La transición global hacia energías limpias constituye un pilar fundamental en la lucha contra el cambio climático, pero también implica cambios significativos en los mercados laborales, especialmente en economías en desarrollo. El informe examina el potencial de creación de empleo derivado de estas inversiones en energías renovables y transiciones energéticas, así como los desafíos y oportunidades que surgen en el proceso. Se destaca que, si bien estas iniciativas pueden generar ganancias de empleo a nivel macroeconómico, también plantean desafíos específicos, como la reubicación de trabajadores de industrias de combustibles fósiles en declive y la necesidad de reentrenamiento y desarrollo de nuevas habilidades. Además, se evidencia la importancia de estrategias para maximizar la participación local y la equidad de género en la creación de empleo asociada a proyectos de energía limpia. La necesidad de políticas y programas que fomenten la transición justa y proporcionen apoyo a las comunidades afectadas se vuelve crucial, así como el desarrollo de cadenas de suministro locales y programas de capacitación vocacional para satisfacer las demandas del mercado laboral emergente. En resumen, el informe destaca la complejidad y la necesidad de un enfoque integral para garantizar que la transición hacia energías limpias no solo sea ambientalmente sostenible, sino también socialmente inclusiva y económicamente beneficiosa para todas las partes involucradas.
El avance hacia una energía limpia a nivel mundial se vuelve cada vez más imperativo para limitar el calentamiento global y mitigar los efectos del cambio climático. Esta transición implica reemplazar los combustibles fósiles con fuentes de energía limpia y electrificar industrias, al tiempo que se logra un acceso universal a la energía. Sin embargo, este proceso no solo implica una transformación tecnológica, sino que también tiene un impacto significativo en el empleo, tanto en las industrias tradicionales de combustibles fósiles como en las nuevas industrias de energía limpia. Se espera que el número de empleos en el sector energético aumente a nivel mundial en cualquier escenario, pero especialmente bajo un escenario de cambio climático limitado a 1.5°C. Si bien habrá pérdidas de empleo en las industrias de combustibles fósiles, estas serán compensadas por ganancias en sectores de energía renovable y otras energías limpias. Los gobiernos tienen un papel fundamental en facilitar la transición de los trabajadores y las empresas a través de la planificación, políticas de protección social, capacitación, etc. Evaluar los impactos en el empleo es crucial para superar la resistencia al cambio, fomentar la inversión en nuevas habilidades y promover la transición lejos de los combustibles fósiles. La recolección de datos a nivel del proyecto proporciona detalles necesarios para análisis globales más precisos y detallados. Asimismo, se analizan diferentes metodologías utilizadas para evaluar el impacto de la transición energética en el empleo, desde enfoques de modelado macroeconómico hasta evaluaciones empíricas utilizando microdatos. Estos enfoques varían en complejidad técnica y en la capacidad para modelar los efectos estáticos y dinámicos en el empleo. Se destaca la necesidad de comprender mejor los mecanismos por los cuales los proyectos energéticos crean diferentes tipos de empleo y los impactos en los países en desarrollo. Asimismo, se discuten diversos escenarios modelados para evaluar los impactos de diferentes inversiones y políticas de energía limpia en economías en desarrollo, encontrando efectos positivos en el crecimiento económico, la demanda laboral y los salarios. Por ejemplo, en un análisis de cuatro escenarios dirigidos a expandir el acceso a la energía limpia en nueve países de África subsahariana, se encontró que todos los escenarios tenían efectos positivos en el PIB real, la demanda laboral y los salarios. El escenario 3, que implicaba reducir los cortes de energía a través de inversiones adicionales en transmisión y distribución, produjo las mayores ganancias de PIB para la mayoría de los países. En general, estos análisis ofrecen una visión prometedora de los beneficios potenciales de una transición hacia una energía más limpia en términos de empleo y desarrollo económico en regiones clave del mundo.
El análisis de los impactos laborales de las inversiones en energía limpia en economías en desarrollo revela una serie de hallazgos significativos. Estos proyectos de infraestructura energética sostenible generan una cantidad considerable de empleos directos durante la fase de construcción, los cuales suelen ser temporales pero de alta calidad. Sin embargo, la fase de operación y mantenimiento crea menos empleos directos, aunque estos tienen una duración considerable a lo largo de décadas. La mayoría de los empleos directos creados requieren mano de obra semi-calificada o no calificada, y los proyectos de eficiencia energética pueden movilizar a más trabajadores calificados que otros proyectos de energía sostenible. Además, proyectos a gran escala que implican adquisición de tierras y reasentamiento también generan empleos adicionales relacionados con la reubicación, la restauración de medios de vida y el desarrollo local. Por otro lado, los proyectos de electrificación requieren asistencia técnica y divulgación para que los nuevos usuarios maximicen la adopción y los usos productivos de la energía. Estos hallazgos se ilustran a través de estudios de caso en diversos países, como India, Nigeria, Pakistán, África Oriental, Malawi, Perú y Kosovo, donde se examinan proyectos de energía renovable, infraestructura de red y eficiencia energética. Po otro lado, los estudios de caso revelan que la creación de empleo se distribuye en tres categorías: empleos directos, indirectos e inducidos. En la mayoría de los casos, la construcción domina la creación de empleo directo, especialmente en proyectos de infraestructura a gran escala. Estos empleos suelen ser de corto plazo, mientras que los empleos de operación y mantenimiento proporcionan una fuente de empleo a largo plazo a lo largo de la vida útil del proyecto. La creación de empleos en el desarrollo local también es un aspecto importante, especialmente en proyectos que requieren reasentamiento comunitario o mejoras en la infraestructura. Además, estos proyectos pueden mejorar los medios de vida al atraer a trabajadores de grupos subempleados. La creación de empleos indirectos se logra a través de cadenas de suministro, tanto nacionales como internacionales, mientras que los empleos inducidos pueden surgir de la expansión del acceso a la electricidad y la habilitación de actividades productivas y empresariales. Estos análisis detallados de casos muestran cómo los proyectos de energía limpia pueden tener un impacto significativo en la creación de empleo en diversos sectores y regiones, destacando la importancia de entender las dinámicas laborales en el contexto de la transición hacia una economía más sostenible.
La creación de empleo y la contratación local en proyectos de energía renovable e infraestructura resalta la importancia de involucrar a las comunidades locales en el proceso de transición energética. Un ejemplo notable es el proyecto hidroeléctrico Rampur en India, donde se observó que la capacitación de trabajadores locales no solo abordaba las brechas de habilidades existentes, sino que también fortalecía el respaldo comunitario hacia el proyecto. Aunque las políticas de contratación local pueden generar beneficios significativos al aumentar la riqueza en las comunidades anfitrionas, su implementación puede verse obstaculizada por la falta de calificaciones adecuadas entre la población local, lo que puede generar demoras en la ejecución de los proyectos. Además, la creación de empleo en proyectos de infraestructura se caracteriza por una abundancia de trabajos temporales de construcción, pero una escasez de empleos permanentes de operación, lo que destaca la importancia de programas de transferencia de habilidades para mitigar la inseguridad laboral en las comunidades afectadas. En otra instancia, se examina la movilidad laboral y la durabilidad de los empleos en el contexto de la transición energética. Mientras que los trabajadores calificados pueden ser reasignados a otros proyectos con relativa facilidad, aquellos sin calificaciones específicas, que generalmente son contratados localmente, enfrentan desafíos significativos debido a los costos asociados con la reubicación. En este sentido, se destaca la necesidad de planificar y organizar proyectos energéticos a largo plazo que consideren la movilidad laboral y la transferencia de habilidades como parte integral de la estrategia de desarrollo local. Además, la participación de las mujeres en estos proyectos sigue siendo baja, y la implementación de medidas específicas para mejorar la equidad de género en la contratación y retención de personal se vuelve fundamental para promover la inclusión y la diversidad en el sector de la energía renovable. Por último, se discuten estrategias para apoyar a los trabajadores afectados por el cierre de plantas de energía a base de carbón, enfatizando la importancia de una transición justa que considere alternativas laborales viables y programas de reentrenamiento adaptados a las necesidades locales.
La transición de las plantas de energía a base de carbón hacia fuentes de energía renovable plantea desafíos significativos en términos de apoyo a los trabajadores afectados y la reestructuración de las comunidades locales. Ante el cierre de estas plantas, muchos trabajadores sin habilidades especializadas han enfrentado dificultades para encontrar nuevos empleos. Se destaca la necesidad de programas de reciclaje y oportunidades laborales alternativas como parte de una transición justa para los trabajadores. El paquete de apoyo durante esta transición dependerá de diversas variables, como las opciones para reutilizar el sitio de la planta, las habilidades de los trabajadores, sus preferencias laborales y la demanda de otros empleos en la región. En áreas dependientes del carbón con pocas industrias alternativas, puede ser necesario crear nuevos empleos para compensar las pérdidas en el sector. Además, se abordan las estrategias para reutilizar los sitios de las plantas, que incluyen la implementación de energías renovables, almacenamiento de energía, agricultura, turismo y parques de investigación. Sin embargo, la selección de la mejor opción depende de diversos factores, como la disponibilidad de recursos, las necesidades económicas y sociales, y los factores técnicos. Igualmente, se analizan las vías de transición laboral para los trabajadores desplazados de las plantas de energía a base de carbón. Aunque los datos sobre la demografía de estos trabajadores son limitados en países en desarrollo, se observa que tienden a ser más jóvenes que en naciones más desarrolladas. En muchos casos, los trabajadores más jóvenes pueden ser reasignados a otras instalaciones, mientras que los trabajadores mayores optan por jubilarse. Sin embargo, se señala que las opciones de transición laboral pueden ser limitadas debido a la falta de alternativas laborales en las comunidades locales, especialmente considerando que los trabajos en el sector del carbón suelen pagar más que otras opciones disponibles. La reubicación hacia trabajos en sectores no energéticos puede ser complicada debido a la falta de información y al apego emocional hacia el trabajo en el sector del carbón. En este sentido, se subraya la importancia de involucrar a las comunidades locales en el proceso de transición para garantizar una transición justa y equitativa para todos los afectados.
La transición de la energía lejos de los combustibles fósiles hacia fuentes de energía limpia tiene el potencial de generar impactos positivos en la creación de empleo tanto en el sector energético como en la economía en general. Se espera que la mayoría de los nuevos empleos sean indirectos, creados por la creciente actividad económica a partir de las inversiones en energía limpia. Sin embargo, esta transición no será automática y muchos trabajadores del sector de combustibles fósiles pueden necesitar reciclaje laboral para empleos en sectores como la manufactura y la construcción, que son más compatibles con las nuevas necesidades del mercado. Los empleos en energía limpia suelen requerir habilidades digitales y movilidad entre sitios de instalación. Las inversiones en comunidades locales pueden generar empleos estables a largo plazo, por ejemplo, en escuelas y hospitales, mejorando así los medios de vida mientras se implementan grandes proyectos energéticos. Se crean empleos en toda la cadena de suministro de energía limpia en la manufactura y los materiales, y los gobiernos pueden intentar desarrollar algunas de estas cadenas de suministro localmente. La mayoría de los empleos en energía limpia no requieren títulos avanzados, sino más bien formación profesional y en el trabajo para habilidades como la construcción. Los empleos de operación y mantenimiento son posiciones a largo plazo. Es crucial abordar la pérdida de empleos en industrias de alta emisión como el carbón para que la transición sea socialmente aceptable, debido a que comunidades enteras pueden depender de estas industrias. Se discute el desarrollo de una teoría del cambio (TOC) para proyectos de energía limpia que tienen como objetivo crear empleos. Una TOC describe la relación causal entre las actividades del proyecto, los resultados, los impactos a corto plazo y los impactos a largo plazo. Ayuda a garantizar que un proyecto esté basado en evidencia e informa sobre el monitoreo del desempeño. La TOC presentada traza cómo las inversiones en infraestructura, el desarrollo de capacidades, los incentivos y el desarrollo comunitario en un proyecto de energía limpia pueden crear empleos directos, indirectos e inducidos en diferentes etapas. Hace hincapié en la medición de los empleos creados a través de indicadores como la equidad laboral (desagregada por género y vulnerabilidad) y la calidad del empleo (salarios, seguridad, formalidad). La TOC también identifica supuestos clave que deben mantenerse, como las normas socioculturales que respaldan el empleo de las mujeres. Se concluye con recomendaciones como utilizar fondos para la capacitación laboral de las comunidades locales afectadas por proyectos de infraestructura, realizar análisis de la industria para identificar segmentos competitivos de la cadena de suministro de energía limpia, incorporar lecciones de proyectos anteriores y exigir la recopilación de datos desagregados por género y incentivos para mejorar el equilibrio de género en los empleos. Se destaca la necesidad de consulta local e investigación socioeconómica para las intervenciones.
En resumen, la transición hacia la energía limpia conlleva la promesa de generar una cantidad significativa de empleos, especialmente a través de la actividad económica inducida por las inversiones en este sector. Sin embargo, este cambio no será automático y requerirá esfuerzos concertados para reentrenar y adaptar a los trabajadores del sector de combustibles fósiles a nuevas oportunidades laborales en sectores compatibles con la energía limpia. Es esencial abordar la pérdida de empleos en industrias de alta emisión para garantizar una transición justa y socialmente aceptable, y estrategias como el desarrollo de teorías del cambio y programas de reskilling juegan un papel clave en este proceso.