Este informe investiga el potencial de las evaluaciones remotas de energía en el hogar, que ganaron popularidad durante la pandemia, pero que seguirán siendo una herramienta útil en el futuro. Utilizando fuentes de datos de múltiples partes interesadas, nuestra propia encuesta independiente que compara los receptores de las evaluaciones en persona y a distancia, y observaciones directas de las evaluaciones a distancia, examinamos la eficacia de las evaluaciones a distancia y cómo pueden mejorarse.
We find that remote assessments are not only necessary to expand the reach of energy efficiency, they are also effective, useful for encouraging energy upgrades, and liked by customers. They are an excellent option for utilities to provide alongside (or in addition to) in-person assessments, especially for certain demographic groups such as young and tech-savvy customers. We conclude with tips (in the report and summarized in a supplementary tips sheet) on how to use behavioral science to increase the likelihood of conversion following a remote assessment.
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