Opening Early Market for Low-Carbon Building Materials in China

La necesidad de reducir las emisiones de carbono en el sector de la construcción es uno de los retos más urgentes en la transición hacia una economía sostenible. Este desafío se torna aún más crítico cuando se considera que materiales como el cemento y el acero representan una proporción considerable de las emisiones globales. En este contexto, el desarrollo y la implementación de prácticas orientadas a la promoción de materiales de construcción de bajo carbono surgen como una oportunidad estratégica para transformar tanto los procesos de producción como los enfoques de construcción. Las emisiones asociadas a la producción de cemento, por ejemplo, se concentran principalmente en la fabricación del clínker, un componente esencial que requiere altas temperaturas y un consumo energético intensivo. En este sentido, aumentar el uso de materiales suplementarios de cementación, como las cenizas volantes y la escoria granulada de alto horno, representa una solución inmediata y efectiva para reducir la huella de carbono, con la posibilidad de incrementar su proporción en mezclas de concreto hasta niveles del 40%.

 

En paralelo, el sector del acero presenta alternativas igualmente prometedoras, siendo la producción mediante hornos eléctricos alimentados con chatarra una de las más viables. Esta tecnología no solo reduce las emisiones en comparación con los altos hornos tradicionales, sino que además promueve la economía circular al aprovechar materiales reciclados. Más aún, el uso de hidrógeno verde como agente reductor en la fabricación de acero directo representa un avance significativo, aunque todavía enfrenta retos de costos y disponibilidad. Sin embargo, las proyecciones muestran que, a medida que estas tecnologías se comercialicen y escalen, la brecha económica frente a las alternativas convencionales se reducirá, lo que permitirá una mayor adopción en los próximos años. Así, el sector de la construcción se posiciona no solo como un consumidor de estos materiales de bajo carbono, sino también como un catalizador de su desarrollo al crear una demanda creciente que impulse la innovación tecnológica.

 

El papel de las adquisiciones públicas es central en este proceso, dado que representan una parte significativa del consumo de materiales de construcción en proyectos de infraestructura, edificios públicos y viviendas. La integración de requisitos de bajo carbono en los criterios de contratación puede establecer un estándar que incentive a los productores a adaptar sus procesos y a los desarrolladores a priorizar soluciones sostenibles. En este contexto, se vuelve fundamental contar con sistemas de certificación robustos y transparentes que permitan evaluar el impacto ambiental de los materiales a lo largo de su ciclo de vida. Esto no solo implica calcular las emisiones directas asociadas a la producción, sino también considerar las emisiones derivadas del transporte, la construcción y la disposición final. Para lograrlo, se necesita un marco de referencia común, como reglas de categoría de producto estandarizadas, que aseguren la consistencia y la comparabilidad de los datos.

 

Sin embargo, el desarrollo de estas métricas y estándares enfrenta desafíos significativos, especialmente en regiones donde los datos de emisiones son limitados o están desactualizados. Esto pone de manifiesto la necesidad de bases de datos localizadas que reflejen las realidades específicas de cada contexto. En países con una alta dependencia de materiales de construcción, la creación de estos sistemas podría transformar el sector, permitiendo no solo identificar oportunidades de reducción de emisiones, sino también abrir nuevas rutas hacia la innovación en procesos y materiales. Es evidente que el éxito de estas iniciativas dependerá de una colaboración estrecha entre productores, organismos reguladores y desarrolladores, así como de un compromiso conjunto por priorizar el impacto ambiental en las decisiones de inversión.

 

Otro componente esencial para avanzar en la descarbonización del sector es la implementación de incentivos financieros y no financieros. Los primeros, como subsidios o recompensas económicas, pueden reducir los costos iniciales asociados a la adopción de tecnologías más limpias, mientras que los segundos, como ventajas en procesos de licitación o agilización de trámites regulatorios, ofrecen beneficios tangibles para los desarrolladores. Además, establecer límites de carbono obligatorios para los materiales estructurales utilizados en proyectos públicos puede consolidar estas prácticas como un estándar de la industria, fomentando su expansión hacia proyectos privados. Este enfoque no solo busca transformar el mercado, sino también asegurar que las reducciones de emisiones se traduzcan en beneficios ambientales reales a gran escala.

 

La integración de estas prácticas en el sector de la construcción también puede servir como modelo para otros sectores intensivos en carbono, estableciendo un precedente sobre cómo las políticas públicas pueden impulsar cambios significativos en la industria. A medida que se desarrollan y perfeccionan tecnologías como el cemento de carbono casi nulo y el acero producido con hidrógeno verde, el costo adicional que estas representan puede ser absorbido mediante economías de escala y mejoras en la eficiencia de los procesos. Este modelo de transición combina innovación tecnológica con la creación de políticas habilitantes que fomentan un mercado competitivo y sostenible.

 

En última instancia, la adopción de materiales de bajo carbono no es solo una respuesta al desafío climático, sino también una oportunidad para reimaginar el futuro de la construcción desde una perspectiva más responsable. Desde la promoción de tecnologías emergentes hasta la redefinición de estándares de certificación y la implementación de incentivos efectivos, cada paso en esta dirección refuerza la necesidad de un cambio profundo en las prácticas actuales. Este esfuerzo conjunto puede transformar el sector de la construcción en un pilar clave para alcanzar objetivos de sostenibilidad y descarbonización global, demostrando que es posible construir un futuro más limpio y resiliente sin comprometer el desarrollo económico ni la calidad de vida.

 

Para leer más ingrese a:

https://rmi.org/insight/opening-early-market-for-low-carbon-building-materials-by-public-procurement-in-china/

https://rmi.org/wp-content/uploads/dlm_uploads/2024/11/1119-Opening-Early-Market-for-Low-Carbon-Building-Materials-by-Public-Procurement-in-China-ES.pdf

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