El progreso hacia sistemas energéticos sostenibles ha avanzado a pesar de tensiones geopolíticas, presiones inflacionarias y una creciente demanda impulsada por la electrificación y el desarrollo de la inteligencia artificial. La combinación de energías renovables, eficiencia energética y nuevas tecnologías ha permitido que más países mejoren su desempeño en seguridad, equidad y sostenibilidad. Sin embargo, la transformación energética mantiene un ritmo desigual, con diferencias notables entre regiones y economías avanzadas, emergentes y en desarrollo. Mientras que economías como las nórdicas muestran resultados sólidos en la diversificación de fuentes, políticas estables y marcos regulatorios eficientes, otras regiones avanzan a través de caminos distintos, priorizando la inversión, las reformas regulatorias o la expansión de la infraestructura. La resiliencia de los sistemas energéticos se ha convertido en una prioridad, impulsando la modernización de redes, el almacenamiento de energía y la digitalización, al tiempo que se busca asegurar el acceso a materiales críticos y fomentar la innovación local.
El crecimiento de la demanda energética ha estado marcado por la rápida expansión de los centros de datos y la digitalización, lo que ha incrementado la necesidad de fortalecer las redes eléctricas para sostener la integración de energías renovables. La expansión de la energía solar y eólica ha permitido reducir intensidades energéticas y de emisiones, aunque persisten desafíos en sectores como la calefacción, la industria y el transporte, donde la participación de fuentes limpias aún es limitada. A su vez, las economías emergentes enfrentan retos relacionados con el acceso a financiamiento, lo que dificulta escalar las inversiones necesarias para una transición energética robusta. A pesar de que la inversión global en energías limpias ha crecido y ha superado los dos billones de dólares, la velocidad de incremento se ha moderado, y la distribución de estos flujos se concentra en mercados avanzados y en China, generando una desalineación con las regiones donde se proyecta mayor crecimiento de la demanda.
La equidad energética ha mejorado con la moderación de precios y las reformas en subsidios, ampliando el acceso y reduciendo brechas en algunas regiones. Sin embargo, en áreas con menor desarrollo institucional y dificultades de infraestructura, las mejoras avanzan lentamente. La adopción de tecnologías de bajo carbono, combinada con medidas de eficiencia energética, contribuye a reducir el consumo per cápita y las emisiones, mientras que el fortalecimiento de las redes de transmisión e interconexión permite integrar más generación renovable de forma flexible y confiable. En cuanto a la seguridad energética, esta se ha redefinido al incluir la resiliencia frente a eventos climáticos extremos, la diversificación de fuentes y la integración de infraestructura digital. Este enfoque adaptativo considera la vulnerabilidad de los sistemas a las tensiones del mercado, los conflictos y los impactos del cambio climático, enfatizando la importancia de mejorar la flexibilidad y la capacidad de respuesta de las redes.
Las estrategias efectivas para la transición energética consideran tanto los contextos locales como la cooperación internacional, combinando planes a largo plazo con políticas que impulsen la adopción de tecnologías limpias y el desarrollo de capacidades en infraestructura, innovación y capital humano. Para avanzar de forma sostenida, es necesario que los proyectos se conviertan en inversiones tangibles y que los compromisos de reducción de emisiones se reflejen en resultados medibles, permitiendo a las naciones fortalecer sus economías, reducir emisiones y mejorar el acceso a energía confiable y limpia. Siendo así, la transición energética global se configura como un proceso dinámico que requiere estabilidad regulatoria, inversiones estratégicas y una cooperación flexible, con el fin de construir sistemas energéticos resilientes, accesibles y bajos en emisiones, adaptados a las realidades de cada país y alineados con los objetivos de desarrollo sostenible.
Para leer más ingrese a:
https://www.weforum.org/publications/fostering-effective-energy-transition-2025/
https://reports.weforum.org/docs/WEF_Fostering_Effective_Energy_Transition_2025.pdf