Colombia se enfrenta a desafíos significativos para lograr la transición energética y la descarbonización. La creciente demanda de energía y la necesidad de diversificar las fuentes de generación se enfrentan a desafíos significativos. Las restricciones sociales y medioambientales dificultan la construcción de nuevas centrales hidroeléctricas, mientras que las plantas de carbón y gas no son compatibles con los objetivos de sostenibilidad. Por lo tanto, la energía nuclear surge como una opción para garantizar la seguridad energética del país y cumplir con los compromisos internacionales en materia de cambio climático.
El plan de expansión de la Unidad de Planeación Minero Energética (Upme) indica que habrá una gran cantidad de expansión eólica y solar en los próximos años. Sin embargo, estas fuentes no cuentan con suficiente firmeza, lo que hace necesario contar con energía firme para garantizar la estabilidad del sistema eléctrico. Además, los recursos solar y eólico se encuentran muy focalizados en La Guajira, lejos de las grandes ciudades, lo cual aumenta las pérdidas técnicas del sistema y hace vulnerable la infraestructura.
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