La salud es el ámbito donde la evolución de la ciencia e ingeniería de materiales resulta más impactante.
¿Será posible fabricar nuevos órganos artificiales? ¿Serán posibles los implantes que, una vez colocados en nuestro cuerpo, se absorban y al mismo tiempo se regeneren con nuestro propio hueso?
¿Será posible personalizar cualquier implante al límite del diámetro de nuestras arterias? ¿Será posible replicar enfermedades en órganos artificiales para probar tratamientos antes experimentar en seres vivos? ¿Alcanzaremos el sueño de la eterna juventud?
El equipo del proyecto HUMANeye ha desarrollado y probado un implante corneal con memoria de forma.
Está hecho con nitinol, una aleación de níquel-titanio que ya se utiliza en stents, alambres dentales, tornillos ortopédicos y otros suministros quirúrgicos.
Los resultados de HUMANeye son una puerta abierta a solucionar enfermedades de la córnea, una de las principales causas de ceguera en todo el mundo.
Pero las puertas que se abren con los materiales con memoria de forma van mucho más allá. Se espera que el mercado de aleaciones con memoria de forma crezca a una tasa compuesta anual del 11.2 % de 2022 a 2029.
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