El informe tiene como objetivo establecer una guía fundamental para integrar las redes eléctricas y los mercados transfronterizos, especialmente en economías en desarrollo y emergentes. Dirigido a los responsables de la formulación de políticas, reguladores, empresas de servicios públicos (incluidos los operadores de sistemas de transmisión y mercados), instituciones regionales y otras partes interesadas, el informe proporciona una base amplia para el diálogo sobre la integración energética regional. Esto se complementará con una serie de notas de orientación, desarrolladas bajo la iniciativa del Acelerador Regulatorio de la Transición Energética (RETA), sobre elementos específicos de los cinco bloques fundamentales que se abordan a continuación. Existe un reconocimiento creciente de que la conectividad de infraestructura entre países puede desempeñar un papel clave en el avance del desarrollo sostenible y la prosperidad compartida. La red eléctrica es una de las infraestructuras clave, y muchos países están en la cúspide de iniciativas de integración de redes eléctricas y mercados que traerán beneficios de eficiencia muy necesarios, mejorarán la calidad del suministro eléctrico, diversificarán los recursos energéticos, fomentarán la confianza y permitirán un crecimiento más verde. Sin embargo, desarrollar y mantener infraestructuras regionales integradas, el comercio basado en mercados e instituciones presenta enormes desafíos. Los impulsores del comercio transfronterizo de electricidad son multifacéticos, pero los principales incluyen el valor económico, la mejora de la seguridad del suministro eléctrico y la mitigación del cambio climático. El valor económico se deriva principalmente de las economías de escala en el desarrollo y la operación de los sistemas, el acceso a recursos más baratos para las partes importadoras y las oportunidades de ingresos para las partes exportadoras. Todo esto resulta en una electricidad más asequible para los consumidores.
La seguridad del suministro se mejora mediante la agregación de sistemas eléctricos con una mayor diversidad de recursos que complementan tanto la oferta como la demanda, lo que resulta en una mayor fiabilidad del suministro a los consumidores. Finalmente, las interconexiones de redes pueden desempeñar un papel crucial en la optimización de las inversiones, al maximizar el uso de las energías renovables existentes y ayudar a integrar una mayor proporción de nuevas energías renovables, reduciendo así la intensidad general de carbono en la producción de electricidad. En última instancia, desde estos ángulos, cuanto mayor sea la integración entre los sistemas eléctricos de los países, mejor serán las oportunidades para avanzar hacia el Objetivo de Desarrollo Sostenible 7. La integración de redes eléctricas y mercados puede variar desde etapas iniciales, en las que hay poca coordinación entre los países, hasta sistemas eléctricos profundamente integrados respaldados por instituciones que funcionan bien y mercados competitivos. El desarrollo de sistemas eléctricos integrados requiere tanto infraestructura física (a menudo denominada infraestructura dura) como infraestructura regulatoria, operativa, de mercado e institucional (a menudo denominada infraestructura blanda). Los esquemas regionales exitosos cuentan con ambos tipos de infraestructura, que se refuerzan mutuamente cuando existe suficiente compromiso político y cooperación entre los países participantes. En otras palabras, aunque la infraestructura física y los acuerdos básicos pueden iniciar cierto nivel de comercio eléctrico, es necesario un entorno favorable para aumentar el volumen de comercio y la utilización de los interconexiones.
El proceso hacia un nivel avanzado de integración ha sido y sigue siendo gradual, adaptativo y varía entre diferentes regiones. Se requieren varios bloques fundamentales para lograr niveles óptimos de integración y obtener sus beneficios. La piedra angular de la integración energética regional radica en establecer infraestructuras de interconexión que vinculen las redes eléctricas de varios países, mientras se refuerza la infraestructura de transmisión nacional para apoyar el comercio de electricidad, asegurando una capacidad de transferencia suficiente a largo plazo. Es crucial mantener resultados coordinados y una supervisión común entre los países y empresas de servicios públicos participantes, desde la preparación hasta la implementación de proyectos de transmisión transfronterizos, lo que requiere una coordinación estrecha en áreas como compatibilidad técnica, cumplimiento regulatorio, financiación y gestión de riesgos, entre otros. En este sentido, generalmente se prefiere que los gobiernos/empresas de servicios públicos participantes formen conjuntamente una entidad y agrupen sus recursos para el desarrollo de interconexiones, en lugar de adoptar un modelo en el que cada país sea responsable únicamente de la infraestructura en su lado de la frontera. Dichas entidades pueden ser públicas (GCCIA), privadas o público-privadas (EPR en América Central). La integración de múltiples sistemas eléctricos en una red sincronizada única puede aumentar el riesgo de apagones importantes que afecten las áreas interconectadas. Por lo tanto, es esencial una coordinación estrecha en los aspectos técnicos y operativos entre las empresas de servicios públicos participantes. Si bien la armonización extensiva, como el establecimiento de códigos regionales de redes, no es un requisito previo para iniciar la transmisión transfronteriza y el comercio de electricidad, se deben formular normas técnicas y operativas comunes de acuerdo con los requisitos específicos de la red regional y aplicarlas gradualmente. Por ejemplo, el Mercado Eléctrico Regional (MER) de América Central comenzó sus operaciones bajo códigos transitorios antes de establecer códigos de transmisión y otras reglas, junto con instituciones regionales, durante varios años.
Además, para facilitar los flujos de electricidad económicamente óptimos a través de las fronteras, es importante contar con un mecanismo de asignación de capacidad de interconexión que asegure el uso eficiente, transparente y justo de las mismas. La coordinación técnica y operativa puede mejorarse mediante sistemas que permitan compartir suficiente información y datos entre las empresas de servicios públicos participantes. A medida que la integración se profundiza, se recomienda evolucionar del comercio bilateral al comercio multilateral dentro de un mercado regional de electricidad para permitir un comercio más eficiente en costos, competitivo e integrado, complementando los acuerdos de compra de energía (PPA) y los mercados nacionales de electricidad. Un mercado regional de electricidad facilita el despacho económicamente óptimo de los recursos energéticos a nivel regional y permite que los generadores accedan a múltiples compradores, reduciendo así el riesgo de tomadores de energía asociado con los PPA y atrayendo inversiones del sector privado en el desarrollo de generación. Dicho mercado puede iniciarse mediante un piloto con un pequeño conjunto de países dispuestos, con la perspectiva de expansión incremental de los participantes y segmentos del mercado con el tiempo. Otro elemento crucial es la fijación de precios de transmisión, que es independiente de las transacciones comerciales y evita la acumulación de tarifas, lo que puede distorsionar el mercado y desincentivar el uso eficiente de la red. Esto también debe garantizar que los propietarios de la red puedan recuperar sus costos y obtener un desempeño justo sobre sus inversiones sin socavar la eficiencia del mercado. El SAPP, por ejemplo, ha pasado de un enfoque de «sello postal», que cobra de manera uniforme por MW en función de la transacción, a un enfoque más apropiado para enviar señales correctas del mercado a los usuarios de la red.
El establecimiento de un marco institucional sólido es clave para el éxito de la integración energética regional. En particular, un regulador regional con autoridad de ejecución claramente definida y respaldo legal ejecutable es fundamental para el funcionamiento efectivo de un mercado regional de electricidad. Igualmente importantes son los operadores regionales del sistema y del mercado, encargados de supervisar el mercado regional de electricidad y garantizar la operación y el mantenimiento confiables de la infraestructura regional de transmisión. Si bien el apoyo político es un pilar fundamental para la iniciación de la integración energética regional, es crucial que, tras el establecimiento exitoso y la operacionalización de las principales instituciones regionales, en particular un organismo regulador y los operadores del sistema/mercado, la participación política ceda paso a otorgar autonomía a estas instituciones. La integración regional exitosa y el comercio de electricidad pueden enfrentar, entre otros problemas, dos obstáculos fundamentales: el compromiso político y la financiación. La cooperación entre países requiere una voluntad política fuerte y un compromiso con los objetivos compartidos, lo que puede ser un desafío ante las diferencias en las prioridades políticas y enfoques regulatorios. Cuando se trata de seguridad del suministro, la confianza es un factor crítico. La cooperación puede ser especialmente difícil en la integración interregional, dado que involucra un mayor número de países o regiones con intereses diversos, niveles de desarrollo económico y del sector eléctrico variables, así como en la integración profunda que requiere esfuerzos extensivos de armonización para el desarrollo de infraestructura y mercados. Es necesario un cambio de perspectiva nacional a regional que maximice los beneficios que se compartirán entre todos los países participantes en el mercado integrado de una región determinada.
Con respecto a la financiación, en general, los países en desarrollo luchan por asegurar fondos debido a factores como la ausencia o la mala calificación crediticia, estructuras legales y regulatorias insuficientes para atraer inversiones privadas, e inestabilidad (política, económica y otras). Además, financiar proyectos de interconexión transfronteriza tiende a ser más desafiante que financiar proyectos renovables debido a los largos plazos de ejecución, la incertidumbre de los ingresos y las complejidades regulatorias. Por lo tanto, generalmente hay inversiones privadas limitadas en tales proyectos. Abordar los desafíos del compromiso político y la financiación permitiría aprovechar todo el potencial de la integración transfronteriza de electricidad y avanzar hacia los objetivos compartidos del mundo para un futuro energético sostenible. La cooperación y la colaboración a nivel regional y global son esenciales para abordar los desafíos inherentes. Es necesario aumentar la conciencia y promover el intercambio de conocimientos, la investigación conjunta, la asistencia técnica y los estudios basados en evidencia para promover y sentar las bases de la integración de las redes eléctricas y los mercados regionales. También se requiere un aumento en el financiamiento concesionario, incluidos los fondos climáticos y los bancos multilaterales de desarrollo, así como el fomento de mecanismos de financiamiento innovadores, como los bonos verdes y las asociaciones público-privadas. Establecer mecanismos de financiamiento dedicados para promover la integración de redes regionales y complementar los préstamos podría traer aceleradores muy necesarios para apoyar la infraestructura de transmisión transfronteriza.
Abordar los desafíos mencionados requiere un mayor nivel de asociaciones, cooperación y coordinación entre los gobiernos, así como con el sector privado. A pesar del reconocimiento generalizado de los resultados positivos de la integración de redes regionales para todos los países y geografías participantes, el progreso ha sido lento y desigual, especialmente en las regiones menos desarrolladas y en desarrollo. El papel de las instituciones de desarrollo en abordar esos desafíos (facilitando el diálogo, la construcción de consensos, la asistencia técnica, la financiación, la reducción de riesgos en inversiones transfronterizas, etc.) está ganando prominencia, pero se necesita el compromiso y la acción compartidos de los gobiernos, a nivel regional y global.
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https://openknowledge.worldbank.org/entities/publication/4020f27e-341c-4883-a3ad-b603fc82cb48
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