How governments can bring low-emission trucks to our roads – and fast

How governments can bring low-emission trucks to our roads – and fast

Los camiones eléctricos de batería (BEV) para el transporte de mercancías con recarga estacionaria tienen los niveles más altos de preparación tecnológica y las mayores probabilidades de implantarse rápidamente. Los presupuestos de carbono se reducen rápidamente, lo que significa que los responsables políticos disponen de poco tiempo para decidir qué tecnologías apoyar. Para tomar decisiones en un contexto tecnológico incierto, los gobiernos deberían apoyar tecnologías basadas en probabilidades. De este modo, los responsables políticos tendrían confianza para apoyar financieramente un número limitado de tecnologías prometedoras y evitar que se les acuse de «elegir ganadores». Es poco probable que la probabilidad relativa de que los BEV cumplan los objetivos políticos cambie a corto plazo, dado que otras tecnologías verán una adopción limitada que mejoraría rápidamente sus posibilidades o cambiaría la comprensión de sus principales inconvenientes. Los camiones eléctricos de batería gozan actualmente de mayor aceptación en el mercado que otras tecnologías debido al despliegue paralelo de los turismos eléctricos y a que varias tecnologías de descarbonización podrían beneficiarse de la infraestructura para vehículos eléctricos de batería. La inversión necesaria para introducir los camiones eléctricos de batería a gran escala será considerable. Sin embargo, puede ser relativamente incremental, comenzando con operaciones urbanas y de corto recorrido, donde los BEV tienen una alta probabilidad de éxito, y luego ampliando con el tiempo a aplicaciones más difíciles, como el transporte pesado de mercancías de larga distancia. El rápido despliegue de los BEV en aplicaciones de corta distancia ayudará a comprender las limitaciones técnicas que puedan tener en casos de uso más difíciles y a determinar si se necesitan tecnologías complementarias, como los biocombustibles o el hidrógeno, que probablemente no sean adecuadas para el mercado de masas. Las nuevas tecnologías bajas en carbono para reducir las emisiones de carbono en el sector del transporte de mercancías por carretera se encuentran en las primeras fases de comercialización en el mercado. Para cumplir los objetivos climáticos, hay que hacer más para desplegarlas más rápidamente. A largo plazo, los camiones de emisiones cero son más sostenibles y también menos costosos que los camiones convencionales actuales. Sin embargo, los gobiernos tienen que ayudar al mercado a superar una serie de obstáculos. Las empresas de transporte suelen ser pequeñas y operan en mercados muy competitivos. Los nuevos camiones de emisiones cero cuestan actualmente entre dos y tres veces más que los vehículos diésel convencionales, lo que los pone fuera del alcance de la mayoría de los transportistas. Los camiones de emisiones cero podrían llegar a ser competitivos en términos de coste total de propiedad dentro de una década, pero sólo si los volúmenes de producción aumentan lo suficiente como para generar economías de escala y reducir costes. Para ello será necesario un apoyo financiero inicial de los gobiernos. Los camiones de emisiones cero tienen que competir con los vehículos diésel convencionales, cuyos costes medioambientales no se reflejan adecuadamente en sus costos de explotación. Además, la lenta adopción de camiones de bajas emisiones se traduce en una baja demanda de infraestructuras de recarga y repostaje, necesarias para acompañar el crecimiento del parque de vehículos eléctricos, pero que deben ser muy utilizadas para ser viables desde el punto de vista financiero. A la luz de estos factores, los gobiernos deben desarrollar paquetes de políticas integrales para promover la adopción de vehículos de transporte de mercancías por carretera con bajas emisiones de carbono y la infraestructura que los respalda. Para dar forma a estos paquetes, será vital consultar a las partes interesadas de la industria. Las tecnologías que pueden desempeñar un papel en la descarbonización del transporte de mercancías por carretera incluyen camiones eléctricos de batería que utilizan recarga estacionaria, camiones eléctricos que se recargan utilizando sistemas eléctricos de carretera (ERS) y camiones que utilizan baterías intercambiables. 

Los camiones también podrían funcionar con biocombustibles, hidrógeno o combustibles electrónicos. Cada una de estas tecnologías presenta ventajas e inconvenientes, con distintos grados de certidumbre sobre su viabilidad. Los gobiernos deben fomentar la adopción de estas tecnologías, aunque no todas lleguen a implantarse masivamente en el mercado. Para tener éxito, las políticas deben apuntar a un resultado deseado y ser neutrales en cuanto a las tecnologías que lo logran. Esta neutralidad tecnológica ayuda a no cerrar la puerta a vías tecnológicas específicas. En su lugar, deja que las fuerzas del mercado elijan cómo alcanzar los objetivos de forma eficiente. Las políticas agnósticas con respecto a las tecnologías tienden a ser más resistentes al cambio tecnológico. La neutralidad tecnológica es especialmente importante para los objetivos basados en el desempeño, como las normas sobre emisiones de dióxido de carbono (CO2), que fijan un valor objetivo de intensidad de emisiones de CO2 (gCO2/km) que deben cumplir las flotas de vehículos. La neutralidad tecnológica también ayuda en la investigación científica fundamental con el desarrollo de nuevas tecnologías, desde el concepto inicial hasta las pruebas en las primeras fases. Sin embargo, la neutralidad tecnológica estricta tiene limitaciones cuando se trata del despliegue comercial de nuevas soluciones. Los gobiernos podrían financiar todas las opciones por igual, pero esto diluiría los fondos, obstaculizaría las economías de escala y no utilizaría las infraestructuras de forma óptima. Así pues, la neutralidad tecnológica es una característica deseable de una política, pero no un objetivo en sí mismo. Cuando se necesita apoyo financiero gubernamental pero los fondos son limitados, sólo pueden financiarse algunas tecnologías. Inevitablemente, los gobiernos tendrán que priorizar los fondos y gastarlos en los proyectos más prometedores. Esto también racionaliza los esfuerzos al establecer una dirección a largo plazo sobre qué tecnologías se cree que tienen más probabilidades de cumplir los objetivos políticos. Estos gobiernos han creado iniciativas políticas que promueven activamente los camiones con bajas emisiones de carbono mediante ayudas financieras y normativas vinculantes para tecnologías específicas y la infraestructura asociada. Muchas soluciones tecnológicas para descarbonizar el transporte de mercancías por carretera son posibles en principio, pero no todas son también probables. Algunas sólo son viables bajo supuestos específicos que requerirían cambios ambiciosos o incluso inverosímiles. Para establecer prioridades de forma eficaz, los gobiernos deben comparar y evaluar las tecnologías de forma imparcial y transparente. La mejor manera de hacerlo es considerar la probabilidad de que las tecnologías emergentes cumplan con éxito un objetivo político. Con una evaluación sólida de su potencial de éxito, los gobiernos deberían definir un umbral mínimo de probabilidad. Por encima de este umbral de probabilidad, las pruebas de la viabilidad de una tecnología y su eficacia para apoyar el objetivo político justifican el apoyo a su ampliación. Cuando haya cada vez más pruebas de que determinadas tecnologías no cumplirán los requisitos de probabilidad, los gobiernos deberían retirar progresivamente el apoyo a su comercialización masiva. Hay cuatro criterios especialmente importantes para determinar la probabilidad de que una tecnología descarbonice efectivamente el transporte de mercancías por carretera: la madurez de la tecnología, el potencial para ser competitiva en costes, el potencial para ser sostenible y baja en carbono y el potencial para un despliegue rápido.

Los camiones diésel pesados emiten casi tres cuartas partes de todo el CO2 del transporte de mercancías. También se encuentran entre los tipos de vehículos más difíciles de alimentar con combustibles sostenibles. Este informe revisa qué tecnologías emergentes muestran la más promesa de reducir drásticamente las emisiones de transporte de mercancías por carretera. También propone un enfoque para que los gobiernos decidan qué tecnologías merecen apoyo y, por lo tanto, aceleren la transición urgente hacia el transporte por carretera limpio. El informe explora cómo los gobiernos pueden acelerar la adopción de camiones de bajas emisiones en nuestras carreteras. Destaca que los camiones representan una parte significativa de las emisiones de gases de efecto invernadero en el sector del transporte y que su electrificación es fundamental para cumplir con los objetivos de reducción de emisiones. Se señala que, aunque los camiones eléctricos tienen un potencial considerable, su adopción ha sido lenta debido a diversos desafíos, como los altos costos iniciales, la falta de infraestructura de carga y la limitada disponibilidad de modelos adecuados para diferentes usos. El informe sugiere que los gobiernos pueden desempeñar un papel crucial en la aceleración de la transición hacia camiones de bajas emisiones a través de una serie de medidas políticas y regulatorias. Entre estas medidas se incluyen incentivos financieros, como subvenciones y exenciones fiscales, para reducir los costos iniciales de adquisición de camiones eléctricos y promover la instalación de infraestructura de carga. También se destaca la importancia de establecer estándares de emisiones más estrictos y de implementar programas de incentivos para la retirada de camiones diésel más antiguos y contaminantes. Además, el informe destaca la necesidad de fomentar la colaboración entre los sectores público y privado, así como de aumentar la concienciación y la educación sobre los beneficios de los camiones de bajas emisiones. Se señala que la transición hacia una flota de camiones más limpia requerirá una planificación cuidadosa y una coordinación efectiva entre todos los actores involucrados. En resumen, el informe subraya que los gobiernos tienen la capacidad y la responsabilidad de impulsar el cambio hacia camiones de bajas emisiones y que la acción rápida es crucial para lograr una reducción significativa de las emisiones en el sector del transporte.

Para leer más ingrese a:

 

¡Haz clic para puntuar esta entrada!
(Votos: 0 Promedio: 0)

Compartir artículo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Busca los documentos, noticias y tendencias más relevantes del sector eléctrico

Buscador de documentos
Buscador de noticias y tendencias

Banco de Información

Descripción del semáforo tecnológico

Los documentos se clasifican en varios colores tipo semáforo tecnológico que indican el nivel de implementación de la tecnología en el país

Tecnología en investigación que no ha sido estudiado o reglamentado por entidades del sector.

La tecnología se aplica de manera focal y se encuentra en estudio por parte de las entidades del sector.

La tecnología se aplica de manera escalable y se encuentran políticas y regulaciones focales establecidas.

La tecnología se aplica a través de servicios  y se encuentran políticas y regulaciones transversales establecidas.

La tecnología se aplica de manera generalizada  y se tiene un despliegue masivo de esta.

Para acceder a todos los documentos publicados y descargarlos ingresa aquí