La República Popular China está logrando niveles récord en el despliegue de energía eólica y solar fotovoltaica, lo que supone un desafío para la flexibilidad de su sistema eléctrico. Simultáneamente, ha avanzado significativamente en la implantación de mercados energéticos. Los objetivos anunciados en 2020, que incluyen alcanzar el máximo de emisiones de dióxido de carbono antes de 2030 y la neutralidad de carbono antes de 2060, han impulsado la expansión de su huella energética. Un informe reciente analiza la evolución de los requisitos de flexibilidad del sistema eléctrico chino en el marco de su transición hacia una matriz energética más limpia. Dicho análisis propone herramientas políticas basadas en el mercado para optimizar la flexibilidad del sistema, con especial énfasis en el periodo del XV Plan Quinquenal (2026-2030). Estas herramientas están diseñadas para abordar los retos asociados con la integración de energías renovables variables (ERV) a corto plazo. El informe está dirigido principalmente a responsables políticos en China y a expertos internacionales interesados en la reforma del sector eléctrico, aunque también ofrece información valiosa para un público general.
El crecimiento acelerado de la energía eólica y solar fotovoltaica ha incrementado de manera urgente la demanda de flexibilidad en el sistema eléctrico. Este sistema está experimentando una transformación profunda, impulsada por el rápido aumento de la capacidad de generación con ERV y la electrificación de múltiples sectores. Entre 2022 y 2030, se prevé que los requisitos de flexibilidad a corto plazo (relacionados con rampas horarias y diarias) se tripliquen, debido principalmente a la expansión de la energía solar fotovoltaica. Desde 2015, las reformas del sector eléctrico han otorgado un papel cada vez más relevante a los mercados, lo que ha acelerado el despliegue de mecanismos basados en estos. En el último año, se han logrado avances significativos, como el lanzamiento de cuatro mercados al contado provinciales y un mercado interprovincial. Además, el documento n.º 118 de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma, publicado en 2022, promovió la creación de un sistema de mercado eléctrico nacional unificado, incentivando la integración entre provincias y regiones. Reformas bien diseñadas son esenciales para desbloquear la flexibilidad del sistema y alcanzar los objetivos energéticos de 2030.
A medida que China avanza hacia un sistema energético basado en el mercado, los diseños de estos mercados deben priorizar la flexibilidad y desplegarse de manera coordinada. Para alcanzar el pico de emisiones de carbono antes de 2030, recursos no fósiles como la energía hidroeléctrica, el almacenamiento en baterías y la respuesta a la demanda podrían satisfacer hasta un 60 % de los requisitos de flexibilidad a corto plazo en ese año. Esto dependerá del correcto funcionamiento de los mercados al contado y de servicios auxiliares. Un sistema de mercado eléctrico unificado a nivel nacional permitirá un uso eficiente de los recursos entre provincias y regiones, pero retrasos en su implementación podrían prolongar la dependencia de las centrales térmicas, dificultando el avance hacia un sistema energético más sostenible. El XV Plan Quinquenal (2026-2030) representa una oportunidad crucial para implementar reformas estructurales en el mercado energético. Durante este periodo, será fundamental consolidar compromisos que apoyen la flexibilidad del sistema y permitan la integración de grandes cantidades de ERV. Lograr esta transformación sin comprometer la estabilidad y la confiabilidad de la red requerirá un cambio hacia prácticas de planificación y operación centradas en los mercados y la flexibilidad. Para ello, será necesario diseñar mercados que ofrezcan señales de precios efectivas para incentivar soluciones flexibles.
Actualmente, más del 90 % de la electricidad comercializada en China está sujeta a contratos a medio y largo plazo, lo que limita los ajustes en tiempo real y dificulta la respuesta a las necesidades del sistema. Además, el subdesarrollo de los mercados al contado y de servicios auxiliares en muchas regiones restringe los incentivos para adaptarse a las condiciones cambiantes del sistema. La mayoría de la flexibilidad necesaria podría obtenerse mediante mejoras en las prácticas de despacho, incluyendo un despacho económico eficiente a nivel provincial y regional, que priorice los recursos según su costo marginal y garantice la rentabilidad del sistema. Las reformas regulatorias deberán enfocarse en armonizar los marcos políticos y ampliar la participación en los mercados. Las diferencias entre provincias en los requisitos y recompensas por la provisión de flexibilidad crean barreras para los proveedores y dificultan la escalabilidad de las soluciones. Facilitar el acceso al mercado interprovincial e integrar mejor el comercio entre provincias permitirá ampliar la base de flexibilidad y fomentar la cooperación interregional.
Por otro lado, la expansión y optimización de las infraestructuras será esencial para alcanzar un sistema de mercado unificado. La infraestructura actual de redes interprovinciales y de distribución en China no cumple plenamente con las demandas de un sistema eléctrico flexible y moderno. Además, la infrautilización de activos como el almacenamiento en baterías refleja un desajuste entre las necesidades de flexibilidad y los modelos de negocio vigentes. Por lo tanto, será necesario invertir en redes y tecnologías digitales que estén alineadas con los objetivos de descarbonización. Finalmente, las reformas deben incluir medidas que apoyen la transición de las centrales de carbón, de proveedoras de energía a proveedoras de servicios de flexibilidad. Aunque estas centrales seguirán siendo fundamentales para la estabilidad de la red, su papel en la generación deberá disminuir. Este cambio requerirá políticas específicas que fomenten su adaptación para proporcionar servicios como regulación de frecuencia, apoyo en rampas y flexibilidad estacional, contribuyendo así a un sistema eléctrico más flexible y con bajas emisiones de carbono.
En resumen, el conjunto de herramientas de políticas propuesto se centra en el desarrollo de mercados y regulaciones que incentiven la flexibilidad, mejoren la coordinación regional y articulen una planificación a largo plazo en torno a los mercados. Este conjunto de herramientas es fundamental para permitir que China logre un sistema eléctrico flexible y eficiente para 2030. La implementación de estas nuevas reformas puede adoptar el enfoque que China utilizó en reformas previas del mercado, controlando riesgos a través de ensayos piloto a nivel provincial para refinar los mecanismos antes de escalarlos a nivel nacional. La alineación del 15.º Plan Quinquenal con objetivos más amplios de seguridad energética y descarbonización garantizará que China se mantenga en el camino hacia sus metas de neutralidad de carbono, al mismo tiempo que aborda la necesidad inmediata y creciente de flexibilidad del sistema. Para asegurar el éxito continuo de las reformas del sector eléctrico, será necesario que China también se enfoque en construir un marco de gobernanza sólido, aumentar la capacidad institucional y avanzar en su compromiso con reformas ambiciosas.
Los pasos críticos incluyen establecer estructuras legales sólidas, promover la transparencia de datos, mejorar la capacidad regulatoria para supervisar y monitorear los mercados, y articular una estrategia clara y a largo plazo para el sector eléctrico. Estas reformas serán esenciales para apoyar la transformación eficiente, segura y sostenible que se requiere para satisfacer las demandas de una red eléctrica cada vez más impulsada por energías renovables. El éxito final de esta transformación dependerá de la capacidad de las instituciones, así como de un firme compromiso con medidas políticas ambiciosas que permitan el alcance total de los mercados eléctricos, desbloqueando al mismo tiempo el potencial de flexibilidad de los sistemas de almacenamiento de energía, los recursos energéticos distribuidos y la participación del lado de la demanda. Estas políticas garantizarán que China no solo sea capaz de equilibrar su sistema en tiempo real, sino también de liderar la transición energética global.
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https://www.iea.org/reports/meeting-power-system-flexibility-needs-in-china-by-2030