La transición hacia una economía circular representa un imperativo contemporáneo para abordar los desafíos ambientales y económicos que enfrenta el Reino Unido, además de que los beneficios de la transición hacia una economía circular en el Reino Unido abarcan la perspectiva nacional, empresarial y del consumidor. Una economía circular se basa en la reducción, reutilización, reparación y reciclaje de recursos para utilizar menos recursos naturales, lo cual es necesario para un crecimiento sostenible a largo plazo. Aunque el gobierno del Reino Unido se comprometió a mejorar la eficiencia de recursos en 2018, el progreso ha sido lento, con objetivos de reciclaje pospuestos y ninguna política para mantener los materiales fuera de los residuos a través de la reutilización y la reparación. Estudios predicen un efecto positivo pero pequeño en el PIB y la creación neta de empleo a partir de una mayor eficiencia de recursos, pero estos modelos pueden exagerar los costos y subestimar los beneficios al no considerar la reducción total del uso de recursos en comparación con la actualidad. Se consultó a expertos que creen que una investigación adicional que tenga en cuenta la reducción de recursos mostraría resultados más positivos. Entrevistas con diez empresas circulares encontraron que algunas pueden expandirse hacia nuevos nichos y aumentar las ganancias a través de modelos de alquiler y reventa. El análisis muestra que los consumidores pueden ahorrar sustancialmente comprando artículos de segunda mano o reparados, aunque se necesita políticas para apoyar mejor el acceso a estas opciones. Dada la evidencia de beneficios para la economía, las empresas, los consumidores y el medio ambiente, el informe recomienda que el gobierno del Reino Unido priorice siete acciones para acelerar la transición, como mejorar el acceso a datos, utilizar impuestos estratégicamente, establecer un objetivo de uso de recursos para 2050, financiar cambios en los modelos comerciales circulares y apoyar el acceso de los consumidores a bienes reutilizados de alta calidad. En resumen, la economía circular busca reducir el consumo de materias primas y evitar el desperdicio manteniendo los productos y materiales en uso durante el mayor tiempo posible a través de la reutilización, reparación, remanufactura y reciclaje. Sin embargo, existe una brecha entre las aspiraciones del gobierno para una economía circular y los objetivos y políticas concretas, lo que se centra en el reciclaje en lugar de prioridades más altas como la reducción y la reutilización. Este informe revisa la evidencia sobre los efectos macroeconómicos de la circularidad a partir de 28 estudios y analiza las suposiciones y cambios económicos sugeridos en estos modelos para comprender sus hallazgos principales de crecimiento neto del PIB y empleo. El objetivo es proporcionar claridad sobre los impactos reales para informar soluciones de políticas circulares de bajo riesgo que proporcionen beneficios tanto económicos como ambientales.
La transición hacia una economía circular plantea una serie de puntos clave respecto a los posibles impactos económicos, tanto a nivel mundial como en el contexto específico del Reino Unido. Los modelos económicos sugieren que esta transición tendría un impacto positivo moderado en el crecimiento del PIB para 2050 a nivel global, estimándose un aumento mediano del 3%. Este crecimiento se atribuye a la innovación tecnológica que reduce los costos de producción, liberando fondos para la inversión y el gasto del consumidor. Sin embargo, la disponibilidad de productos más baratos podría generar un «efecto rebote» de aumento del consumo, lo que podría socavar los objetivos circulares. Además, se prevé que los impactos en el empleo sean positivos en general, con un aumento mediano del 4.1% de los puestos de trabajo para 2050, principalmente debido a la transición hacia actividades más intensivas en mano de obra como la remanufactura, reparación y reciclaje. Sin embargo, la automatización podría reducir algunos empleos mientras crea posiciones más especializadas. Se destaca que los modelos actuales probablemente subestiman los beneficios económicos al no capturar completamente las interacciones económicas en toda la economía o los cambios estructurales a largo plazo, como la mejora de la productividad a través de innovaciones a gran escala. La adopción de prácticas circulares ofrece claras ventajas para el PIB y el medio ambiente a corto plazo, pero se requiere modelado más ambicioso a largo plazo para evaluar los objetivos de reducción del consumo de materiales. A nivel nacional, la adopción de políticas que fomenten la inversión circular es fundamental, con recomendaciones específicas que incluyen mejorar el acceso a datos sobre flujos de materiales, revisar el sistema fiscal para favorecer la economía circular y establecer objetivos vinculantes para reducir la huella material del Reino Unido. Además, se destaca el potencial de los modelos de negocio circulares para aumentar la rentabilidad de las empresas, crear empleo y mejorar la resiliencia de la cadena de suministro, aunque persisten barreras como sistemas fiscales desfavorables y falta de apoyo financiero para la transición hacia nuevos modelos. En conclusión, se subraya la importancia de políticas gubernamentales proactivas para estimular la inversión circular y aprovechar los beneficios económicos y ambientales de esta transición hacia un modelo económico más sostenible.
La promoción de una economía circular en el Reino Unido implica una combinación de políticas, incentivos y cambios en el comportamiento, tanto a nivel empresarial como individual. Este informe propone varias estrategias para fomentar la transición hacia un modelo económico más circular. Se sugiere inicialmente establecer un fondo gubernamental de £800 millones para respaldar a las empresas circulares que enfrentan altos costos iniciales o están en proceso de transición hacia modelos más sostenibles. Además, se destaca la necesidad de capacitar y reciclar a los trabajadores para nuevos empleos verdes en reciclaje, reparación y remanufactura, a medida que disminuye la extracción de recursos. Se argumenta que incentivar a las empresas a proporcionar dicha capacitación a través de deducciones fiscales sería beneficioso. Aunque los consumidores expresan interés en opciones más sostenibles, como comprar productos de segunda mano, reparar artículos y limitar el uso de plásticos de un solo uso, muchos luchan por actuar sobre estas intenciones debido a hábitos arraigados y la falta de alternativas convenientes. Se destaca que las empresas circulares podrían satisfacer mejor las necesidades del consumidor al ofrecer opciones más sostenibles y convenientes. Por ejemplo, la reventa de ropa puede ahorrar a los consumidores entre un 60% y un 90% del precio nuevo, mientras que la reventa de teléfonos puede ahorrar alrededor del 28% en promedio. Asimismo, la reparación de teléfonos puede ahorrar entre un 68% y un 87% en comparación con la sustitución. Sin embargo, la reparación de electrodomésticos y ropa puede costar lo mismo o más que las opciones nuevas más baratas. Se resalta que los jóvenes muestran menos interés en la propiedad, especialmente de automóviles, lo que indica un cambio cultural hacia modelos de negocio más circulares. En general, se proyecta que una economía circular reducirá los precios para el consumidor al introducir políticas y actividades más sostenibles. Sin embargo, se enfatiza la necesidad de políticas sólidas y compromisos gubernamentales a largo plazo para materializar estas oportunidades y construir la confianza del consumidor en elecciones más sostenibles.
La implementación de un marco y políticas de economía circular en el Reino Unido es fundamental para reducir el uso de recursos y estimular la inversión en modelos de negocio más sostenibles. Se argumenta que el gobierno debería establecer un objetivo legalmente vinculante para reducir el uso de recursos en toda la economía y utilizar políticas fiscales estratégicamente para alcanzar este objetivo. Esto ayudaría a impulsar la economía estancada al crear oportunidades en modelos de negocio circulares. Además, se discute cómo una transición hacia una economía circular podría tener impactos macroeconómicos y sociales positivos, pero las elecciones políticas son importantes para equilibrar los objetivos ambientales con los resultados económicos. Se aboga por que el gobierno brinde más apoyo a las empresas circulares, fortalezca la confianza del consumidor en opciones sostenibles y establezca un fondo dedicado de £800 millones para impulsar la economía circular en el Reino Unido. Desde una perspectiva económica y medioambiental, se destaca que la economía circular podría generar £82 mil millones para la economía del Reino Unido para el año 2030 y contribuir con el ocho por ciento de las reducciones de emisiones de carbono necesarias para el año 2035. Se argumenta que la economía circular debería recibir una cantidad proporcional de inversión para la descarbonización, estimada en £16.7 mil millones para el año 2035. Esto provendría principalmente de la inversión del sector privado, pero un fondo gubernamental de £800 millones podría ayudar a generar una mayor inversión privada con el tiempo. Se discuten varios modelos de negocio y políticas de economía circular en torno a la reutilización, reparación, alquiler y reciclaje que pueden beneficiar tanto a los consumidores como al medio ambiente. Se aboga por políticas como estándares de durabilidad de productos obligatorios, leyes de «derecho a reparación» y restricciones sobre productos no reparables para fomentar bienes de mayor duración y una economía más sostenible. Tras analizar lo planteado sobre la economía circular en el Reino Unido, se desprende la adopción de este enfoque para abordar los desafíos económicos, ambientales y sociales. Se destaca el potencial de la economía circular para impulsar el crecimiento económico, generar empleo y reducir las emisiones de carbono, al tiempo que se conservan los recursos naturales. Sin embargo, se hace hincapié en la necesidad de políticas gubernamentales sólidas, financiamiento adecuado y la participación de consumidores y empresas para facilitar esta transición. La educación y la capacitación también emergen como elementos esenciales para garantizar el éxito de la economía circular. En última instancia, la implementación efectiva de prácticas circulares en el Reino Unido requerirá un compromiso conjunto de todos los actores involucrados para lograr un modelo de desarrollo más sostenible y resiliente.
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