La serie 2024 SEPA Snapshots presenta una colección de capítulos independientes centrados en seis áreas clave de SEPA: resiliencia, transporte, almacenamiento de energía, tecnología emergente, políticas y equidad energética. Cada capítulo ofrece una perspectiva única sobre estos temas dentro de la industria energética. La serie se basa en información obtenida a partir de dos encuestas: una dirigida a empresas de servicios públicos y otra que recopila la opinión de participantes del sector energético en general, además de nominaciones de proyectos para los 2024 Power Player Awards. Con tasas de respuesta variables según el capítulo, cada sección destaca hallazgos y tendencias. Ya sea explorando un solo capítulo o toda la serie, SEPA Snapshots proporciona un recurso versátil basado en datos sobre cómo diversos actores están abordando los desafíos de la transición energética en 2024.
Las tecnologías emergentes desempeñan un papel fundamental en la transición del sector eléctrico de Estados Unidos hacia un futuro de energía limpia. Sin embargo, las preocupaciones sobre los riesgos y el conocimiento limitado de sus capacidades suelen retrasar su adopción. Para elaborar el capítulo sobre tecnologías emergentes, un total de 148 encuestados de 137 organizaciones del sector energético compartieron sus perspectivas sobre este tema. Un anexo proporciona información detallada sobre los encuestados y los métodos de recopilación de datos utilizados. Se espera que estas tecnologías contribuyan significativamente a la transformación del sector energético al mejorar la resiliencia, la eficiencia y la flexibilidad de la red, además de apoyar el objetivo de reducir las emisiones de carbono. Las empresas de servicios públicos presentan diferentes tasas de adopción, aunque en términos generales la implementación en 2024 sigue siendo baja. Dado que algunas de estas tecnologías aún no están comercialmente disponibles, la adopción lenta resulta comprensible.
Muchas empresas de servicios públicos se encuentran en la fase de investigación de tecnologías como reclosers inteligentes, clasificación dinámica de líneas (Dynamic Line Rating, DLR), subestaciones digitales y captura y almacenamiento de carbono (Carbon Capture and Storage, CCS). Asimismo, se están explorando tecnologías novedosas como la energía nuclear avanzada y el hidrógeno limpio.
Las empresas de servicios públicos están evaluando diversas tecnologías para mejorar la flexibilidad y resiliencia de la red. Entre las encuestadas, el 43 % opera, desarrolla o colabora en proyectos de Sistemas Avanzados de Gestión de Distribución (Advanced Distribution Management System, ADMS), el 39 % se encuentra explorando o investigando su implementación y el 9 % está en fase piloto. La capacidad más común de los sistemas ADMS es la Localización de Fallos, Aislamiento y Restauración del Servicio (Fault Location, Isolation, and Service Restoration, FLISR), utilizada en circuitos de distribución y explorada o implementada por el 87 % de las empresas. Le sigue la integración con equipos de optimización de Volt-VAR (Volt-VAR Optimization, VVO), como reguladores de carga, bancos de condensadores conmutados y reguladores de línea, con un 67 % de empresas planeando adoptar estos sistemas. Un 14 % de las empresas encuestadas ofrece soluciones de ADMS a compañías de servicios públicos. Otras soluciones tecnológicas se centran en la gestión de costos energéticos y la previsión de carga en tiempo real. Además, existen herramientas innovadoras como sistemas de diseño automatizado para el transporte electrificado y gabinetes de control para instalaciones solares fotovoltaicas, con un fuerte enfoque en la integración y ciberseguridad.
Los sistemas de gestión de recursos energéticos distribuidos (Distributed Energy Resource Management Systems, DERMS) están cobrando mayor interés en el sector. Un 30 % de las empresas encuestadas ha implementado completamente un sistema DERMS, un 9 % lo está probando en fase piloto y un 61 % está explorando su adopción. Un 70 % planea utilizar DERMS para gestionar recursos energéticos distribuidos (DERs), facilitando su control y optimización. Otras funciones clave incluyen la generación de pronósticos, el suministro de información operativa y la traducción de protocolos de comunicación. La mitad de los encuestados planea automatizar la coordinación de los recursos distribuidos y simplificar la presentación de datos, lo que refleja el creciente interés en mejorar la integración y gestión de estos sistemas. Las plantas de energía virtuales (Virtual Power Plants, VPPs) combinan múltiples recursos distribuidos, como paneles solares, baterías, vehículos eléctricos y cargas industriales, para ofrecer servicios energéticos similares a los de una planta de energía tradicional. Estas pueden contribuir a la gestión del suministro y la demanda de energía, optimizar la estabilidad de la red y reducir la necesidad de plantas de energía centralizadas. Entre las empresas encuestadas, el 22 % está implementando o colaborando en proyectos de VPPs, mientras que el 57 % está explorando o investigando su viabilidad. Entre las 13 empresas que han adoptado o planean adoptar VPPs, la mayoría incluye sistemas de almacenamiento de energía y tecnologías de respuesta a la demanda. Casi dos tercios también incorporan energía solar distribuida, mientras que aproximadamente la mitad menciona vehículos eléctricos y cargadores. Otras tecnologías menos comunes incluyen energía eólica distribuida, sistemas de control avanzados y blockchain.
El uso de inteligencia artificial (AI) y aprendizaje automático (ML) también está en aumento. Las empresas de servicios públicos están explorando su integración en la previsión de carga, la eficiencia regulatoria y la optimización de la gestión de la red. Además, la inteligencia artificial está siendo utilizada para mejorar la eficiencia operativa, el mantenimiento predictivo y la confiabilidad del sistema mediante tecnologías como FLISR. No obstante, persisten preocupaciones sobre ciberseguridad, especialmente en lo que respecta a amenazas que podrían comprometer las operaciones de la red. La adopción de tecnologías emergentes enfrenta múltiples barreras. La regulación representa el mayor obstáculo, señalado por el 41 % de las empresas encuestadas. Otras barreras incluyen el acceso a capital, que afecta especialmente a agencias gubernamentales (50 %) y empresas de servicios públicos (32 %), así como la madurez del mercado, que impacta al 26 % de las organizaciones. También se identifican dificultades en el desarrollo e integración de proyectos, la disponibilidad de fuerza laboral y la confiabilidad operativa de nuevas tecnologías.
Superar estos desafíos será clave para acelerar la adopción de innovaciones en el sector energético. La regulación, la disponibilidad de financiamiento y la madurez tecnológica juegan un papel crítico en este proceso. Las tecnologías emergentes resultan esenciales para alcanzar los objetivos de energía limpia. El acceso a nuevas investigaciones, un entorno regulatorio favorable y estrategias para mitigar los riesgos de ciberseguridad son factores determinantes para su escalabilidad. La transición hacia un sistema energético más sostenible dependerá del éxito en la implementación de soluciones innovadoras como el almacenamiento avanzado, la inteligencia artificial y las plantas de energía virtuales. Fomentar la innovación, desarrollar marcos regulatorios de apoyo y fortalecer la colaboración entre sectores permitirá impulsar la integración de estas tecnologías transformadoras. La investigación de SEPA sobre tecnologías emergentes ofrece información valiosa, mejores prácticas y estrategias para avanzar en la implementación de soluciones que contribuirán a un sistema energético más sostenible y resiliente.
Para leer más ingrese a:
https://sepapower.org/resource/2024-sepa-snapshots-series-emerging-technology/