Muchas empresas de tecnología, medios de comunicación y telecomunicaciones (TMT) están haciendo un cambio fundamental hacia modelos de consumo flexible que permiten a los clientes consumir y pagar ofertas o productos en función de su alcance de uso. Para una transición exitosa, estas empresas deben evaluar no solo sus estrategias, su modelo de negocio, sus capacidades y su modelo operativo, sino también su tecnología de la información (TI), incluida la arquitectura técnica y el enfoque de solución asociado. Los modelos de consumo flexible o de pago por uso pueden adoptar varias formas, desde suscripciones con acceso ilimitado hasta opciones de pago por uso puro. Sin embargo, una cosa está clara: debido a su dinámica, necesitarán capacidades tecnológicas y arquitecturas diferentes a los modelos de negocio convencionales. Al pasar al consumo flexible, debe examinar sus posibilidades tecnológicas para identificar lagunas y determinar dónde se deben realizar ajustes. Una pregunta importante que surge es si la arquitectura tecnológica actual puede permitir el nuevo modelo y, si no, cómo debe evolucionar. Para poder utilizar eficazmente un modelo de negocio para el consumo flexible, las empresas deben alinear su arquitectura tecnológica con sus opciones. Dependiendo de la naturaleza y complejidad específicas de estas capacidades comerciales, esto puede significar que la arquitectura tecnológica debe redefinirse en las funciones comerciales más importantes, como la oferta de precios, la facturación y la realización de ventas. El modelo operativo para el modelo de consumo flexible integra varias funciones comerciales digitalmente, de modo que la empresa es más capaz de desarrollar y proporcionar rápidamente nuevas ofertas para los clientes. Esto requiere una cooperación más estrecha entre TI, investigación y desarrollo (I+D), ventas y marketing, así como finanzas. Como resultado, el cambio a un consumo flexible conduce a una mayor orientación de TI hacia las funciones comerciales y los socios de ventas. Para tener en cuenta las preferencias de los clientes en constante cambio, cada segmento de negocio que afecta al cliente también necesita un elemento tecnológico, ya sea en la fijación de precios, la adaptación de ofertas, el análisis de datos, la gestión de suscripciones o el marketing. Esto, a su vez, aumenta la importancia de las TI como socio comercial esencial. La función de TI también es fundamental para optimizar los costos operativos, debido que tiene la tarea de cambiar la empresa a sistemas basados en la nube, migrar a sistemas más nuevos o mantener y mantener las plataformas existentes para subsistemas individuales.
Desde trabajar con los equipos de análisis para comprender las últimas tendencias de los clientes, hasta ayudar a los equipos de desarrollo a decidir sobre nuevas funciones y asesorar a los equipos de precios y financiación, los CIO y sus empleados desempeñan un papel mucho más importante que nunca en el proceso de toma de decisiones. El consumo flexible requiere nuevas funciones, como la posibilidad de tener en cuenta las estructuras de precios graduadas, las facturas de suscripción y los ingresos recurrentes. Por ejemplo, en los modelos convencionales de licencia o compra directa, los datos de diferentes clientes se almacenan y se muestran en servicios fijos, lo que permite un proceso de facturación regular y relativamente simple. Sin embargo, un modelo flexible requiere una arquitectura fundamentalmente nueva con un mecanismo de gestión de datos fluidos que permite mapear los datos de los clientes a diferentes servicios en diferentes momentos. Este modelo no es tan autónomo y lineal como uno tradicional. Más bien, los sistemas deben ser más dinámicos e interactivos para poder maximizar el valor para el cliente y la empresa. Estos son procesos complejos en los que el departamento de TI tiene que reconsiderar la arquitectura de aplicación, integración e infraestructura de la empresa. La magnitud de la necesidad de cambio depende del modelo de negocio, la industria y una variedad de otros factores. Es importante revisar la arquitectura actual basada en los parámetros centrales para el modelo de consumo flexible, como la escalabilidad, el rendimiento, las funciones y la funcionalidad, y evaluar cómo se podría implementar fácilmente dicho modelo. Los equipos de TI desempeñan un papel importante, no solo en el desarrollo de soluciones, sino en todos los aspectos cuando se trata de hacer que la transición al consumo flexible sea un éxito: desde la implementación de una nueva arquitectura tecnológica hasta la gestión de entregas ágiles, la implementación del nuevo modelo operativo de TI y soluciones analíticas. Deloitte ya ha ayudado a numerosas empresas a cambiar su modelo de negocio a un modelo de consumo flexible, y entendemos la complejidad del desafío.
El informe examina cómo las tecnologías de consumo flexible, como los modelos de suscripción y la infraestructura como servicio (IaaS), están transformando la manera en que las empresas y los consumidores acceden y utilizan la tecnología. Se explora cómo estas plataformas permiten a las organizaciones adaptarse rápidamente a las necesidades cambiantes, optimizar costos y mejorar la agilidad operativa. Además, el informe analiza cómo las tecnologías de consumo flexible están afectando a los proveedores tradicionales de tecnología, ya que deben adaptarse a los nuevos modelos de negocio y competir en un entorno en constante evolución. El informe también destaca los beneficios y los desafíos de la adopción de tecnologías de consumo flexible y ofrece recomendaciones para las empresas que desean aprovechar al máximo estas plataformas. En resumen, el informe analiza cómo las tecnologías de consumo flexible están transformando la industria de tecnología, medios y telecomunicaciones. Examina los impactos en los modelos de negocio y ofrece recomendaciones para las empresas que buscan adaptarse y beneficiarse de estas nuevas tendencias.
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