Descripción
El objetivo de este documento es realizar un análisis sobre los retos del despliegue de la infraestructura de medición avanzada (AMI) para habilitar y facilitar el uso amplio de las tarifas flexibles y la portabilidad de los usuarios. El documento se estructuró en cuatro capítulos. El primer capítulo se centró en el uso de tarifas flexibles, sean estas horarias o por franjas de horas durante el día. Se identifica que estos esquemas tarifarios buscan modificar el comportamiento de consumo de los usuarios mediante señales de precio horario, contribuyendo a un uso más eficiente de la red eléctrica. Su implementación requiere la existencia de mecanismos regulatorios que permitan flexibilidad sin afectar los derechos de los consumidores. Además, se destaca la importancia de la gestión del cambio como componente estratégico para la adopción tecnológica, tanto a nivel institucional como ciudadano. La infraestructura tecnológica debe garantizar la interoperabilidad de los medidores, las plataformas de gestión y aplicaciones orientadas al usuario. En el documento se describen las lecciones aprendidas y las mejores prácticas identificadas en países tales como Gran Bretaña, Francia, Italia, Estados Unidos, Japón y algunos pilotos en América Latina. Se describe cómo apalancados en el uso del medidor avanzado, estas tarifas pueden mejorar la eficiencia en el uso de la red eléctrica al incentivar un consumo más flexible por parte de los consumidores. Por su parte, el capítulo 2 examina la portabilidad o “switching” de los usuarios con medidores avanzados. Esta funcionalidad, habilitada por la digitalización del sistema de medición, permite que los consumidores cambien de comercializador de energía de forma ágil y sencilla, fomentando así la competencia y la eficiencia en el mercado eléctrico. El análisis muestra que los países con procesos de switching rápidos, seguros y automatizados logran una mayor participación del consumidor. Además, la arquitectura tecnológica que soporta esta función debe ser interoperable, escalable y respaldada por esquema que garantice la gobernanza de datos. Se destacan casos como Reino Unido, donde la portabilidad se integra con estándares abiertos, plataformas centralizadas y políticas de protección al usuario vulnerable. A su vez, se describen lecciones aprendidas y mejores prácticas orientadas a la importancia de plataformas interoperables, la gobernanza de datos y mecanismos de protección al usuario, entre otras. En el tercer capítulo, se identifican 12 brechas que reflejan los desafíos estructurales, técnicos, regulatorios y financieros que obstaculizan la implementación efectiva de la medición avanzada y la dinamización del mercado minorista de energía. Entre estas se destacan las limitaciones para el reconocimiento y recuperación eficiente de los costos asociados a la adquisición tecnológica, la insuficiencia de infraestructura física y digital, y la debilidad en ciberseguridad. A ello se suma la ausencia de plataformas y parámetros funcionales para habilitar la portabilidad del servicio, así como la falta de actualización de los marcos regulatorios y de incentivos para los actores involucrados en el despliegue de sistemas AMI. También persisten vacíos en políticas que garanticen el intercambio seguro de datos, dificultades para que los operadores de red ejerzan su rol como facilitadores del mercado minorista, y una desalineación entre la regulación vigente y los modelos de negocio de operadores y comercializadores. Finalmente, el riesgo financiero en la recuperación de inversiones y la falta de coordinación interinstitucional e interoperabilidad entre actores limitan. Finalmente, para materializar los beneficios de la AMI, se identificaron 9 acciones, donde es necesario sensibilizar y capacitar a los usuarios sobre el uso de medidores avanzados, esquemas de tarifas flexibles y la portabilidad. Esto requiere adoptar estándares de interoperabilidad y sistemas de gestión de datos AMI que habiliten funcionalidades horarias y digitales para el cambio ágil de comercializador. Paralelamente, se debe actualizar el marco tarifario mensual hacia esquemas tarifarios flexibles o dinámicos, reglamentar el proceso de portabilidad del servicio eléctrico, e implementar funcionalidades de gestión independiente de datos con criterios claros de acceso, privacidad y protección de la información. Adicionalmente, la modernización de los sistemas de información y de analítica de datos de los agentes y terceros involucrados permitirá diseñar productos tarifarios innovadores y programas de respuesta de la demanda basados en el comportamiento real del consumo. La implementación de plataformas tecnológicas para el monitoreo del consumo en franjas horarias, así como el desarrollo de herramientas que brinden alertas tarifarias al consumidor, complementan esta transformación donde es indispensable formar capacidades técnicas y del marco normativo en un entorno de competencia que facilite el proceso de cambio de comercializador y mejore la experiencia del usuario final.
Información adicional
Año de publicación: 2025