El sector de la electricidad y electrónica en Malasia consume una significativa cantidad de plástico, especialmente en la fabricación de productos duraderos como refrigeradores, aire acondicionado, lavadoras y televisores. La gestión del plástico en esta sección presenta múltiples oportunidades para incrementar el reciclaje y avanzar hacia una economía circular. Sin embargo, existen obstáculos importantes que limitan la efectiva recuperación y reutilización de estos materiales. Entre estos obstáculos se encuentra un sistema de recolección débil, que no logra captar una proporción considerable del plástico que llega al fin de su vida útil, además de la presencia de recicladores informales que, aunque representan una parte relevante del proceso, operan sin regulaciones claras, lo cual dificulta la trazabilidad y la calidad del reciclaje.
La oferta de residuos plásticos provenientes del sector de electrodomésticos no es suficiente para sostener un proceso de reciclaje eficiente. Esto se debe en parte a que solo una fracción pequeña del plástico generado se recolecta y, aún menos, se somete a procesos de reciclaje. Este escenario obliga a explorar alternativas como el reciclaje en abierto, en el cual los materiales de diferentes sectores se combinan, en lugar de propuestas cerradas que solo reciclarían dentro del mismo sector. La integración de esfuerzos entre diferentes actores del mercado resulta necesaria para mejorar la cantidad y calidad de los residuos plásticos disponibles, alentando cambios en las prácticas tanto de productores como de consumidores. Para enfrentar estos desafíos, se proponen diversas acciones que apuntan a fortalecer la infraestructura y las políticas que regulan la gestión de residuos. Entre ellas, la formalización de recicladores informales ayudaría a mejorar la trazabilidad del material y facilitaría la aplicación de estándares de calidad en los procesos de reciclaje. Además, establecer un sistema de monitoreo y reporte de datos sobre el flujo de residuos permite tener una visión clara de la magnitud del problema y evaluar la eficacia de las intervenciones. La creación de una entidad central encargada de supervisar y promover prácticas de reciclaje también puede facilitar la implementación de políticas integradas, en línea con modelos adoptados por países como Japón, Corea o Alemania.
Por otra parte, iniciativas dirigidas a facilitar la recolección de electrodomésticos al final de su vida útil resultan esenciales para aumentar la cantidad de plástico recuperado. La implementación de sistemas enfocados en el consumidor, que hagan más sencillo y accesible el depósito de aparatos usados, influiría en incrementar la tasa de recolección y, por consiguiente, la disponibilidad de materiales reciclados. La introducción de un esquema de Responsabilidad Extendida del Productor (EPR) daría ventaja a los fabricantes, incentivando diseños más fáciles de reciclar y promoviendo el uso de contenido reciclado en nuevos productos. El desarrollo de tecnologías complementarias también forma parte de las estrategias propuestas, entre ellas el reciclaje químico, que puede tratarse de una opción para procesar plásticos mezclados, frecuentemente difíciles de reciclar mediante métodos tradicionales. La creación de una infraestructura integrada de recolección y clasificación reforzaría la eficiencia del proceso, permitiendo colectar y preparar los residuos de diferentes sectores para su reincorporación en la cadena productiva. De esta manera, en un horizonte cercano, se espera que estos cambios conduzcan a un aumento en las tasas de reciclaje y en la oferta de plásticos reutilizados.
Por otro lado, en el ámbito del mercado interno, promover el uso de plástico reciclado en productos como electrodomésticos representa una oportunidad para dinamizar la demanda, conectando la recolección de residuos con la innovación de productos sostenibles. La regulación que establezca porcentajes mínimos de contenido reciclado en estos artículos puede incentivar inversiones en tecnologías de reciclaje y fomentar una economía más circular en la práctica. En consecuencia, se fortalecería no solo la recuperación de materiales, sino también su incorporación en nuevos bienes, cerrando así el ciclo de vida del plástico y generando beneficios económicos para el país. Asimismo, es importante abordar que, si bien estos esfuerzos requieren coordinación entre diferentes actores, la colaboración entre el sector público y privado será determinante para acelerar el progreso. La implementación de reformas regulatorias, alianzas estratégicas y la inversión en infraestructura comprenden pasos necesarios para transformar la gestión de residuos plásticos en el sector de electrodomésticos. En suma, un enfoque integrador que contemple mejoras en los procesos, en las políticas y en la participación ciudadana puede impulsar una tendencia hacia el reciclaje más efectivo, permitiendo no solo reducir el impacto ambiental sino también potenciar nuevas oportunidades de negocio y desarrollo sostenible.
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