Guía metodológica para alinear la planificación energética y eléctrica con las estrategias climáticas de largo plazo en América Latina y el Caribe

Guía metodológica para alinear la planificación energética y eléctrica con las estrategias climáticas de largo plazo en América Latina y el Caribe

El documento propone una metodología detallada para alinear estrategias climáticas a largo plazo (LTS) con planes de expansión del sector energético (PESE) en América Latina y el Caribe, abarcando tres fases críticas. En primer lugar, la preparación implica establecer mecanismos de coordinación, visión y objetivos, seguido por la verificación de los componentes del PESE frente a las LTS a través de análisis, modelado y alineación de implementación y financiamiento. La tercera fase implica el control ex post de los resultados del PESE en comparación con las LTS mediante sistemas de seguimiento, evaluación y MRV. Se destaca el uso de modelos como backcasting y pronósticos, junto con la importancia de la coordinación institucional para facilitar una transición justa hacia sistemas energéticos de bajo carbono. Además, se enfatiza la necesidad de alinear los PESE con las LTS para garantizar la coherencia y efectividad de las estrategias de transición energética, considerando aspectos como la política industrial, la incorporación de objetivos de descarbonización y el análisis de activos varados para minimizar inversiones no deseadas. El texto profundiza en la importancia de esta alineación entre LTS y PESE, subrayando la complejidad de los sistemas energéticos y la necesidad de una planificación cuidadosa y a largo plazo. Se resalta el papel clave de la política industrial en la captura de oportunidades económicas y empleos derivados de la transición hacia tecnologías limpias, promoviendo la innovación en el sector energético y la producción local de equipos renovables y eficientes. Además, se enfatiza la importancia de la coordinación entre PESE y LTS para alcanzar objetivos de descarbonización y alinearse con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), considerando aspectos como la capacitación laboral, la protección social y el manejo de activos varados para minimizar impactos adversos. Se aboga por el diálogo y la participación de actores clave, con un liderazgo político sólido para promover LTS y estructuras de gobernanza robustas, fortaleciendo así los vínculos entre los sectores climático y energético. En resumen, el manual ofrece herramientas prácticas y recomendaciones metodológicas para facilitar la transición hacia sistemas energéticos más limpios y sostenibles, maximizando el impacto de las inversiones y fortaleciendo las capacidades de los países para una transición exitosa hacia un futuro de bajo carbono.

El análisis y modelado para estrategias energéticas a largo plazo es crucial, destacando la importancia de desarrollar metodologías rigurosas para evaluar los costos de la transición energética y las tecnologías involucradas. Se enfatiza la necesidad de revisiones periódicas, análisis de incertidumbre y la consideración de diferentes escenarios. Se recomienda el uso de modelos de pronóstico y retroceso para establecer objetivos claros y cuantificables a medio y largo plazo, con énfasis en el diálogo entre actores y la alineación de estrategias. Se destaca la necesidad de equipos multidisciplinarios y programas de capacitación, junto con la identificación de mecanismos financieros para financiar estrategias en desarrollo, resaltando el papel del sector público en la inversión en infraestructura. La discusión sobre los modelos utilizados para la planificación energética a largo plazo subraya la incertidumbre en los factores que influyen en los perfiles energéticos, enfatizando la necesidad de especificar el nivel de incertidumbre al proyectar escenarios y considerar vías alternativas hacia la descarbonización. Se aboga por modelos de retroceso para seleccionar objetivos para 2050 y determinar los pasos para alcanzarlos, mientras que los modelos de pronóstico pueden estudiar elementos específicos del sector. Se resalta la necesidad de coordinación entre los ministerios de clima y energía para establecer el intercambio de información y evaluar conceptos como riesgo y adaptación, alineados con la política existente. Las recomendaciones para fortalecer la capacidad y alinear políticas para implementar estrategias de desarrollo a largo plazo con bajas emisiones de carbono destacan la importancia de la capacitación del sector público en modelado y actualización de modelos internamente con colaboración académica. Los objetivos de las LTS deben guiar todas las estrategias sectoriales relacionadas, con claridad en la definición y cuantificación de metas para medir el progreso. Se destaca la importancia del compromiso de las partes interesadas y el diálogo multisectorial para reducir tensiones durante la transformación. La implementación de objetivos a través de leyes vinculantes para la claridad institucional es esencial, junto con la consideración adecuada de aspectos técnicos de la red, soluciones de integración de energías renovables y medidas regulatorias según la situación del país. La mejora continua requiere un liderazgo de alto nivel, la participación de las partes interesadas y la coordinación interinstitucional, alineando acciones a corto y largo plazo y monitoreando desviaciones, todo alineado con objetivos internacionales. La superación de barreras como la interferencia política, la falta de gobernanza y datos insuficientes es fundamental, requiriendo equipos multidisciplinarios y capacitación para abordar los aspectos holísticos, técnicos, financieros, legales y sociales de la transición.

Por otra parte, la armonización de los sistemas de medición, reporte y verificación (MRV) para medidas de mitigación en el sector energético dentro de las estrategias de desarrollo a largo plazo de bajas emisiones (LTS) es crucial para garantizar la comparabilidad. Esto implica alinear los enfoques MRV de arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba utilizando métricas y atributos de datos consistentes. Las métricas típicas para sistemas MRV del sector energético en LTS incluyen el consumo de combustibles fósiles, las emisiones de gases de efecto invernadero por unidad de generación de electricidad, la energía renovable generada, las pérdidas en la transmisión y distribución de electricidad, los residuos y gases de vertedero capturados para la producción de energía, y las ventas y consumo de energía. Para los sistemas MRV de abajo hacia arriba, las fuentes de datos comunes incluyen encuestas sobre el uso final de energía, informes de empresas eléctricas, evaluaciones de proyectos de energía renovable y estadísticas nacionales de transporte. Por otro lado, los sistemas MRV de arriba hacia abajo se apoyan mejor en estándares de organizaciones con experiencia en MRV y reducción de emisiones. Además, se discuten principios para generar sinergias entre los enfoques de arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba, como asegurar la inclusión en todos los niveles de MRV, aprovechar fuentes de datos comunes, un sistema de gestión de datos centralizado, compromiso de las partes interesadas y coordinación. Varias facetas de los sistemas de monitoreo, reporte y verificación (MRV) para estrategias climáticas a largo plazo también son abordadas, destacando la necesidad de contar con datos confiables y procesos automatizados para garantizar un MRV eficiente y creíble. Se hace hincapié en el uso de tecnología disponible, como medidores inteligentes de electricidad, para proporcionar datos valiosos de consumo y evaluar políticas. Es necesario contar con expertos en análisis de datos, estadísticas y modelado de escenarios para identificar indicadores clave y tendencias. Los sistemas automatizados de recolección y clasificación de datos requieren experiencia en automatización de procesos. La capacitación es crucial, especialmente para estandarizar la recolección de datos en sectores como generadores de electricidad, industria, hogares y gobiernos locales. Se recomienda legislar la revisión periódica de estrategias a largo plazo para alinearlas con los compromisos climáticos nacionales, considerando nuevas prioridades, tecnologías, datos y barreras. La actualización de estrategias es compleja y requiere recursos, por lo que los países en desarrollo pueden necesitar apoyo internacional. Asimismo, se deben considerar circunstancias nacionales como las dependencias insulares.

Diferentes metodologías y enfoques para integrar el análisis de riesgos del cambio climático en la planificación energética son discutidos, detallando pasos para caracterizar los riesgos derivados de los impactos del cambio climático en fuentes de suministro de energía, generación de electricidad, infraestructura energética y la transición hacia una economía baja en carbono. Se recomienda analizar vulnerabilidad, exposición, amenazas y evaluar riesgos, utilizando fuentes de datos y modelos climáticos sugeridos. Se destaca el papel de la coordinación entre instituciones y el monitoreo y evaluación continuos. Estos enfoques pueden aplicarse internacionalmente a diferentes tipos de proyectos para facilitar la planificación energética resistente al clima y las trayectorias de transición alineadas con estrategias a largo plazo. Se resalta la importancia de la capacitación para la aplicación efectiva de estas metodologías. Por otro lado, una metodología desarrollada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) se presenta como una herramienta para integrar consideraciones de riesgo de desastres y cambio climático en la preparación e implementación de proyectos de manera oportuna cuando sea necesario. Esta metodología incluye varios pasos: 1) selección y clasificación, 2) evaluación cualitativa de riesgos de desastres y cambio climático, 3) evaluación cuantitativa de riesgos de desastres y cambio climático. Puede aplicarse durante tres fases del proyecto: conceptualización, preparación e implementación. Utiliza principalmente modelos climáticos para obtener datos de proyecciones y está dirigida a los responsables de políticas y gestores de proyectos en el BID. Esta metodología proporciona un recurso práctico que líderes de proyectos, agencias implementadoras, expertos técnicos y firmas de consultoría externas pueden utilizar, con el objetivo de obtener información económica para formuladores de políticas y líderes sobre estrategias de adaptación a largo plazo. Se promueve el análisis iterativo, el monitoreo, la evaluación y el aprendizaje, y se aplica principalmente en Asia-Pacífico y Europa, evaluando áreas clave como el riesgo climático y la adaptación, así como la economía de la adaptación al cambio climático. Otra metodología descrita presenta datos relacionados con el impacto futuro en plantas hidroeléctricas debido al cambio climático, lo que permite tomar decisiones tempranas sobre adaptación y mitigación de estos impactos potenciales, facilitando el desarrollo de estrategias a largo plazo. Este enfoque recomienda el monitoreo constante de la evolución de la velocidad del viento a través de modelos climáticos. Los datos utilizados en esta metodología se generan a partir del modelo EURO-CORDEX. Se enfatiza la importancia de seguir buscando información y monitoreando constantemente este tema, debido a que nuevos modelos se desarrollan cada año y complementan la información presentada.

 

En general, la guía ofrece una metodología detallada para la alineación entre las estrategias climáticas a largo plazo (LTS) y los planes de expansión del sector energético (PESE) en América Latina y el Caribe, estructurada en tres fases esenciales. Además, aborda una serie de enfoques y metodologías para integrar el análisis de riesgos del cambio climático en la planificación energética. Destacando entre estos, se presenta una metodología desarrollada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que se centra en la incorporación de consideraciones de riesgo de desastres y cambio climático en la preparación e implementación de proyectos. Estos enfoques proporcionan una base sólida para abordar los desafíos complejos asociados con la transición hacia sistemas energéticos más sostenibles y resilientes al clima, así como para gestionar los riesgos relacionados con el cambio climático en la infraestructura energética y la economía en general. Al integrar estas metodologías, los responsables de políticas y gestores de proyectos pueden tomar decisiones más informadas y estratégicas para lograr una transición exitosa hacia un futuro más sostenible y resistente al clima en la región y más allá.

 

Para leer más ingrese a:

 

 

 

¡Haz clic para puntuar esta entrada!
(Votos: 0 Promedio: 0)

Compartir artículo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Busca los documentos, noticias y tendencias más relevantes del sector eléctrico

Buscador de documentos
Buscador de noticias y tendencias

Banco de Información

Descripción del semáforo tecnológico

Los documentos se clasifican en varios colores tipo semáforo tecnológico que indican el nivel de implementación de la tecnología en el país

Tecnología en investigación que no ha sido estudiado o reglamentado por entidades del sector.

La tecnología se aplica de manera focal y se encuentra en estudio por parte de las entidades del sector.

La tecnología se aplica de manera escalable y se encuentran políticas y regulaciones focales establecidas.

La tecnología se aplica a través de servicios  y se encuentran políticas y regulaciones transversales establecidas.

La tecnología se aplica de manera generalizada  y se tiene un despliegue masivo de esta.

Para acceder a todos los documentos publicados y descargarlos ingresa aquí