Getting on track for a circular economy – How the government can avoid mistakes of the past

La estrategia de recursos y residuos de Inglaterra, presentada en 2018, planteaba grandes ambiciones al aspirar a convertir al país en líder mundial en el uso eficiente de los recursos y en la reducción de residuos. Sin embargo, los avances en los “indicadores estratégicos” establecidos han resultado inconsistentes. Medidas clave, como las relacionadas con el consumo de materias primas y el reciclaje, no han evolucionado favorablemente. En gran parte, esto se debe a la incapacidad de implementar las reformas iniciales previstas, que se limitaron principalmente a la recogida de envases y al reciclaje, impidiendo así avanzar hacia cambios más profundos que podrían beneficiar a la economía en general. Entre las promesas incumplidas se encuentran la implementación de la responsabilidad ampliada del productor para los envases y el establecimiento de un sistema de devolución de depósitos (DRS). Este último no se espera que entre en funcionamiento hasta 2027, casi una década después de haber sido anunciado por el ex Secretario de Medio Ambiente, Michael Gove. Por otra parte, el compromiso de «igualar o superar las normas de diseño ecológico de la UE, siempre que fuera económicamente viable» no se ha materializado. Mientras que la UE ha avanzado en requisitos para tabletas y teléfonos enfocados en durabilidad y reparabilidad, el Reino Unido no ha implementado medidas similares, lo que ha dejado a los consumidores enfrentándose a productos de menor calidad y mayor costo.


El gobierno elegido en 2024 asumió el cargo con un mensaje alentador de cambio, comprometiéndose a establecer una economía circular. Para ello, se anunció un grupo de trabajo encargado de desarrollar una nueva estrategia que fomente el crecimiento, cree nuevos empleos y acelere la transición hacia el cero neto. Este enfoque podría generar numerosos beneficios, tal como Alianza Verde y sus socios del Grupo de Trabajo sobre Economía Circular han destacado durante más de una década. No obstante, sin una comprensión profunda de las fallas de la estrategia anterior, las ambiciones actuales podrían no alcanzar los resultados esperados. Con el propósito de analizar estas dificultades, se realizaron entrevistas y encuestas a parlamentarios, funcionarios y asesores vinculados a la administración anterior, quienes compartieron sus perspectivas de manera anónima. Sus opiniones proporcionan información valiosa sobre los retos enfrentados al implementar estas políticas en el Reino Unido y ofrecen recomendaciones sobre cómo el gobierno actual podría superar los obstáculos al cambio. En este contexto, el documento examina las razones detrás del estancamiento de los intentos previos y extrae lecciones de administraciones descentralizadas que han demostrado mayor eficacia en la implementación de políticas. Asimismo, subraya la importancia de una mejor gestión de los recursos en toda la economía para contribuir a las metas del gobierno en energía limpia y crecimiento, al tiempo que mejora directamente la calidad de vida de las personas.


Para maximizar los beneficios de la economía circular, resulta esencial conectar este concepto con las preocupaciones cotidianas de la ciudadanía, como lo hace el reciclaje. Aunque los beneficios inmediatos recomendados por expertos son significativos, el documento sostiene que la transformación requiere un plan a largo plazo, con objetivos claros y un marco de acción integral, similar al plan nacional para abordar el cambio climático. Los indicios iniciales sugieren que el nuevo gobierno está dispuesto a adoptar un enfoque más efectivo, desarrollando una estrategia global que será respaldada por un grupo de trabajo compuesto por representantes de la industria, la academia y la sociedad civil. Este grupo informará a un comité ministerial interdepartamental, encargado de coordinar los esfuerzos hacia un cambio transformacional. La estrategia se complementará con planes sectoriales específicos que contribuirán a su implementación efectiva.


Históricamente, las políticas medioambientales en el Reino Unido han prestado poca atención al uso y tratamiento de los recursos, enfocándose principalmente en temas de mayor atención pública, como la contaminación por plásticos o el reciclaje. Esta visión limitada ha dejado fuera de alcance oportunidades clave para transformar la economía lineal de «tomar-hacer-desperdiciar». No obstante, el inicio de un nuevo gobierno representa una oportunidad única para integrar una visión convincente de la economía circular e inspirar a los líderes actuales a respaldar intervenciones cruciales. En este contexto, el Secretario de Medio Ambiente, Steve Reed, ha asumido un papel activo en el desarrollo de una estrategia de economía circular interdepartamental. Reed ha subrayado que una economía de residuos cero generaría «beneficio tras beneficio tras beneficio» y ha instado a tomar medidas serias para erradicar la cultura del usar y tirar. Además, el Partido Laborista ha expresado su apoyo a un objetivo de reducción del consumo de recursos, identificado como un eje clave para guiar acciones significativas.


Con el fin de evitar los errores del pasado, Alianza Verde ha publicado una serie de documentos explicativos que destacan las oportunidades actuales y resumen los beneficios potenciales de una economía circular para el público, las empresas y la economía en general. Estas publicaciones se basan en entrevistas con 17 personas cercanas al proceso de toma de decisiones en administraciones anteriores, incluidos parlamentarios, funcionarios y asesores, quienes compartieron sus perspectivas sobre las razones detrás del lento progreso en Westminster y el éxito relativo de algunas administraciones descentralizadas. Aunque la estrategia de recursos y residuos de 2018 contenía ideas ambiciosas, su implementación estuvo plagada de retrasos y el incumplimiento de hitos clave. Las críticas de la Oficina Nacional de Auditoría (NAO) y la Oficina para la Protección del Medio Ambiente (OEP) evidenciaron la falta de progreso significativo. Ambas entidades señalaron la ausencia de un enfoque estratégico, indicando que las acciones del gobierno se centraron desproporcionadamente en el reciclaje, ignorando obligaciones legales que priorizan la prevención y reutilización de residuos. El documento concluye que, para asegurar el éxito de las políticas actuales, es fundamental adoptar una visión ambiciosa, respaldada por acciones efectivas y coordinadas, que permitan al Reino Unido avanzar hacia una economía más sostenible y circular.

 

Para leer más ingrese a:

https://green-alliance.org.uk/publication/getting-on-track-for-a-circular-economy-how-the-government-can-avoid-mistakes-of-the-past/

https://green-alliance.org.uk/wp-content/uploads/2024/11/Getting-on-track-for-a-circular-economy.pdf

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