. A continuación se evalúan las distintas técnicas de financiación que podrían utilizarse para superar algunos de estos obstáculos. Se muestran sus puntos fuertes y débiles y se concluye que, aunque estas soluciones son útiles para los clientes individuales, no han conseguido fomentar las inversiones en EE a la escala necesaria. También se presenta un historial de los esfuerzos de financiación para ampliar rápidamente la EE mediante su integración en el sector financiero general, y se explica por qué estos esfuerzos no han tenido éxito. Además, se presenta un estudio de caso sobre un ambicioso proyecto de rehabilitación que se está llevando a cabo en Ithaca (Nueva York), en el que se incluyen los puntos de vista de los socios comerciales, los empleados públicos y los organizadores de base que participan en esta iniciativa única. En el informe, prescribimos asociaciones estratégicas y métodos de intercambio de información que pueden mitigar algunas de las limitaciones impuestas por la economía. Estos planteamientos pretenden aunar los incentivos de distintos agentes para hacer posible un esfuerzo coordinado de adopción de la EE en los edificios comerciales que, en última instancia, reduzca la contaminación por carbono del sector de la edificación.
El informe aborda los desafíos y soluciones asociados con la implementación a gran escala de renovaciones energéticas en edificios comerciales. Identifica múltiples barreras financieras y sistémicas que obstaculizan la adopción generalizada de mejoras energéticas en estos espacios. El informe destaca la dificultad de obtener financiamiento adecuado para proyectos de renovación energética. Esto se atribuye a la falta de conciencia sobre los beneficios a largo plazo de tales mejoras, así como a la incertidumbre sobre los retornos de la inversión. Además, el informe resalta la complejidad de los procesos de financiación, que a menudo implican diversos actores y fuentes de financiamiento, lo que dificulta la accesibilidad a recursos económicos para llevar a cabo estas renovaciones. Otro aspecto clave abordado en el informe son los obstáculos sistémicos, como regulaciones gubernamentales poco claras o inconsistentes, falta de estándares unificados y políticas energéticas desactualizadas. Estos factores contribuyen a la falta de un marco coherente y establecido que apoye la implementación efectiva de renovaciones energéticas. En términos de soluciones propuestas, el informe destaca la necesidad de estrategias financieras innovadoras, como modelos de financiamiento colaborativo o instrumentos financieros específicos para proyectos de eficiencia energética. Además, hace hincapié en la importancia de políticas gubernamentales claras y estables que fomenten la inversión en renovaciones energéticas, incluyendo incentivos fiscales, subsidios y regulaciones más favorables. Además, se sugiere la promoción de estándares y certificaciones claras que puedan guiar a los propietarios de edificios comerciales hacia la implementación de mejoras energéticas efectivas y sostenibles. En conjunto, el informe subraya la necesidad de abordar tanto las barreras financieras como los desafíos sistémicos para lograr una escalabilidad exitosa de las renovaciones energéticas en edificios comerciales.
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