El documento aborda la importancia de la Protección de Infraestructuras Críticas (PIC) y ofrece perspectivas de varios países, centrándose particularmente en la República de Corea. Formando parte de la serie World Bank Korea Office Innovation and Technology Note, este texto subraya la relevancia de la PIC para los países en desarrollo, ya que las infraestructuras críticas son esenciales para el crecimiento económico y el bienestar social. Presenta estudios de caso sobre políticas de PIC de países como Estados Unidos, Alemania, República de Corea, Japón y Singapur, y describe un marco para desarrollar políticas de PIC que incluye consideraciones de gobernanza y actividades operacionales. Un aspecto destacado es el ciclo de vida de las políticas de PIC, que comprende cinco pasos: iniciación, inventario y análisis, producción de políticas, implementación, y monitoreo y evaluación. Además, se detalla cómo identificar infraestructuras críticas, realizar evaluaciones de riesgo, compartir información y mejorar las capacidades de las entidades encargadas de las infraestructuras críticas. El documento también incluye tablas y figuras que ilustran los procesos, políticas y marcos de PIC de diferentes países, y discute la importancia de las asociaciones público-privadas y la cooperación internacional en la protección de infraestructuras críticas. También se cubren medidas de ciberseguridad, sistemas de respuesta a incidentes y programas de intercambio de información sobre amenazas, enfatizando la necesidad de mejorar continuamente y adaptar las políticas de PIC para abordar amenazas y cambios tecnológicos en evolución. En resumen, este documento actúa como una guía integral para los responsables de políticas y las partes interesadas en la protección de infraestructuras críticas, basándose en las mejores prácticas y experiencias de naciones avanzadas digitalmente. Además, el documento destaca la importancia de las políticas de protección de infraestructuras críticas (PIC) frente al aumento de amenazas cibernéticas. Resalta los esfuerzos del Programa de Desarrollo Digital de Corea del Banco Mundial (KoDi) en colaboración con diversas agencias gubernamentales coreanas para compartir conocimientos y mejores prácticas con países en desarrollo. El documento enfatiza la necesidad de un enfoque integral del gobierno hacia la ciberseguridad y la resiliencia de las infraestructuras críticas. Se citan ejemplos de ciberataques a sectores como plantas nucleares, oleoductos, instalaciones de tratamiento de agua y sistemas de salud para subrayar la urgencia de proteger las infraestructuras críticas. Analiza estrategias de PIC de naciones digitalmente avanzadas como Corea del Sur, Singapur, Estados Unidos, Alemania y Japón, identificando tres características comunes en sus enfoques: el establecimiento de marcos legales para identificar amenazas y mantener estándares mínimos de seguridad, la implementación de medidas protectoras adicionales y políticas complementarias, y la incorporación de la resiliencia en los marcos de políticas de PIC. Además, se destaca el aprovechamiento de la experiencia del sector privado y el fomento de la participación voluntaria a través de asociaciones público-privadas (PPP). Finalmente, el documento subraya tres pilares principales que las naciones en desarrollo deben considerar en sus marcos de políticas de PIC: adoptar un enfoque integral de todo el gobierno para promover la ciberseguridad y la resiliencia de las infraestructuras críticas, utilizar diversos instrumentos políticos para mejorar las PPP, facilitar el intercambio de información, aumentar la concienciación y proporcionar formación, e implementar regulaciones específicas para mejorar las capacidades de PIC de las entidades encargadas de las infraestructuras críticas. En conjunto, el documento destaca la importancia de la PIC en un mundo cada vez más digitalizado y proporciona orientación para que los países en desarrollo establezcan medidas robustas de ciberseguridad para sus infraestructuras críticas.
En el contexto de la protección de infraestructuras críticas (PIC), tanto Estados Unidos como Alemania han desarrollado políticas robustas para enfrentar los desafíos crecientes en ciberseguridad. En Estados Unidos, la evolución de la PIC ha pasado de asociaciones voluntarias hacia una estrategia más enfocada en la resiliencia. Este enfoque se consolidó bajo la administración Obama, que enfatizó las alianzas público-privadas y el intercambio de información. Un hito crucial fue la Directiva Presidencial de Política 21 (PPD-21), que introdujo el concepto de resiliencia y redujo los sectores de infraestructura crítica de 18 a 16. Además, en 2018, se estableció la Agencia de Seguridad de Infraestructura y Ciberseguridad (CISA) para liderar los esfuerzos nacionales en ciberseguridad. Los recientes cambios en política, en respuesta a ciberataques significativos, incluyen la obligatoriedad de reportar incidentes de ciberseguridad. El enfoque estadounidense combina estándares voluntarios con regulaciones específicas por sector, donde las entidades de infraestructura crítica son responsables de analizar y mitigar riesgos, con orientación de diversas organizaciones. El gobierno también ha desarrollado planes de respuesta y recuperación, como el Plan Nacional de Respuesta a Incidentes Cibernéticos y ejercicios de simulación cibernética, demostrando un enfoque integral y proactivo. Por otro lado, la política de PIC de Alemania está influenciada tanto por marcos nacionales como por la Unión Europea. Entre los elementos clave se encuentra el Plan Nacional de Protección de la Infraestructura de Información y Comunicación de 2005 (NPSI) y la Estrategia Nacional de Protección de Infraestructuras Críticas de 2009, que define y establece objetivos estratégicos para las infraestructuras críticas. La Estrategia de Ciberseguridad y la Agenda Digital 2014-2017 fortalecieron las regulaciones de ciberseguridad, culminando en la Ley de Seguridad de TI de 2015 y su actualización en 2021 (Ley de Seguridad de TI 2.0), que establecen marcos legales para la cooperación entre el gobierno y actores privados. Alemania también se alinea con directivas de la UE, como la Directiva de Seguridad de Redes y Sistemas de Información (NIS) y la Directiva de Resiliencia de Entidades Críticas (CER). La implementación alemana apoya firmemente las reglas de ciberseguridad de la UE, y el BSI juega un papel central en verificar y evaluar las medidas de seguridad adoptadas por los operadores de infraestructura crítica, imponiendo obligaciones estrictas. Los operadores de CI deben implementar sistemas de gestión de la seguridad de la información (ISMS) y medidas de ciberseguridad. Además, la Ley de Seguridad de TI 2.0 amplió la autoridad del BSI y aumentó las obligaciones para los operadores de CI, estableciendo puntos de contacto con el BSI y reportando incidentes significativos. El NIS 2.0 introduce una estructura de gestión de crisis cibernéticas, aumenta la armonización de requisitos de seguridad y obligaciones de reporte, y abarca más sectores y entidades, abordando riesgos de ciberseguridad en la cadena de suministro. Este enfoque colaborativo entre agencias gubernamentales, operadores de CI y marcos de la UE asegura la ciberseguridad y la resiliencia de la infraestructura crítica en Alemania, subrayando la importancia de la cooperación y adaptación ante amenazas cibernéticas en constante evolución.
El desarrollo de un marco político para la Protección de Infraestructuras Críticas (PIC) es esencial para asegurar y mejorar la resiliencia de estas infraestructuras frente a amenazas cibernéticas. Para ello, es fundamental adoptar un enfoque integral que abarque varios principios y consideraciones clave. En primer lugar, se debe establecer una gobernanza multisectorial para la seguridad de las infraestructuras críticas, involucrando a diversos departamentos y agencias gubernamentales. Este enfoque permite una mejor comprensión de las interdependencias entre los diferentes sectores de las infraestructuras críticas, facilitando así decisiones informadas sobre protección e inversión. Además, la creación de asociaciones público-privadas (PPP) es crucial para compartir visiones y objetivos en materia de PIC, abordando posibles divergencias en cuanto a perspectivas y capacidades de recursos. La confianza entre los gobiernos y las entidades de infraestructuras críticas es otro elemento vital, ya que facilita el intercambio de información sobre amenazas e incidentes cibernéticos. En cuanto a los instrumentos políticos, es necesario determinar aquellos más apropiados, equilibrando entre regulaciones obligatorias y medidas voluntarias para lograr los objetivos estratégicos deseados. La rendición de cuentas de las entidades de infraestructuras críticas y el monitoreo de la implementación de políticas mediante indicadores clave de desempeño (KPIs) y evaluaciones regulares son también aspectos esenciales. El marco para la PIC debe involucrar a todos los niveles de gobierno, tanto central como local, así como a las partes interesadas del sector privado. Es importante entender las interdependencias sectoriales, establecer canales de comunicación efectivos y abordar posibles conflictos de interés entre los objetivos gubernamentales y las preocupaciones del sector privado. Las medidas para construir confianza, como las protecciones legales para las entidades que comparten información sobre amenazas de manera voluntaria, son fundamentales. En el desarrollo de políticas, se debe considerar un ciclo de vida en cinco pasos: inicio, análisis y evaluación, producción de la política de PIC, implementación, y monitoreo y evaluación. Este proceso asegura una gestión continua de riesgos, planificación de respuestas a incidentes, desarrollo de capacidades en la fuerza laboral y el intercambio de información entre las partes interesadas. El texto también sugiere que los gobiernos pueden utilizar este marco para diseñar políticas nacionales de PIC adaptadas a sus necesidades y circunstancias específicas, destacando la necesidad de comunicación y cooperación constante con las partes interesadas y la inclusión potencial de la investigación y desarrollo y la cooperación internacional en las estrategias de PIC. Finalmente, se subraya la importancia de mecanismos de rendición de cuentas y monitoreo para garantizar que las entidades de infraestructuras críticas cumplan con los objetivos de seguridad y resiliencia, y que las políticas se revisen y actualicen regularmente para abordar amenazas y tecnologías en evolución.
La protección de infraestructura crítica (CIP) es un tema de creciente importancia en varios países, cada uno adoptando enfoques específicos en sus marcos regulatorios y políticas de apoyo. Las direcciones políticas están generalmente establecidas por agencias gubernamentales con aportaciones de las organizaciones que gestionan las infraestructuras críticas (CI). Los planes de protección incluyen la designación de CI, estrategias y apoyo para fortalecer capacidades. Los instrumentos de política se clasifican en enfoques regulatorios y políticas de apoyo. Los enfoques regulatorios implican la promulgación o revisión de leyes CIP y el establecimiento de marcos para que los ministerios apoyen a los sectores de CI. Las políticas de apoyo incluyen el desarrollo de directrices, la colocación de personal de ciberseguridad, el suministro de soporte tecnológico y la diseminación de información. Países como Corea, Alemania y Singapur han implementado evaluaciones de seguridad obligatorias y reportes para las entidades de CI, con posibles sanciones legales por incumplimiento. Estados Unidos y Japón mantienen enfoques sectoriales, con medidas tanto obligatorias como voluntarias dependiendo de la industria. Ejemplos específicos de marcos regulatorios incluyen el estándar NERC CIP para las compañías eléctricas de EE. UU. Las políticas de apoyo complementan las regulaciones e incluyen estándares, directrices, programas de desarrollo de capacidades, apoyo directo, asociaciones público-privadas e iniciativas de intercambio de información. Las directrices para la gestión de riesgos de ciberseguridad se desarrollan de manera colaborativa o por sectores específicos para tener en cuenta las diferencias en la conciencia y capacidades de ciberseguridad entre las entidades de CI. Este enfoque integral combina regulaciones con políticas de apoyo, creando un ecosistema robusto para la protección de infraestructuras críticas. En cuanto a las medidas de evaluación de riesgos de ciberseguridad y protección de infraestructura crítica, se observa que Corea utiliza un método de evaluación de riesgos integral que incluye evaluaciones basadas en listas de verificación para aspectos administrativos, físicos y técnicos de CI. Estas evaluaciones abarcan servidores, bases de datos, sistemas de seguridad, equipos de red, computadoras personales y sistemas de control. Las organizaciones gestoras de CI en Corea están obligadas a realizar inspecciones anuales basadas en rankings de criticidad. Se destaca la importancia de los estándares de ciberseguridad, como el NIST Cybersecurity Framework (CSF), para promover medidas de protección rentables. El NIST CSF consta de funciones centrales (identificar, proteger, detectar, responder y recuperar), niveles y perfiles, que ayudan a las entidades de CI a comprender y comunicar las consideraciones de ciberseguridad dentro de sus organizaciones. En algunos casos, las directrices CIP pueden adoptarse como una capa adicional a las regulaciones sectoriales. Por ejemplo, los centros de datos en Corea deben seguir las Directrices de Protección de Centros de Datos, mientras que las empresas de redes inteligentes y los operadores de infraestructura de mercados financieros tienen sus propias directrices específicas. También se subraya la importancia de los planes de respuesta y recuperación ante incidentes, como los planes de continuidad de negocio (BCP), planes de contingencia (CP) y planes de recuperación ante desastres (DRP). Singapur, por ejemplo, requiere que los operadores de CI creen planes de respuesta ante incidentes de ciberseguridad y planes de comunicación de crisis. Los gobiernos promueven el intercambio de información sobre amenazas cibernéticas a través de varios programas, leyes y directrices. Estados Unidos ha ampliado su programa de intercambio de información sobre amenazas cibernéticas mediante órdenes ejecutivas, mientras que Japón ha establecido un sistema para reportar incidentes y compartir información entre las entidades de CI. Las medidas de desarrollo de capacidades también son enfatizadas, con los gobiernos fomentando el refuerzo de la seguridad a nivel corporativo y designando departamentos específicos para manejar tareas de CIP. En general, este enfoque exhaustivo en la protección de infraestructura crítica incluye evaluación de riesgos, adopción de estándares, planificación de respuesta a incidentes, intercambio de información y desarrollo de capacidades, lo que es crucial para proteger las infraestructuras críticas en diversos sectores y países.
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