La transformación de las operaciones terrestres en los aeropuertos se ha convertido en un proceso decisivo para avanzar hacia la descarbonización del sector aéreo. A medida que el tráfico de pasajeros crece y los aeropuertos amplían su capacidad, surge la necesidad de revisar las tecnologías utilizadas para trasladar personas y equipos entre terminales, plataformas y áreas auxiliares. Este aumento de la demanda lleva a reconsiderar la dependencia del diésel y a explorar alternativas que reduzcan emisiones, mejoren la eficiencia y preparen la infraestructura para tecnologías emergentes vinculadas a la aviación del futuro. De este modo, la modernización de las flotas terrestres se entrelaza con los cambios que experimentará la aviación comercial en las próximas décadas. Las características operativas de cada aeropuerto influyen en la elección tecnológica. Las distancias recorridas, las restricciones de espacio, la intensidad de los ciclos de operación y las condiciones climáticas determinan qué sistemas pueden integrarse con mayor facilidad. Por ejemplo, los aeropuertos con rutas cortas y predecibles encuentran mayor compatibilidad con buses eléctricos, mientras que aquellos con recorridos largos o condiciones extremas evalúan alternativas con mayor autonomía. Además, las exigencias regulatorias y las metas ambientales presionan a los operadores a incorporar soluciones que reduzcan emisiones de manera sostenida y permitan cumplir compromisos internacionales.
Entre las alternativas consideradas, los buses eléctricos destacan por ofrecer cero emisiones en el punto de uso y costos operativos reducidos a mediano plazo. Sin embargo, requieren infraestructura de carga, gestión energética precisa y refuerzos en la red eléctrica. En contextos de alta demanda, estas instalaciones deben integrarse sin afectar el funcionamiento cotidiano del aeropuerto. Por esta razón, la planificación energética y la coordinación con operadores eléctricos se vuelven esenciales para asegurar que la carga no interfiera con los picos de actividad. El hidrógeno se presenta como una opción que amplía la autonomía y reduce los tiempos de repostaje. Su desempeño estable en condiciones variables lo convierte en una alternativa atractiva para aeropuertos sometidos a presiones operativas intensas. Aun así, sus costos iniciales continúan siendo elevados y dependen de la disponibilidad de infraestructura especializada. A medida que se desarrollen nuevas tecnologías asociadas al hidrógeno para aviación, las instalaciones deberán adaptarse a configuraciones más avanzadas, lo que obliga a anticipar inversiones y analizar escenarios de expansión.
La reconversión de buses diésel surge como una estrategia que permite avanzar mientras se administran restricciones presupuestales. Al reutilizar componentes estructurales y sustituir sistemas mecánicos por eléctricos, los aeropuertos aceleran la reducción de emisiones sin realizar una renovación completa de flotas. Esta opción ofrece ventajas en implementación y costos, aunque implica retos asociados con certificación, compatibilidad técnica y capacitación del personal. Los análisis basados en costo total de propiedad indican que la eficiencia económica depende de variables como precios de energía, salarios, tasas de uso, subsidios y disponibilidad tecnológica. Estos elementos determinan si es más conveniente adquirir vehículos nuevos, reconvertir los existentes o adoptar tecnologías emergentes. De esta forma, los aeropuertos evalúan no solo el precio inicial de inversión, sino también el comportamiento económico durante toda la vida útil de los vehículos. Además de las decisiones tecnológicas, la transición requiere coordinación entre actores que gestionan energía, operación, mantenimiento y financiamiento. La estandarización de procesos, la planificación conjunta y la integración de energías renovables fortalecen la capacidad de los aeropuertos para acercarse a sus metas ambientales. Así, la descarbonización de las operaciones terrestres se convierte en un eje que prepara al sector para los cambios profundos que experimentará la aviación en su búsqueda de sostenibilidad.
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