La guía proporciona recomendaciones destinadas a mejorar la resiliencia de la infraestructura de telecomunicaciones. Su propósito es orientar a los especialistas en el diseño, la preparación y la implementación de proyectos de infraestructura resilientes, además de servir como referencia para los actores involucrados en la formulación de políticas, la regulación o la adquisición de infraestructura de este tipo. No obstante, ninguna intervención individual puede garantizar una infraestructura completamente resiliente; en su lugar, se requiere la implementación de una serie de acciones coordinadas. Un informe del Banco Mundial estimó que la inversión en infraestructura más resiliente en países en desarrollo generaría un beneficio neto promedio de 4,2 billones de dólares estadounidenses, con un retorno de 4 dólares por cada dólar invertido. La resiliencia de la infraestructura de telecomunicaciones varía según el contexto, por lo que las estrategias y políticas deben adaptarse a las condiciones locales. La recuperación y la resiliencia de estas infraestructuras dependen de un diseño de red confiable, como la implementación de múltiples rutas de red.
Entre las intervenciones recomendadas para desarrollar infraestructura más resiliente se incluyen el uso de materiales alternativos, el refuerzo de cimientos, la elevación de activos, la protección contra inundaciones en áreas críticas y la incorporación de componentes redundantes. Asimismo, la mejora del mantenimiento se presenta como una estrategia sin arrepentimientos que fortalece la resiliencia, prolonga la vida útil de los activos y reduce los costos generales. Las recomendaciones generales se ajustan a las circunstancias específicas, los riesgos, el diseño de la red y el entorno habilitador. En países expuestos a múltiples riesgos climáticos y naturales, y donde los recursos financieros y técnicos son limitados, construir redes resilientes frente a todos los riesgos es un desafío significativo. Los operadores y profesionales enfrentan decisiones complejas al tratar de equilibrar costos y beneficios, además de elegir la arquitectura y los equipos más adecuados para garantizar la resiliencia.
El costo adicional de reforzar los activos frente a riesgos climáticos y naturales depende del tipo de riesgo y del activo en cuestión. Las decisiones deben basarse en análisis costo-beneficio respaldados por evaluaciones de riesgo, viabilidad técnica y otras consideraciones, como los objetivos de inclusión. Un enfoque basado en el riesgo resulta fundamental para identificar vulnerabilidades y posibles puntos de falla en la red. El fortalecimiento de elementos críticos y vulnerables del sistema es viable únicamente cuando se dispone de datos precisos sobre la distribución espacial de los riesgos naturales, las rutas y los activos de la infraestructura. En ausencia de estos datos, el fortalecimiento integral del sistema se vuelve considerablemente más costoso. El análisis de estos datos, además de sustentar decisiones e inversiones, aporta numerosos beneficios, aunque el momento de implementar estas acciones también resulta crucial.
La realización de un análisis de riesgos climáticos y naturales en las primeras etapas del ciclo del proyecto incrementa las probabilidades de identificar los segmentos y activos más críticos y vulnerables de la red, así como las medidas de resiliencia más apropiadas para ser incorporadas en el diseño y los documentos de adquisición. La planificación y financiación de infraestructura resiliente suelen requerir enfoques innovadores y colaboración entre los sectores público y privado. Si bien una infraestructura resiliente puede reducir los costos a lo largo de su ciclo de vida, resulta esencial minimizar el costo incremental de estas soluciones y mitigar los riesgos asociados a su adopción. Los países y los socios para el desarrollo deben promover la colaboración público-privada, incentivando la competencia y la inversión en resiliencia de redes mediante políticas adecuadas. Redirigir el enfoque de la inversión hacia un gasto más eficiente y dirigido a los objetivos correctos es una estrategia recomendable, particularmente en áreas con alta exposición y vulnerabilidad a riesgos climáticos y naturales.
La asignación de recursos para proteger activos críticos, desarrollar planes de respuesta a desastres y contingencias, e incorporar estos estándares en los códigos de construcción también resulta beneficiosa. El uso de herramientas de mapeo y visualización con sistemas de información geográfica (GIS), junto con la promoción del intercambio de datos entre las partes interesadas y el uso compartido de infraestructura, puede fomentar una planificación más efectiva. El tamaño y la naturaleza de los daños potenciales están determinados por el tipo, la ubicación y la intensidad de los riesgos, así como por la resiliencia de la infraestructura de telecomunicaciones y los sistemas de apoyo, como el suministro eléctrico, los sistemas de enfriamiento y las estructuras físicas. Las redes de telecomunicaciones pueden fallar de diversas maneras: daños a componentes críticos o no críticos, interrupciones en la infraestructura de apoyo o congestión de la red. Por ejemplo, los vientos fuertes pueden dañar torres, antenas y postes, causando daños localizados, especialmente si los activos están ubicados en las secciones de red de última milla.
Por otro lado, una interrupción en una estación de cable submarino puede provocar una pérdida de servicio a nivel nacional o subnacional si no se cuenta con acceso redundante internacional. Incluso los daños localizados pueden tener un impacto significativo en comunidades vulnerables, al impedir el acceso a comunicaciones de emergencia y apoyo durante o después de desastres naturales. La resiliencia de las redes de telecomunicaciones se define como su capacidad para seguir proporcionando un servicio aceptable frente a fallas y desafíos operativos, como interrupciones derivadas de riesgos climáticos y naturales. Incorporar medidas de resiliencia en todas las etapas de los proyectos de infraestructura de telecomunicaciones, desde el diseño hasta la implementación, resulta esencial para mejorar la capacidad de estas redes de resistir perturbaciones.
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https://openknowledge.worldbank.org/entities/publication/343e201b-755b-4d5c-95df-1ae1488a1929
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