El despliegue de la movilidad aérea avanzada (AAM) en Arabia Saudita se presenta como un proceso que combina innovación tecnológica, colaboración multisectorial y aprendizaje continuo. En primer lugar, se destaca cómo el país ha establecido una base regulatoria que favorece la experimentación y la innovación en el sector, permitiendo que las operaciones piloto se avancen en un entorno controlado. Este marco regulatorio flexible facilita que los actores puedan probar diferentes modelos de uso y comprender mejor las implicaciones relacionadas con seguridad, eficiencia y aceptación social.
En paralelo, la implementación de un enfoque sistemático para pasar de pilotos limitados a una capacidad operativa más amplia resulta esencial. La estrategia contempla la estandarización de procesos y la generación de conocimientos que permitan mantener la seguridad y la escalabilidad de las operaciones. Para ello, se enfatiza la necesidad de estructurar los aprendizajes extraídos en las diferentes fases de prueba, creando mecanismos formales de retroalimentación que alimenten las futuras fases de desarrollo del sistema, garantizando que las lecciones aprendidas sean compartidas y adoptadas a nivel sectorial. Asimismo, la colaboración en torno a un modelo liderado por la comunidad se muestra como un aspecto fundamental para superar la fragmentación que aún caracteriza a la industria de la movilidad aérea. La creación de una red coordinada, mediada por un ente neutral como una asociación empresarial o una institución académica, facilitaría la interacción abierta entre diferentes actores, desde pequeñas y medianas empresas hasta grandes operadores de infraestructura. Esto, a su vez, permitiría compartir de manera más efectiva datos, mejores prácticas y requisitos regulatorios, generando un entorno más transparente y menos fragmentado. La experiencia de industrias como la de drones o la de energía eólica, que implementaron mecanismos similares para fomentar la interoperabilidad y reducir los costos de fallo, se presenta como referente para estas acciones.
El análisis también subraya que Arabia Saudita cuenta con ventajas estratégicas, como activos y etapas tempranas de validación, que parecen dar una oportunidad de posicionarse como una referencia internacional en la adopción de AAM. Sin embargo, la consolidación de este liderazgo requiere no solo incorporar tecnología, sino también operacionalizar la actividad de forma que equilibre la innovación con la seguridad, y la competencia con la colaboración. La coordinación de estas actividades alrededor de un modelo operacional claro permite establecer un estándar que otros puedan imitar y, de ese modo, transformar las visiones en realidades sostenibles, asegurando un crecimiento que sea tanto eficiente como adaptado a las necesidades del país y del mundo. A su vez, se destaca la importancia de aplicar mecanismos que optimicen recursos mediante la reducción de redundancias y la mejora de las operaciones. La estandarización de procesos, la interoperabilidad en infraestructura y la integración de circuitos de retroalimentación continua contribuyen a que el sistema en su conjunto evolucione y se adapte a diferentes escalas de despliegue. El establecimiento de modelos repetibles y escalables, basados en las experiencias piloto, permite ampliar las operaciones de manera segura y eficiente, favoreciendo la incorporación de nuevas capacidades y territorios.
Por otra parte, la identificación y selección de casos de uso que cumplan atributos específicos, como el beneficio social y la factibilidad regulatoria, permite priorizar las áreas en las que la tecnología puede generar impactos rápidos y sostenibles. En particular, las aplicaciones orientadas a mejorar la salud y la respuesta ante emergencias en zonas de difícil acceso reflejan un interés por conectar innovación con necesidades reales y apremiantes. Estos casos de uso ofrecen una plataforma para aprender y ajustar modelos operativos, facilitando su escalamiento a otros contextos y países en el mediano plazo. Se observa que el proceso de despliegue de la movilidad aérea avanzada en Arabia Saudita se enfrenta a desafíos y oportunidades que se pueden abordar a través de una estrategia integral que combine regulación, colaboración y aprendizaje. La planificación cuidadosa y la compartición de conocimientos en un entorno robusto y compartido conforman los cimientos necesarios para transformar las promesas de la tecnología en implementaciones concretas, sostenibles y que contribuyan a redefinir el paradigma de la movilidad en el futuro cercano.
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