El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ofrece productos y servicios financieros innovadores para el clima y el riesgo de desastres con el objetivo de ayudar a los países miembros prestatarios en América Latina y el Caribe a fortalecer su resiliencia y sostenibilidad fiscal. La región enfrenta una exposición y vulnerabilidad significativas a los efectos del cambio climático y los desastres naturales, lo que representa riesgos crecientes para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible de la ONU. Para catalizar la adaptación, el BID ha desarrollado nuevos productos financieros para el clima y el riesgo de desastres con el fin de capacitar a los países para gestionar proactivamente estos riesgos, mejorar la gestión financiera y construir resiliencia mientras fortalecen sus posiciones fiscales. Esto incluye la Facilidad de Crédito Contingente, la Cláusula de Deuda Resiliente al Clima, productos de transferencia de riesgos y soluciones financieras integradas. Por otro lado, se discute la importancia de fortalecer la gestión financiera del riesgo climático y de desastres en las regiones de América Latina y el Caribe (LAC). Se destaca que desde 1980, los desastres naturales en LAC, incluidos los causados por extremos climáticos, han afectado en promedio a alrededor de 7 millones de personas cada año y han causado pérdidas económicas anuales promedio de $9.9 mil millones. La ocurrencia de desastres naturales ha mostrado una clara tendencia al alza en las últimas décadas, en gran parte debido a los aumentos en los peligros relacionados con el clima como ciclones tropicales, inundaciones, sequías e incendios forestales. Tanto las pérdidas humanas como económicas también han aumentado considerablemente en las últimas décadas. Con las temperaturas globales proyectadas para aumentar aún más en este siglo, es probable que la frecuencia, intensidad y duración de los peligros relacionados con el clima también aumenten. La ocurrencia de estas amenazas, interactuando con sistemas humanos y naturales expuestos y vulnerables, puede resultar en desastres catastróficos que obstaculizan el desarrollo en los países de LAC. El documento menciona que el Banco Interamericano de Desarrollo sigue un enfoque estratégico para ayudar a los países de LAC a construir resiliencia financiera frente a los choques climáticos y de desastres, y alcanzar un equilibrio entre la reducción de riesgos, la transferencia de riesgos y la gestión de riesgos residuales a través de soluciones innovadoras de financiamiento para el clima y el riesgo de desastres. Por último, se discute un enfoque estratégico para la gestión del riesgo financiero proveniente del clima y los desastres naturales. Sugiere el uso de una combinación de diferentes instrumentos financieros adaptados al perfil de riesgo específico y las necesidades de un país. Los instrumentos con menor probabilidad, pero mayores pérdidas potenciales, como la deuda contingente y los mecanismos de transferencia de riesgos, generalmente son más rentables para cubrir eventos. Los fondos de reserva y los recursos presupuestarios son más adecuados para financiar inversiones de prevención/mitigación y eventos recurrentes de pérdidas menores. El documento luego seguidamente habla sobre la Facilidad de Crédito Contingente del Banco Interamericano de Desarrollo, que proporciona acceso preestablecido al crédito para países afectados por desastres naturales o emergencias de salud pública. El objetivo es fortalecer la gestión financiera de tales riesgos.
El documento detalla dos instrumentos financieros clave ofrecidos por el Banco Interamericano de Desarrollo para abordar los desafíos relacionados con desastres naturales y riesgos de salud pública en América Latina y el Caribe. En primer lugar, la Facilidad de Crédito Contingente por Catástrofes (CCF) brinda cobertura de seguros paramétricos, ofreciendo hasta $300 millones o el 2% del PIB para desastres naturales, y hasta $100 millones o el 1% del PIB para eventos naturales o de salud pública. Este mecanismo innovador permite una rápida respuesta financiera a los países miembros en caso de desastres, utilizando datos satelitales y de teledetección para verificar eventos elegibles y desembolsar fondos dentro de los 30 días posteriores al evento. Además, la CCF ofrece flexibilidad en el uso de los fondos, con términos de hasta 25 años para la devolución de los préstamos, incluyendo un período de gracia de 5.5 años y una tasa de interés basada en la Tasa de Financiamiento Nocturno Asegurado (SOFR) más un margen específico del fondo. En segundo lugar, se aborda la cláusula de deuda resiliente al clima del BID, también conocida como cláusula de pausa de la deuda. Esta disposición permite a los países diferir los pagos de capital de sus préstamos hasta por dos años después de un desastre natural. Los pagos diferidos se reembolsan luego a través de las futuras cuotas regulares del préstamo. Esta herramienta ofrece alivio financiero temporal a los países miembros después de un desastre, permitiéndoles redirigir fondos hacia gastos públicos esenciales. Es importante destacar que la pausa en la deuda solo se aplica a los pagos de capital, y los pagos de intereses deben realizarse puntualmente. Esta cláusula, incorporada en los contratos de préstamo del BID desde julio de 2021, está disponible para países con un fondo de cobertura de catástrofes activo que incluya seguro paramétrico. Con estas innovadoras herramientas financieras, el BID busca fortalecer la resiliencia financiera y climática de los países de la región, ofreciendo soluciones efectivas y flexibles para enfrentar los crecientes riesgos asociados con desastres naturales y eventos de salud pública.
En un mismo orden de ideas, se detallan las diversas soluciones financieras innovadoras que el Banco Interamericano de Desarrollo ofrece para abordar los riesgos climáticos y de desastres en América Latina y el Caribe. Una de estas soluciones es la Cláusula de Deuda Resiliente al Clima del BID, que brinda a los países prestatarios la opción de diferir los pagos de capital por hasta dos años después de un desastre natural calificado. Se proporcionan detalles sobre los horarios de amortización antes y después de ejercer esta opción, junto con los costos asociados, como una tarifa anual del 5 por ciento calculada sobre el saldo del préstamo. Adicionalmente, se explica la cobertura de seguros paramétricos ofrecida por el BID, donde los pagos se activan en función de parámetros predefinidos, como la magnitud de un terremoto, lo que permite desembolsos rápidos después de desastres calificados. Se detallan los costos de esta cobertura, que incluyen primas determinadas por condiciones de mercado y detalles de la cobertura, así como tarifas por asesoramiento legal, agentes de cálculo y modelado. Asimismo, se discuten otras soluciones, como el CCF, que proporciona recursos financieros inmediatos para desastres naturales y emergencias de salud pública, y el Instrumento de Protección Catastrófica, que ofrece pagos en efectivo no reembolsables después de eventos de alto impacto. Estas herramientas buscan fortalecer la resiliencia y la gestión fiscal de los riesgos de desastres en la región, reflejando el compromiso del BID con la mitigación de riesgos climáticos y la promoción del desarrollo sostenible en América Latina y el Caribe.
En general, el documento proporciona una visión integral de las soluciones financieras innovadoras ofrecidas por el Banco Interamericano de Desarrollo para abordar los desafíos relacionados con el cambio climático y los desastres naturales en América Latina y el Caribe (ALC). En primer lugar, destaca la importancia de fortalecer la resiliencia y la sostenibilidad fiscal de los países de la región, dados los crecientes riesgos derivados del cambio climático y los desastres naturales. Para abordar estos desafíos, el BID ha desarrollado una serie de productos financieros específicos, como la Facilidad de Crédito Contingente (CCF) y la Cláusula de Deuda Resiliente al Clima, que permiten a los países miembros gestionar proactivamente los riesgos, mejorar la gestión financiera y construir resiliencia mientras fortalecen sus posiciones fiscales. Estas soluciones están diseñadas para proporcionar acceso rápido a financiamiento en caso de desastres, utilizando tecnologías innovadoras como la teledetección y los datos satelitales para verificar eventos elegibles y desembolsar fondos de manera eficiente. Además, se describen otras herramientas, como la cobertura de seguros paramétricos, que complementan estas soluciones financieras y ayudan a los países a hacer frente a los riesgos asociados con los desastres naturales y eventos de salud pública. En resumen, el BID está comprometido en fortalecer la resiliencia financiera y climática de los países de la región, ofreciendo soluciones efectivas y flexibles para enfrentar los crecientes desafíos en materia de desastres y cambio climático en América Latina y el Caribe. Para leer más ingrese a: