Para alinear la economía mundial con los objetivos del Acuerdo de París, resulta urgente incrementar las inversiones en tecnologías energéticas limpias. En este contexto, el interés por el hidrógeno limpio ha experimentado un crecimiento significativo, debido a su potencial para descarbonizar sectores particularmente difíciles de transformar. Sin embargo, solo unos pocos proyectos de hidrógeno limpio a gran escala se encuentran en construcción o en operación, enfrentándose a dificultades para alcanzar la decisión final de inversión. En octubre de 2024, la Presidencia de la COP29 publicó una Declaración sobre el Hidrógeno como parte de su Programa de Acción, cuyo propósito es incrementar la producción y el uso de hidrógeno limpio renovable. Este esfuerzo busca acelerar la descarbonización de la producción de hidrógeno actual, que en gran medida depende de combustibles fósiles, y contribuir a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). El enfoque principal recae en sectores de difícil descarbonización, teniendo en cuenta las circunstancias nacionales.
La declaración también destaca la importancia de proporcionar asistencia financiera y técnica para implementar instrumentos eficaces y escalables, especialmente en los países en desarrollo. Esto resulta esencial para fomentar la inversión en hidrógeno renovable y sus derivados en toda la cadena de valor. En apoyo a esta iniciativa, 11 instituciones financieras de desarrollo (IFD), tanto nacionales como internacionales, emitieron un Comunicado Conjunto sobre la Iniciativa Faro de 10 GW, comprometiéndose a colaborar en proyectos de hidrógeno renovable con capacidades de entre 100 MW y 1 GW en países emergentes y en desarrollo. Estas instituciones buscan garantizar que dichos proyectos alcancen la fase de Decisión de Inversión Final (FID) para 2030. Para lograrlo, se subraya la importancia de la mitigación de riesgos como un medio para atraer y movilizar capital privado.
El informe, desarrollado por la OCDE y el Banco Mundial con el apoyo de actores del sector financiero, promotores de proyectos y gobiernos, enfatiza que instrumentos como garantías de compra, seguros de riesgo político, garantías tecnológicas y garantías parciales de crédito pueden desempeñar un papel crucial en la gestión de riesgos. Asimismo, recalca que estos instrumentos deben integrarse en paquetes de mitigación de riesgos, dado que cada proyecto enfrenta retos específicos. Además, el informe subraya que políticas de apoyo y condiciones favorables son requisitos fundamentales para crear un entorno de inversión atractivo y optimizar la eficacia de los instrumentos de mitigación de riesgos. Este documento también analiza las iniciativas internacionales existentes relacionadas con la financiación del hidrógeno limpio, destacando la necesidad de coordinar acciones como la creación de plataformas de inversión y acuerdos bilaterales para evaluar y financiar proyectos.
En un periodo crítico de mayor ambición climática en todos los sectores de la economía, el informe busca orientar a los gobiernos y a los actores financieros en el diseño y aplicación de instrumentos económicos, de reducción de riesgos y de financiación para proyectos de hidrógeno limpio. Este informe establece una base para futuras colaboraciones en el marco de la Alianza del Hidrógeno para el Desarrollo (H4D), liderada por el Banco Mundial. Las investigaciones futuras podrían aportar nuevas perspectivas sobre mecanismos de financiación innovadores y modelos de negocio escalables, adaptados a los retos específicos de los mercados emergentes y en desarrollo.
El hidrógeno limpio representa una oportunidad estratégica para descarbonizar tanto las economías avanzadas como los mercados emergentes, con beneficios potenciales en la reducción de emisiones, el fortalecimiento de la seguridad energética y el impulso del crecimiento económico. Según los proyectos anunciados, la producción anual de hidrógeno limpio podría incrementarse de menos de 1 millón de toneladas (Mt) en 2023 a 40 Mt en 2030, la mitad de ellas en los pequeños estados insulares en desarrollo (PEID). Este crecimiento requeriría inversiones significativas, estimadas en 100.000 millones de dólares anuales, en infraestructura relacionada con la cadena de valor del hidrógeno, incluyendo electricidad renovable, producción, almacenamiento, transporte y conversión. El informe Scaling Hydrogen Financing for Development, publicado en febrero de 2024, identificó que menos del 10 % de los proyectos de hidrógeno limpio a nivel mundial han alcanzado la decisión final de inversión debido a los altos riesgos percibidos. Según el documento, los instrumentos de mitigación de riesgos pueden mejorar la viabilidad de los proyectos, reduciendo costos de capital y de producción, y atrayendo inversión privada adicional.
En 2023, una encuesta de la OCDE y el Banco Mundial a inversores identificó seis categorías principales de riesgos que afectan el desarrollo de proyectos de hidrógeno limpio: incertidumbre en la oferta (en términos de volumen y precio), riesgos políticos y regulatorios, falta de infraestructura habilitadora, riesgos tecnológicos y riesgos macroeconómicos. Aunque los sectores de gas natural licuado (GNL) y energía eólica marina ofrecen lecciones útiles, el hidrógeno limpio enfrenta desafíos únicos, como la ausencia de índices de precios de referencia, la incertidumbre del mercado y la falta de un historial comercial consolidado. El informe detalla 46 iniciativas internacionales que apoyan proyectos de hidrógeno limpio en países emergentes, incluyendo investigación, mitigación de riesgos, apoyo financiero y fortalecimiento de capacidades. Más de dos tercios de estas iniciativas ofrecen asistencia financiera directa o mecanismos de mitigación de riesgos, aunque la coordinación entre ellas sigue siendo limitada. Para abordar esta brecha, el informe propone herramientas como plataformas de inversión, colaboraciones bilaterales y sesiones de aprendizaje entre instituciones financieras.
Este estudio proporciona una visión general del papel del hidrógeno limpio en escenarios de emisiones netas cero, destacando los factores de riesgo y las oportunidades para desbloquear inversiones en mercados emergentes y economías en desarrollo. Se pueden generalizar varias condiciones para que los proyectos de hidrógeno limpio tengan éxito. En primer lugar, debe haber una fuerte alineación con las políticas y objetivos climáticos nacionales e internacionales, garantizando que el proyecto apoye objetivos medioambientales más amplios y se beneficie del apoyo normativo. En segundo lugar, son cruciales las asociaciones público-privadas eficaces, que combinen los puntos fuertes de las entidades gubernamentales y las empresas privadas para aprovechar los recursos, la experiencia y los mecanismos de riesgo compartido. Por último, es necesario el compromiso de los agentes financieros locales e internacionales para proporcionar la financiación y la estabilidad financiera que requieren estos proyectos de gran intensidad de capital. Estas condiciones crean un marco sólido que puede adaptarse y reproducirse en diferentes regiones, fomentando la expansión mundial de las iniciativas de hidrógeno verde.
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