En vista del continuo cambio climático, los cambios masivos en la industria energética global y la economía global con energía son inevitables. Pero cómo será realmente el nuevo mundo de la energía en detalle depende de muchos factores y no es predecible de manera confiable. Por lo tanto, Deloitte ha desarrollado cuatro escenarios básicos plausibles «Future of Energy» en un informe reciente en los que las empresas pueden alinear su planificación. ¿Cómo se generará y consumirá energía en el futuro? ¿Creerán los actores globales en la próxima descarbonización y podrán proporcionar suficiente energía económica generada de forma climáticamente neutra gracias a tecnologías innovadoras? ¿O cada vez más países se atrincheran en una especie de nacionalismo climático y explotarán ampliamente sus recursos fósiles sin tener en cuenta este desafío global? No hay respuestas claras a estas preguntas en este momento; ambas son plausibles y hay otros cursos concebibles. Sin embargo, el aspecto concreto del desarrollo tendrá implicaciones masivas, por ejemplo, para la gravedad de las consecuencias del cambio climático y, por lo tanto, para el entorno empresarial real de prácticamente todas las empresas e industrias. ¿Cómo manejan esta incertidumbre?. No se recomienda reaccionar a la imposibilidad de un pronóstico sólido con una actitud de «esperar y ver», es decir, esperar y continuar como antes. Más bien, es necesaria una preparación estructurada que prepare a las empresas para las consecuencias concretas de ciertos desarrollos plausibles. Planificación bajo el signo de la incertidumbre: Deloitte utiliza el método de planificación de escenarios para precisamente estas situaciones.
Los factores decisivos y los impulsores para los desarrollos futuros se identifican, analizan y se relacionan entre sí. De este manera, surgen cuatro escenarios básicos concebibles diferentes, que se pueden evaluar continuamente en su probabilidad de ocurrencia dependiendo del desarrollo de los controladores individuales. No deben entenderse como pronósticos, sino como contextos generales futuros plausibles que dan a las empresas pistas para las decisiones de hoy y pueden resumirse en narrativas concisas. Aplicado al futuro de la industria energética, hay que trabajar en cómo los sistemas energéticos, los productores de energía, los consumidores de energía y las variables geográficas entran en una interacción compleja, y qué resultados concretos tiene cada uno de ellos. Es importante apuntar a un momento lo suficientemente lejos en el tiempo como para marcar un cambio profundo, pero al mismo tiempo lo suficientemente cerca como para tener relevancia para la toma de decisiones de las empresas hoy. Deloitte ha recopilado una variedad de datos en el informe Future of Energy, que dan lugar a 92 impulsores, que a su vez se resumen en 19 factores básicos de los campos de la sociedad, la tecnología, el medio ambiente, la economía y la política. Los cuatro escenarios de «futuro de la Energía» surgen entonces de una división de los diferentes factores a lo largo de dos ejes principales: las acciones de la comunidad mundial y la reacción de las sociedades individuales.
El informe explora diversas dimensiones del futuro energético, incluyendo la generación de energía, la transición a fuentes de energía más limpias y renovables, la tecnología, la demanda energética, las políticas gubernamentales y la influencia de los factores ambientales y económicos en la industria energética.
El informe presenta una serie de escenarios futuros hipotéticos que consideran diferentes trayectorias de desarrollo en el sector energético. Estos escenarios reflejan posibles resultados basados en factores como la evolución tecnológica, las políticas energéticas, las tendencias económicas y las preferencias del consumidor. Además, el informe analiza los desafíos y oportunidades asociados con cada uno de los escenarios, así como las implicaciones para las empresas, los gobiernos y la sociedad en general. Se aborda la necesidad de adaptación y planificación estratégica en un entorno energético en constante cambio. En resumen, el informe proporciona una exploración detallada de los posibles escenarios y tendencias en el sector energético hasta 2035. Presenta diferentes trayectorias de desarrollo, analiza desafíos y oportunidades, y resalta la importancia de la adaptación estratégica para las empresas y gobiernos en este entorno en evolución.
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