La confianza europea en la prometida revolución energética e industrial generada por el hidrógeno enfrenta una nueva crisis. No solo los proyectos avanzan de forma lenta, con una ejecución menor al 5%, sino que otras regiones buscan sumarse aceleradamente a esta carrera. Los países de África, América Latina y Medio Oriente cuentan con un gran potencial para la exportación de este vector energético, que representará el 15% del conjunto de fuentes de energías en Europa hacia 2050, según estimaciones del banco Goldman Sachs.
España, además de aspirar a producir una quinta parte de la producción europea hacia 2030, ambiciona con ser uno de los hubs centrales de entrada del hidrógeno en la región. Además de contar con el 20% de los proyectos de hidrógeno renovable a escala mundial, la península ibérica tiene potencial de transformarse en paso obligado para la producción de las potencias energéticas como Marruecos, Argelia, Brasil o Chile.
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