La llegada de la computación en la nube ofrece a las empresas una nueva forma de acceder a tecnologías digitales, como servicios digitales. Sin embargo, las políticas de incentivos al capital, presentes en todos los países de la OCDE, siguen dirigidas a las inversiones en capital en tecnologías de la información (TI). Si los servicios en la nube son sustitutos parciales de las inversiones en TI, la existencia de políticas de incentivos al capital podría desincentivar involuntariamente la adopción de la nube y de tecnologías que dependen de ella, como la inteligencia artificial (IA) y el análisis de macrodatos. Este artículo utiliza un incentivo fiscal en el Reino Unido para la inversión de capital como experimento cuasi-natural para examinar el impacto en la adopción empresarial de la computación en la nube, la analítica de macrodatos y la IA. Los resultados empíricos muestran que la política incrementó la inversión en capital de TI, como era de esperarse, pero ralentizó la adopción de la nube, los macrodatos y la IA por parte de las empresas. Los datos emparejados de empleador-empleado indican que la política también redujo la demanda de trabajadores dedicados al análisis de datos, pero no la de otros tipos de trabajadores. Los instrumentos políticos se han utilizado durante mucho tiempo para moldear la tecnología de producción. Entre ellos se incluyen incentivos para determinados productos, como la innovación o las exportaciones, o para el uso de ciertos insumos, como el abastecimiento local o la inversión de capital. Una vez implementadas, estas políticas tienden a persistir, lo que puede generar consecuencias no deseadas en la trayectoria del cambio tecnológico. Por ejemplo, la reducción de los impuestos sobre el capital (en relación con los ingresos del trabajo) puede haber acelerado la difusión de la automatización que ahorra mano de obra en Estados Unidos. Históricamente, la mayoría de las empresas adquirían nuevas tecnologías mediante la compra de capital, incluidos ordenadores y servidores en el último medio siglo. Las diferencias en estas vías de inversión entre países pueden ayudar a explicar las divergentes trayectorias de desarrollo desde el inicio de la revolución industrial. Para fomentar estas inversiones y estimular el crecimiento, los responsables políticos recurren frecuentemente a programas de incentivos al capital, que reducen el costo del capital. Hoy en día, este tipo de políticas se aplican en todos los países de la OCDE, ya sea en forma de desgravaciones fiscales, subvenciones o ayudas. Las pruebas empíricas de su eficacia son abrumadoras. Tras el lanzamiento de Amazon Web Services en 2006, las empresas pueden adquirir servicios de almacenamiento de datos, computación y software a través de la nube, lo que les permite sustituir las inversiones iniciales en tecnologías digitales tangibles. Por ejemplo, en lugar de comprar un servidor, las empresas pueden alquilarlo a un proveedor en la nube. El crecimiento de esta nueva forma de acceder a la tecnología de la información ha sido rápido: en 2016, el gasto en servicios en la nube representaba el 25 % de los presupuestos de TI de las empresas europeas.
El crecimiento en el uso de la nube se ha visto impulsado tanto por la reducción de costos del lado de la oferta, gracias a las economías de escala de los proveedores en grandes centros de datos con cientos de miles de servidores, como por la flexibilidad que ofrece a las empresas para ajustar sus necesidades digitales según la demanda. Sin embargo, los servicios digitales suelen quedar fuera del alcance de los programas de incentivos al capital. Esto plantea la cuestión de si estas políticas distorsionan la elección empresarial entre invertir en capital informático tangible o adquirir servicios de computación en la nube. Dado que las primeras etapas tecnológicas pueden ser cruciales para la trayectoria futura del uso de la tecnología, surge una cuestión más importante: ¿afectan los incentivos al capital la difusión de tecnologías de datos complementarias a los servicios en la nube, como el análisis de macrodatos y la IA? Estas tecnologías se han identificado como posibles tecnologías de propósito general, por lo que las respuestas a estas preguntas tienen implicaciones potencialmente amplias para el futuro del empleo, la innovación y la productividad. El efecto de los incentivos al capital sobre la analítica de macrodatos y la IA depende de la medida en que las empresas puedan utilizar su propio capital de TI o, en su defecto, de las ventajas que ofrece el uso de la computación en la nube. Por un lado, si los incentivos al capital aumentan la inversión en hardware informático para almacenar y procesar datos, esto puede fomentar la adopción de la analítica de macrodatos y la IA. Por otro lado, si la computación en la nube complementa en gran medida el uso de los macrodatos y la IA, las políticas de incentivos al capital —al ralentizar la difusión de la nube— también podrían ralentizar la adopción de estas tecnologías. Se argumenta que la capacidad de los servicios en la nube para escalar flexible y rápidamente según la demanda debería permitir que las tecnologías intensivas en datos complementen en mayor medida estos servicios. Este trabajo presenta las primeras pruebas sobre si los incentivos al capital distorsionan la difusión reciente de la tecnología, tomando como ejemplo la nube frente a la inversión propia en TI. Se utilizan nuevos datos de panel a nivel de empresa que capturan la adopción de la nube, el análisis de macrodatos y la IA, junto con las inversiones tradicionales en capital tangible, incluida la inversión total en TI, hardware y software. Además, se emplean datos de panel emparejados de empleador-empleado para medir la demanda de trabajadores especializados en análisis de datos, como un indicador alternativo de la adopción de tecnología.
Si la política de la AIA afecta a la adopción empresarial de tecnologías de análisis de datos, como la nube, el análisis de macrodatos o la IA, cabría esperar que esto también se reflejara en la demanda de trabajadores que realicen tareas relacionadas con el análisis de datos. Se estudia la inversión de capital y la difusión de tecnología en el contexto de un experimento cuasi-natural que explota la introducción y los ajustes en el umbral de elegibilidad para la política de incentivos de capital en el Reino Unido, la Annual Investment Allowance (AIA). Este régimen permitía a las empresas deducir el costo de la inversión en capital (incluido el capital informático) de sus beneficios, hasta un límite que se ajustaba con el tiempo. El AIA afectaba el costo marginal de inversión de algunas empresas y no de otras, lo que permite emplear un enfoque de diferencias en diferencias, comparando las empresas tratadas con las de control. La computación en la nube está cambiando la forma en que las empresas acceden a las TI. Sin embargo, poco se sabe sobre si las políticas diseñadas para formas anteriores de tecnología pueden extrapolarse a este nuevo entorno. Este trabajo examina si los incentivos al capital distorsionan las decisiones empresariales de adoptar la nube o invertir en TI física, y cómo esto afecta la difusión de la analítica de macrodatos y la IA. Para ello, se aprovecha la introducción y los cambios posteriores de un incentivo fiscal británico para la inversión en capital tangible: la desgravación anual por inversión (AIA). Descubrir que las empresas que pueden acogerse a la AIA aumentan su inversión en capital, incluida la TI y el hardware, como era de esperar. Sin embargo, es mucho menos probable que adopten la nube. Los resultados sugieren que las empresas consideran la inversión en TI física y la adopción de la nube como sustitutos parciales: una reducción en el precio de la inversión en TI conduce a una sustitución de la nube por la TI tradicional. Investigaciones anteriores sugieren que las empresas más pequeñas son las que más se benefician de la nube, gracias a los costos variables flexibles que esta proporciona. Sin embargo, se observa que son precisamente estas empresas las que se ven más limitadas por los incentivos al capital. Además, el AIA también redujo la demanda de trabajadores dedicados al análisis de datos y disminuyó la probabilidad de utilizar el análisis de macrodatos y la IA, lo que confirma que la computación en la nube es un complemento clave para el uso de estas tecnologías. Las estimaciones sugieren que la política retrasó la difusión agregada de la nube, la analítica de macrodatos y la IA en más de un año.
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https://openknowledge.worldbank.org/entities/publication/e040d61d-6c8f-4c4c-914c-aad8cc618411
https://openknowledge.worldbank.org/bitstreams/f2696e76-75e9-4b1a-805c-b1913ca12a83/download