El sistema energético mundial atraviesa una grave crisis, y desarrollar la capacidad de conseguir un balance cero en la próxima década puede ser la transición más importante que la humanidad haya necesitado hacer jamás. La tecnología Blockchain podría mejorar potencialmente el sector energético al permitir transacciones más eficientes y seguras, así como promover la descentralización de otras industrias y fomentar el uso de fuentes de energía renovables. Sin embargo, para evitar consecuencias negativas no deseadas, es importante abordar cuestiones como el elevado consumo de energía y la posible concentración del control en el uso de blockchain para la energía. Además, debe prestarse especial atención a la gobernanza y la regulación de blockchain en el sector energético para garantizar su uso responsable. Blockchain tiene el potencial de revolucionar el sector energético al permitir la creación de sistemas descentralizados, eficientes y seguros para gestionar la producción, distribución y consumo de energía. Mediante contratos inteligentes, blockchain puede facilitar el comercio de energía entre iguales, facilitando a particulares y empresas la generación y venta de energía renovable a sus vecinos. Esto puede conducir a un uso más eficiente de las fuentes de energía renovables y reducir la dependencia de los proveedores de energía centralizados. Además, blockchain puede apoyar la integración de tecnologías emergentes como los vehículos eléctricos y las baterías inteligentes para el almacenamiento de energía, proporcionando sistemas energéticos más flexibles y resistentes. Sin embargo, para aprovechar estas posibilidades, el impacto energético de la propia cadena de bloques debe contabilizarse correctamente, garantizando que la creación de soluciones no cause más daños medioambientales de los que ahorra. La comunidad blockchain ha realizado un excelente trabajo que aclara cómo medir el consumo de energía de las diferentes soluciones; sin embargo, queda mucho por hacer para garantizar que las empresas, las soluciones y los protocolos en este espacio estén preparados para la regulación emergente. Los objetivos generales de este informe son, por lo tanto: esbozar principios orientadores y ofrecer una visión general de la situación actual en relación con el impacto medioambiental de determinadas tecnologías blockchain; esbozar un posible enfoque para una evaluación de impacto unificada que equilibre las perspectivas económica, medioambiental y social, de modo que las empresas y soluciones blockchain estén preparadas para la próxima normativa, en lugar de quedarse atrás; e ilustrar ejemplos de dónde y cómo se ha aplicado blockchain de forma eficaz a cuestiones tanto de demanda como de oferta de inversión en energía y blockchain, avanzando hacia soluciones de balance neto cero.
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