A medida que se acelera el cambio hacia un sistema energético limpio, será necesario realizar inversiones sustanciales en nuevas minas y capacidad de refinado, especialmente en regiones geográficamente diversas, para producir minerales esenciales como el cobre, el litio, el níquel, el cobalto y las tierras raras. El reciclaje se considera indispensable para garantizar la seguridad y sostenibilidad del suministro de estos minerales críticos durante las transiciones hacia energías limpias. Aunque el reciclaje no elimina la necesidad de invertir en minería, sí crea una valiosa fuente secundaria de suministro que reduce la dependencia de nuevas minas y mejora la seguridad del suministro en los países importadores. Además, el reciclaje contribuye a mitigar los impactos medioambientales y sociales asociados a la minería y el refinado, al tiempo que evita que los residuos tecnológicos terminen en vertederos. La Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha subrayado durante años la importancia de liberar el potencial del reciclaje, y este fue uno de los puntos destacados en la primera Cumbre sobre Minerales Críticos y Energía Limpia, celebrada en septiembre de 2023. Este informe, elaborado a solicitud del Ministerio de Asuntos Exteriores de Italia como parte de la agenda del G7, evalúa el estado actual del reciclaje de minerales críticos, analiza las perspectivas del suministro secundario bajo distintos escenarios y presenta recomendaciones políticas para acelerar la adopción del reciclaje, con miras a desarrollar cadenas de suministro más sostenibles y seguras.
Aunque el reciclaje no elimina la necesidad de nuevas minas, su capacidad para reducir la dependencia de la minería diferencia a los minerales críticos de los combustibles fósiles, los cuales no pueden reutilizarse y cuya combustión genera emisiones de larga duración. Asimismo, la ampliación de la infraestructura de reciclaje ayuda a crear reservas que amortigüen futuras interrupciones en el suministro. Este enfoque no solo beneficia la seguridad del suministro, sino que también reduce los impactos ambientales y sociales de las actividades extractivas. En términos de resultados, el reciclaje de materiales como el níquel, el cobalto y el litio ha crecido rápidamente en los últimos años, aunque todavía parte de una base baja. Por ejemplo, las tasas de recuperación alcanzaron más del 40 % para el níquel y el cobalto, y cerca del 20 % para el litio en 2023. Este crecimiento, impulsado por un mercado que se ha multiplicado por 11 entre 2015 y 2023, destaca el potencial del reciclaje si se implementan políticas e incentivos adecuados. El informe también resalta el impacto de las políticas gubernamentales en el avance del reciclaje. Desde 2022, más de 30 nuevas medidas relacionadas con el reciclaje de minerales críticos han sido introducidas en diferentes países. Estas políticas abarcan desde planes estratégicos y responsabilidad ampliada del productor (RAP) hasta incentivos financieros y regulaciones transfronterizas. Sin embargo, la mayoría de las estrategias actuales carecen de un marco integral que incluya objetivos claros, mecanismos de aplicación, sistemas de seguimiento y apoyo económico.
En el escenario de compromisos climáticos nacionales (APS), el reciclaje podría reducir la necesidad de nuevas actividades mineras entre un 25 % y un 40 % para 2050. Por ejemplo, la demanda de nuevas minas podría disminuir un 40 % en el caso del cobre y el cobalto, y un 25 % en el del litio y el níquel. Este cambio también podría quintuplicar el valor de mercado de los minerales reciclados, alcanzando los 200.000 millones de dólares en 2050, y reducir significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas a la minería. No obstante, persisten desafíos importantes. Las tasas de reciclaje son significativamente más altas en economías avanzadas que en países en desarrollo. Por ejemplo, mientras Japón y Corea alcanzan tasas de reciclaje del 30 %, y Europa y América del Norte llegan al 40-50 %, las tasas en África y América Latina apenas superan el 5 %. Incrementar las infraestructuras de recogida y reciclaje, junto con la transferencia de tecnología y competencias, es clave para cerrar esta brecha y fomentar el desarrollo económico en estas regiones.
En conclusión, el reciclaje de minerales críticos no solo puede contribuir a la seguridad del suministro, sino que también ofrece importantes beneficios económicos, sociales y ambientales. A medida que el mundo avanza hacia sistemas energéticos más limpios, será esencial integrar políticas eficaces que promuevan el reciclaje como un pilar fundamental de las cadenas de suministro sostenibles.
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