A medida que las organizaciones enfrentan una creciente incertidumbre económica, limitaciones de recursos, presiones ambientales y riesgos operacionales complejos, la observación terrestre (OT) ofrece una visión prácticamente inigualable. Con el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y el incremento de las temperaturas globales (2024 superó a 2023 como el año más caluroso registrado), el mundo se encuentra en un camino hacia eventos climáticos más extremos, como olas de calor, incendios forestales y sequías, que interrumpen las economías, devastan comunidades y agotan los recursos. El derretimiento de los casquetes polares y el aumento del nivel del mar amenazan a las ciudades costeras, mientras que los cambios en los patrones climáticos ponen en peligro los suministros de alimentos y agua para millones de personas. El costo de la inacción está aumentando, lo que obliga tanto a las empresas como a los gobiernos a mejorar la resiliencia y adaptarse rápidamente. En este contexto de crisis ambientales, sociales y económicas simultáneas, la necesidad de información precisa y receptiva sobre los sistemas físicos, biológicos, químicos y antropogénicos de la Tierra se vuelve fundamental. Con más de la mitad del PIB global dependiente de los recursos naturales hoy en día, comprender y predecir el riesgo con precisión no solo es importante para la planificación a largo plazo, sino también crítico para las operaciones comerciales actuales. Las organizaciones que aprovechen eficazmente las tecnologías ricas en información estarán en una posición privilegiada para desbloquear oportunidades previamente no consideradas, gestionar proactivamente los riesgos e impulsar el crecimiento sostenible.
La OT revela las capas e interdependencias en los sistemas complejos que otras fuentes de datos no logran expresar. Al capturar múltiples dimensiones, no solo sigue lo que ocurre, sino también exactamente dónde y cómo los eventos interactúan a través del tiempo y el espacio. Las percepciones espaciales ofrecen una vista de espectro completo de la realidad, proporcionando inteligencia procesable a una escala incomparable. A principios de 2024, el Foro Económico Mundial, en colaboración con Deloitte, el Media Lab del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) y un grupo de 50 líderes de la industria, la tecnología y el clima, estudió el futuro de las tecnologías de OT, así como el valor transformador económico y ambiental que pueden generar. Se estimó que la OT podría contribuir con 3,8 billones de dólares al PIB global de 2023 a 2030 y eliminar 2 gigatoneladas de emisiones de GEI cada año. Sin embargo, a pesar de este potencial y las innovaciones en OT que ocurren en el «lado de la oferta» del mercado, gran parte del valor sigue sin materializarse. La industria de la OT se encuentra en una encrucijada. A pesar de que los proveedores comerciales de OT siguen entrando y alterando el mercado, con un estimado del 90 % de los satélites de OT lanzados en 2023 siendo de propiedad comercial (un aumento respecto al 15 % en 2014), muchos usos de los datos de OT siguen centrados en aplicaciones tradicionales enfocadas en el sector público.
Para acelerar la adopción de tecnologías de OT en usos comerciales y públicos de alto valor, su propuesta de valor debe ser ilustrada de manera más sistemática en los contextos organizacionales, y las consideraciones de implementación desglosadas para que todos los líderes, y no solo los tecnólogos, se sientan seguros al dar pasos hacia la adopción. Este manual de OT, creado por el Foro Económico Mundial en colaboración con Deloitte, proporciona una guía práctica para adoptar la OT, delineando los tipos de problemas que más pueden beneficiarse de las soluciones de OT. Además, describe las consideraciones clave para implementar estas soluciones de manera efectiva, empoderando a los ejecutivos de toda la organización, desglosando los contextos técnicos para usuarios no técnicos, mientras ofrece a los usuarios técnicos una perspectiva más amplia del marco general en el que operan. Al final de este manual, los campeones de la OT estarán capacitados para articular claramente un caso de negocio convincente para la adopción de la OT e iniciar la implementación de una solución que genere un mayor valor económico y ambiental para las organizaciones, las personas y el planeta.
La capacidad colectiva de medir el entorno construido y los fenómenos naturales a través de la OT sigue aumentando en precisión y escala. Con miles de posibles aplicaciones, el valor potencial de estos datos es vasto y creciente; sin embargo, gran parte de este valor sigue sin realizarse, en gran parte debido a las bajas tasas de adopción. Algunas de las causas raíz de esta baja adopción comienzan a ser abordadas por un número creciente de actores en el ecosistema de la OT. Nuevos proveedores comerciales de OT proporcionan cada vez más fuentes de datos únicas que están dimensionadas adecuadamente para los contextos de organizaciones individuales, mientras que los proveedores tradicionales de OT gubernamentales de código abierto siguen mejorando la accesibilidad de sus conjuntos de datos más grandes. Sin embargo, este auge en la innovación del lado de la oferta, con los datos de OT siendo más fáciles de usar y más valiosos que nunca, no significa que la OT siempre sea la mejor solución para cada desafío que enfrenta una organización. Debido a las casi ilimitadas aplicaciones potenciales de la OT, los usuarios finales pueden obtener una ventaja competitiva al comprender dónde y cómo es más adecuada para proporcionar valor. Desbloquear el potencial de la OT requiere una alineación estratégica con los objetivos organizacionales, una identificación clara de aplicaciones de alto valor y un enfoque matizado para la implementación que vaya más allá de los marcos tradicionales de adopción tecnológica.
La OT puede ofrecer percepciones sobre una variedad de problemas organizacionales; sin embargo, donde está posicionada de manera única para generar valor a menudo depende de las dimensiones clave físicas y temporales del problema en cuestión. Es crucial comenzar identificando claramente el problema que la OT está posicionada para resolver y los beneficios de usar OT en comparación con, o como complemento de, soluciones alternativas. Estos problemas, generalmente agrupados en categorías de aplicación amplia, se enfocan en cuestiones estratégicas relacionadas con la comprensión de la dependencia de una organización tanto de los activos naturales como humanos. La OT destaca especialmente cuando se abordan áreas a gran escala, necesidades frecuentes de recolección de datos, problemas a nivel de ecosistema, análisis de tendencias a través de datos históricos e integración de datos espaciales con datos no espaciales. Una vez identificado un problema que la OT puede resolver mejor, es importante alinear ese problema con los objetivos estratégicos de la organización para construir un caso convincente para el retorno de inversión. Las iniciativas de OT deben ser posicionadas como prioridades organizacionales, en lugar de proyectos aislados. Una solución habilitada por OT a menudo genera valor cruzado para los portafolios de todo el equipo de liderazgo ejecutivo, desde la estrategia hasta las finanzas, la tecnología, las operaciones y la sostenibilidad. La integración efectiva de la OT requiere matices, especialmente cuando se evalúa la preparación técnica y la experiencia, se establece la gobernanza y se navega por el complejo ecosistema de OT de proveedores de datos, plataformas y herramientas.
El mejor enfoque para implementar la OT suele ser específico del contexto, y no existe una solución única. Las organizaciones deben determinar cuándo aprovechar los datos de código abierto, cuándo asociarse con proveedores comerciales y cómo combinar los conocimientos de OT con datos propietarios para generar inteligencia procesable. La observación terrestre se refiere a la recolección de información sobre fenómenos naturales y actividades humanas en la Tierra, cubriendo los sistemas físicos, químicos, biológicos y antropogénicos (humanos). Los datos de OT se capturan a través de un ecosistema creciente de sensores, utilizando tanto tecnologías de teledetección como fuentes de datos «in situ». La teledetección implica detectar y monitorear un área u objeto mediante la medición de sus propiedades físicas a distancia, adquiriendo datos a través de plataformas aéreas y espaciales, como satélites, aviones tripulados, estaciones de plataformas de gran altitud y drones. Los datos in situ se recogen a través de dispositivos habilitados con GPS, sensores de Internet de las Cosas (IoT) y una variedad de mediciones operadas por humanos, automatizadas y crowdsourcing. Estas fuentes de datos alimentan la cadena de valor de OT.
Los datos adquiridos tanto de fuentes de teledetección como de fuentes in situ se procesan para corregir distorsiones y enriquecer la información. Luego se emplean técnicas analíticas avanzadas para extraer percepciones procesables de los datos procesados y se difunden a través de plataformas especializadas de OT. El «lado de la oferta» de la cadena de valor de OT, compuesto por proveedores de adquisición de datos, procesamiento y análisis, tiene como objetivo facilitar el acceso a las percepciones de OT para los usuarios finales. El lado de la demanda lo constituyen los usuarios finales en sectores como la agricultura, los servicios financieros y las empresas de energía. En el lado de la oferta de la cadena de valor, surgen varios modelos de negocio. Algunos proveedores de OT poseen y operan sus propios satélites, buscando vender los datos generados. Otros crean plataformas o herramientas propietarias que generan percepciones utilizando datos disponibles públicamente o datos comprados a otros proveedores de OT. Otros están completamente integrados y proporcionan una suite completa de capacidades, desde los datos hasta las herramientas y el análisis. Cada vez más, las capacidades de OT están evolucionando para proporcionar percepciones a lo largo de toda la organización; sin embargo, los usuarios finales potenciales deben seguir siendo diligentes al identificar cómo la OT puede generar valor para sus contextos específicos y seguir un enfoque adecuado para su implementación.
La OT es un activo estratégico para las organizaciones, transformando los datos espaciales en percepciones procesables para abordar desafíos complejos. A medida que aumentan las incertidumbres económicas, las presiones ambientales y las limitaciones de recursos, la OT ofrece una ventaja única: ilumina patrones y dependencias que informan la toma de decisiones. Gracias a sus diversas aplicaciones en la industria, la OT también presenta un caso de negocio convincente, fortaleciendo la resiliencia, impulsando la eficiencia operativa y descubriendo nuevas oportunidades de crecimiento. Para obtener más información sobre cómo implementar la OT en casos de uso específicos, la Biblioteca de Casos de Uso de Observación Terrestre del Foro Económico Mundial puede ser un recurso útil y proporcionar más detalles sobre las fuentes de datos, el valor esperado y otras consideraciones técnicas para aplicaciones específicas de datos de OT. A medida que las tecnologías de OT evolucionan, también deben evolucionar los enfoques de las organizaciones. El camino a seguir requiere no solo la capacidad de extraer valor de la OT, sino también la capacidad de mantenerse ágil y adaptativo, monitoreando continuamente los avances tecnológicos, evaluando nuevas fuentes de datos y asegurando que la OT siga alineada con las necesidades comerciales cambiantes y los desafíos externos.
Para leer más ingrese a:
https://www.weforum.org/publications/the-executive-s-playbook-on-earth-observation/
https://reports.weforum.org/docs/WEF_The_Executive’s_Playbook_on_Earth_Observation.pdf