El informe analiza aspectos críticos relacionados con el desarrollo sostenible e inclusivo en América Latina y el Caribe (ALC). El informe ofrece recomendaciones políticas para movilizar y atraer inversiones que ayuden a avanzar hacia un mejor modelo productivo, crear empleos de calidad y mejorar el bienestar de los ciudadanos. La edición de 2023 analiza las tendencias socioeconómicas y de inversión, presenta mecanismos de financiación innovadores y concretos y destaca el papel clave de la gobernanza y las instituciones para promover nuevas inversiones, respondiendo al mismo tiempo a las demandas de los latinoamericanos. Por último, el informe subraya la necesidad de reforzar las alianzas internacionales para impulsar una mejor inversión y potenciar el desarrollo regional. América Latina y el Caribe (ALC) tiene un enorme potencial para asegurar una trayectoria de desarrollo más sólida y sostenible. Para aprovechar este potencial, la región necesita una agenda de inversiones más ambiciosa y completa. La 16ª edición de Perspectivas Económicas de América Latina: Invertir en desarrollo sostenible propone estrategias para impulsar la inversión en la región de ALC, con el fin de ayudar a los responsables políticos, al sector privado y a los socios internacionales. La región cuenta con activos únicos. ALC cuenta con una gran riqueza en recursos naturales, biodiversidad y energía verde. Tiene una población joven y culturalmente diversa, y su economía ofrece oportunidades en sectores tan variados como la agroindustria, el turismo sostenible, las energías renovables y la fabricación relacionada con la salud. Tiene un gran mercado interior sin explotar y está bien situada para integrarse aún más en las cadenas de valor mundiales. A pesar de estas ventajas, el progreso socioeconómico de la región se ha estancado en los últimos años. La pobreza, con un 29%, y la pobreza extrema, con un 11,2%, se mantienen por término medio en los niveles anteriores a la pandemia, y las desigualdades son elevadas. Los persistentes retos estructurales limitan la región de ALC. Los países de ALC necesitan invertir en educación y capacitación y crear más y mejores empleos formales, dado que en alrededor del 43% de los hogares de la región todos sus miembros trabajan de manera informal. Necesitan aplicar políticas ambiciosas de desarrollo productivo para aumentar el valor añadido local, aprovechar el potencial de crecimiento de nuevos sectores, maximizar los beneficios de la transformación digital y ayudar a afrontar los retos mundiales, en particular la transición ecológica. Para alcanzar estos objetivos, los países de ALC deben aumentar masivamente la inversión nacional y extranjera, tanto de fuentes públicas como privadas. Con sólo el 20% del producto interior bruto, la inversión total en ALC representa uno de los porcentajes más bajos de todas las regiones del mundo. Estas Perspectivas ponen de relieve cómo los países de ALC pueden hacer frente a sus déficits de inversión. Las reformas fiscales pueden aumentar los ingresos y hacer que los sistemas tributarios y de gasto sean más eficientes y equitativos. Las instituciones financieras de desarrollo y las herramientas de financiación innovadoras pueden desempeñar un papel clave para ayudar a impulsar la inversión.
El informe subraya la importancia de unas instituciones públicas eficaces y de un diálogo sólido entre los agentes socioeconómicos para garantizar que la inversión se ajuste a las estrategias nacionales de desarrollo y atienda las prioridades sociales. Las asociaciones internacionales pueden ayudar a promover una nueva agenda de inversión, reuniendo a gobiernos, organizaciones internacionales, instituciones financieras de desarrollo y el sector privado. El Programa Global de Inversiones UE-ALC constituye un paso adelante fundamental. Los países de América Latina y el Caribe están dispuestos a colaborar para apoyar los esfuerzos de la región y confían en que esta Perspectiva proporcione una base sólida para definir un programa de inversiones que encamine a la región hacia un mayor bienestar para todos. La estructura productiva de ALC se caracteriza por bajos niveles de productividad. Las inversiones en capital físico, conocimiento e innovación, tanto de origen nacional como extranjero, serán un motor fundamental de la transformación productiva. La inversión en I+D se ha mantenido baja en las dos últimas décadas, en torno al 0,65% del PIB de media, muy por debajo de la media de la OCDE, que rondaba el 2,7% del PIB en 2022, y casi el 60% es impulsada por los gobiernos. Además, la inversión en sectores estratégicos permitirá a la región aprovechar oportunidades sin explotar, especialmente las asociadas a la transición ecológica y la transformación digital. Estos sectores pueden agruparse en cuatro grandes áreas, interrelacionadas entre sí y en las que existen nuevas oportunidades de inversión y creación de empleo: i) la transición verde; ii) la transformación digital; iii) la salud y la economía de los cuidados; y iv) la agricultura sostenible y los sistemas alimentarios. En términos de creación de empleo verde, varias actividades muestran un alto potencial, incluyendo la fabricación sostenible de alimentos, la administración pública (por ejemplo, en relación con la planificación y aplicación de políticas sostenibles); la construcción sostenible; el transporte sostenible; y el comercio sostenible (por ejemplo, vinculado a modelos de negocio más sostenibles y circulares). Dado que las nuevas ocupaciones verdes están relacionadas en su mayoría con conocimientos y competencias científicas avanzadas, es más probable que se asignen a hombres con un alto nivel educativo y tienden a ser empleos formales. Esto significa que los empleos verdes tienen una importante contribución potencial al aumento de la formalización en ALC, especialmente si se combinan con políticas activas del mercado laboral y con políticas para mejorar la empleabilidad femenina.
El informe ofrece un análisis detallado de la situación económica en América Latina, presentando una visión general de los principales desafíos y oportunidades que enfrenta la región. Este informe destaca la compleja interacción entre factores internos y externos que impactan en el desarrollo económico de los países latinoamericanos. Entre los aspectos abordados se encuentran las tendencias macroeconómicas, la evolución del comercio internacional, la inversión extranjera, así como también los desafíos sociales y políticos. Se destaca que, si bien algunos países de la región han experimentado un crecimiento económico moderado, persisten desafíos significativos, como la desigualdad, la pobreza, la inestabilidad política y la falta de diversificación económica. La dependencia de materias primas y la volatilidad de los precios internacionales continúan siendo preocupaciones centrales para varios países latinoamericanos, afectando su estabilidad económica y fiscal. Asimismo, el informe resalta la importancia de la implementación de políticas económicas sólidas y sostenibles que promuevan la diversificación económica, la innovación y la inclusión social. Se hace hincapié en la necesidad de fortalecer la infraestructura, mejorar la educación y fomentar la creación de empleo para estimular un crecimiento más equitativo y sostenible en la región. Además, se exploran posibles vías para aprovechar mejor el potencial económico de América Latina, destacando la importancia de la integración regional, el desarrollo de cadenas de valor agregado y la promoción de la inversión en sectores clave como la tecnología, la energía renovable y la industria manufacturera. El informe concluye subrayando la relevancia de políticas colaborativas entre gobiernos, el sector privado y la sociedad civil para enfrentar los desafíos económicos y sociales en la región latinoamericana.
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https://www.oecd-ilibrary.org/development/latin-american-economic-outlook-2023_8c93ff6e-en