El informe explora las oportunidades y desafíos para las economías en desarrollo derivados del comercio digital, así como el papel de la cooperación internacional para abordar dichos aspectos. Se abordan acciones políticas en áreas clave como la infraestructura digital, las habilidades, el apoyo internacional para el desarrollo de capacidades, y el entorno regulatorio y de políticas. Entre los problemas específicos de política se incluyen el moratorio de la Organización Mundial del Comerci o (OMC) sobre el comercio electrónico, la regulación de los flujos de datos transfronterizos, las políticas de competencia y la protección al consumidor. La digitalización de la economía está transformando radicalmente las formas en que las personas se comunican, producen, gobiernan y comercian entre sí. Las tecnologías digitales impulsan el crecimiento, aumentan la productividad al reducir los costos de producción, promueven economías de escala y financiamiento más eficiente, fomentan la innovación al facilitar el intercambio de ideas, y expanden las canastas de exportación al reducir los costos del comercio internacional. Además, la digitalización puede mejorar la resiliencia ante los choques, ampliar el modelo de crecimiento basado en servicios y fomentar un crecimiento más inclusivo.
El comercio digital, que abarca todo el comercio internacional realizado de manera digital o entregado digitalmente, ha experimentado un crecimiento significativo. Según estimaciones de la OMC, los servicios entregados digitalmente han crecido casi cuatro veces más en valor desde 2005, con una tasa de crecimiento anual del 8,1% entre 2005 y 2022, superando las exportaciones de bienes y otros servicios. Sin embargo, el crecimiento en los países menos desarrollados (PMD) sigue siendo limitado, con África representando menos del 1% de las exportaciones globales de servicios entregados digitalmente en 2022. Las economías más preparadas para aprovechar las oportunidades del comercio digital son aquellas que cuentan con infraestructura digital adecuada y habilidades suficientes. Sin embargo, un tercio de la población mundial sigue desconectada, especialmente en economías de ingresos bajos y medianos bajos. Para superar este desafío, los gobiernos deben establecer un entorno regulatorio y de políticas que favorezca el comercio digital y promueva la inclusión. Las políticas deben facilitar las transacciones remotas, generar confianza en los mercados digitales, promover el acceso asequible y apoyar las entregas transfronterizas. Un entorno predecible e interoperable, que garantice la privacidad de los datos, la protección al consumidor y la ciberseguridad, es esencial para el desarrollo del ecosistema de comercio digital.
La cooperación internacional es crucial para asegurar que las economías en desarrollo puedan beneficiarse plenamente del comercio digital. Iniciativas como la Ayuda para el Comercio liderada por la OMC, eTrade for all de la UNCTAD y el Fondo de Asesoría Digital y Asistencia Comercial (DATA) del Banco Mundial son clave en este sentido. A través de la cooperación, se pueden superar las brechas digitales y fortalecer las capacidades de las economías en desarrollo. En cuanto a la gobernanza del comercio digital, el progreso ha sido principalmente en acuerdos comerciales bilaterales y regionales (ACR). Hasta 2022, había 116 acuerdos con disposiciones sobre comercio digital, que representaban el 33% de todos los ACR existentes. Sin embargo, los PMD siguen estando en gran medida excluidos de estos acuerdos. La Zona de Libre Comercio Continental Africana (AfCFTA) ha sido una de las experiencias más importantes en cuanto a la negociación de disposiciones sobre comercio digital.
El moratorio de la OMC sobre la imposición de aranceles aduaneros a las transmisiones electrónicas, que ha estado en vigor desde 1998, está siendo debatido con miras a su renovación. Si bien los defensores del moratorio argumentan que ha proporcionado estabilidad para el comercio digital, algunos miembros de la OMC están preocupados por la falta de claridad en cuanto a su alcance y las posibles pérdidas de ingresos aduaneros. Finalmente, la cooperación internacional sigue siendo fundamental para garantizar que el comercio digital sea inclusivo y beneficioso para todas las economías, incluyendo las pequeñas empresas, las mujeres y los jóvenes emprendedores. El informe concluye que las tecnologías digitales pueden mejorar la productividad, reducir los costos comerciales, promover un crecimiento inclusivo más orientado a los servicios y fortalecer la resiliencia, pero se requiere una estrategia integral para abordar las barreras y promover la adopción de estas tecnologías en las economías en desarrollo.
Este informe conjunto señala que las implicaciones exactas de ingresos aduaneros de la moratoria son difíciles de evaluar, pero las estimaciones disponibles sugieren que el ingreso potencial promedio perdido en las economías en desarrollo varía entre el 0,01 % y el 0,33 % del total de los ingresos gubernamentales. También se deben considerar los costos de implementar aranceles aduaneros sobre las transmisiones electrónicas, incluidos la creación de la infraestructura necesaria. El informe destaca que existen otras formas de generar ingresos a partir de las transmisiones electrónicas, especialmente a través del IVA/IGV. El IVA no discrimina entre productos suministrados localmente e importados, es más uniforme en productos diferentes y no impone una carga fiscal sobre los insumos intermedios utilizados por los productores nacionales. Imponer aranceles aduaneros sobre las transmisiones electrónicas reduciría el comercio digital relevante y, por lo tanto, disminuiría sus beneficios. También podría afectar la competitividad y participación de las empresas, en particular las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES) y las comerciantes mujeres.
Más allá de la moratoria, el informe conjunto señala problemas regulatorios que pueden requerir soluciones globales para aprovechar todo el potencial del comercio digital, reducir la brecha digital y apoyar el crecimiento inclusivo. Los flujos de datos transfronterizos son fundamentales para el comercio digital, pero la fragmentación global de las regulaciones sobre flujos de datos obstaculiza la protección de datos y el comercio digital. Una mayor cooperación internacional puede ayudar a lograr un equilibrio en la gobernanza de datos y garantizar que los datos puedan fluir a través de las fronteras tan libremente como sea necesario y posible, asegurando al mismo tiempo que los datos transferidos reciban la supervisión y protección de privacidad deseada. Los rápidos avances tecnológicos y los efectos de red han llevado a una mayor concentración del mercado en la economía digital, lo que ha generado preocupaciones sobre el poder de mercado y el comportamiento anticompetitivo. Una cooperación internacional más estrecha entre las autoridades de competencia es crucial para abordar los desafíos globales de competencia que plantea la digitalización.
La falta de regulación y aplicación de la protección al consumidor en línea, así como las disparidades en los sistemas regulatorios de pagos digitales, pueden socavar la confianza y dificultar el crecimiento del comercio digital. Una colaboración transfronteriza mejorada entre las autoridades nacionales de protección al consumidor es esencial para hacer cumplir la protección del consumidor en línea y abordar las violaciones en múltiples jurisdicciones. En resumen, aunque el comercio digital ofrece grandes promesas para los consumidores y las empresas a nivel mundial, incluidos los países menos desarrollados (PMD), es imprescindible canalizar su potencial para fomentar el desarrollo económico y lograr un crecimiento inclusivo, mejorando la capacidad de las economías en desarrollo para participar en el comercio digital.
Para leer más ingrese a:
https://openknowledge.worldbank.org/entities/publication/1fad03ce-dd89-4910-b127-f0b4aa05817e
https://openknowledge.worldbank.org/bitstreams/83372f16-564f-4af9-9e2d-89bb5290cb6c/download