Este documento expone el marco estratégico para la participación del Grupo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en el ámbito de la inteligencia artificial (IA) en América Latina y el Caribe (ALC). El BID reconoce la IA como un posible catalizador del desarrollo y el crecimiento económico, y busca respaldar la innovación y su adopción responsable en los sectores público y privado. De acuerdo con su estrategia institucional Transforming for Scale and Impact, la institución puede maximizar el impacto de su labor mediante el aprovechamiento de las nuevas tecnologías. La IA posee el potencial de impulsar la productividad y el crecimiento económico sostenible. Al igual que los avances tecnológicos previos, su impacto dependerá de la profundidad de su uso y la amplitud de su adopción. Su aplicación permite optimizar la toma de decisiones, automatizar total o parcialmente tareas y procesos, y facilitar nuevos modelos de producción tanto en el sector público como en el privado. Además, puede acelerar el crecimiento de la productividad al potenciar la generación de ideas e hipótesis para el desarrollo de nuevos productos y tecnologías.
Dado el estado incipiente de desarrollo de esta tecnología, los próximos años representan una oportunidad para que ALC la aproveche como un medio para avanzar tecnológicamente. En este sentido, resulta urgente la implementación de políticas públicas que favorezcan un entorno adecuado para su adopción rápida y responsable, con el fin de promover un crecimiento económico sostenible. Asimismo, la IA puede acelerar el desarrollo de tecnologías de energía limpia y contribuir a la lucha contra el cambio climático. Su capacidad para optimizar el consumo de energía, mejorar la producción agrícola y perfeccionar la planificación urbana permite reducir emisiones y fomentar la sostenibilidad. Del mismo modo, su aplicación puede contribuir a la reducción de la pobreza al mejorar el acceso a la educación, la atención médica y los servicios financieros en comunidades desatendidas, promoviendo la inclusión económica.
El análisis basado en IA puede fortalecer la toma de decisiones en áreas como la gestión de cadenas de suministro y la reducción del riesgo de desastres. Además, tiene el potencial de transformar el sector público, apoyando todas las etapas del ciclo de políticas y mejorando la prestación de servicios para hacerlos más eficientes y accesibles. Por ejemplo, su aplicación en el ámbito sanitario puede permitir un enfoque más predictivo y personalizado en la atención médica, mejorar los resultados educativos mediante el aprendizaje adaptativo, facilitar la inserción laboral y las transiciones profesionales, optimizar la seguridad y eficiencia en el transporte, reducir pérdidas en la provisión de agua y energía, acelerar la transición hacia fuentes de energía más limpias, ampliar el acceso a servicios financieros y mejorar la asignación de recursos policiales para la reducción del crimen. Para maximizar los beneficios de la IA y mitigar sus riesgos, resulta fundamental la implementación de políticas adecuadas. La desigual distribución de recursos entre y dentro de los países de ALC podría ocasionar que la expansión de esta tecnología incremente la desigualdad. Mientras que las empresas con alto desempeño y las personas altamente capacitadas tienen mayores probabilidades de beneficiarse de la IA, otros sectores corren el riesgo de quedar rezagados, lo que ampliaría la brecha entre empresas y entre individuos.
Las políticas diseñadas para este propósito deben fortalecer las capacidades en IA, permitiendo que los países de la región mantengan el ritmo de los avances globales y garantizando que tanto empresas como personas con recursos limitados puedan adoptar y beneficiarse de estas tecnologías. Adicionalmente, la implementación de la IA conlleva riesgos como el uso poco ético de datos, la amplificación de sesgos sociales o la creación de barreras de entrada que disminuyen la competencia. No abordar estos riesgos podría derivar en problemas significativos, como lo demuestra el incremento de incidentes relacionados con IA reportados por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). A través de políticas adecuadas, es posible mitigar estos riesgos mediante la promoción de la inclusión digital de ciudadanos y empresas, la protección de la privacidad de datos y la reducción de sesgos en los algoritmos de IA. El enfoque del BID en relación con la IA se sustenta en tres pilares interdependientes: instituciones y gobernanza, datos e infraestructura, y personas. Estos pilares tienen como objetivo impulsar la innovación en IA y propiciar su adopción rápida y responsable en los sectores público y privado de la región. Gracias a su capacidad única para colaborar directamente con los gobiernos en la formulación de políticas públicas, invertir en proyectos privados y vincularse con ecosistemas de startups, el BID se encuentra en una posición estratégica para crear condiciones favorables adaptadas a las particularidades de cada país.
Esta estrategia pone énfasis en la construcción de marcos de gobernanza sólidos que garanticen un uso ético de la IA, el fortalecimiento de la infraestructura digital y el desarrollo de tecnologías destinadas a la recopilación, gestión y uso compartido de datos para potenciar aplicaciones de IA. También busca formar una fuerza laboral capacitada para aprovechar estas tecnologías. El BID promoverá una agenda de investigación enfocada en tres áreas clave: impacto, obstáculos y gobernanza. Estas áreas abordarán vacíos de conocimiento específicos de la región que dificultan la toma de decisiones informadas. La agenda propuesta fortalecerá la capacidad del BID para asistir a los responsables de políticas, empresas y otros actores en el desarrollo de estrategias basadas en evidencia y adaptadas a los distintos contextos de la región. Además, la institución expandirá la iniciativa fAIrLAC, una plataforma orientada a la promoción de un uso justo y ético de la IA, convirtiéndola en un mecanismo de coordinación a nivel del Grupo BID (fAIrLAC+). Esta iniciativa aprovechará el conocimiento interno del Banco para fomentar la colaboración intersectorial y ofrecer el mejor soporte técnico posible en la implementación de estrategias, regulaciones y soluciones de IA en la región. El BID continuará contribuyendo al desarrollo global de marcos responsables y éticos para la IA, adaptando las mejores prácticas internacionales a los países de ALC y combinando la experiencia global con las necesidades locales.
La IA tiene el potencial de impulsar el crecimiento y consolidarse como una tecnología de propósito general (General Purpose Technology, GPT, por sus siglas en inglés). Su rápida evolución podría transformar economías y sociedades, de manera similar a innovaciones previas como la energía de vapor, los ferrocarriles, la electricidad y las computadoras personales. Así como la electricidad cambió fundamentalmente la operación de las organizaciones y propició la creación de nuevos sectores, la IA posee la capacidad de transformar industrias y generar riqueza significativa. Su impacto proviene de su capacidad para habilitar nuevos marcos organizativos más productivos, especialmente en actividades altamente predecibles. A diferencia de tecnologías anteriores, que principalmente mejoraron el trabajo físico, la IA tiene el potencial de incrementar las capacidades cognitivas humanas, reconfigurando ocupaciones y tareas. Esto influirá no solo en la productividad, sino también en las estructuras económicas, los modelos de negocio y la distribución de la riqueza y las oportunidades. Para desarrollar y aplicar IA de manera efectiva, se requieren tres elementos clave: datos, capacidad computacional y capital humano especializado. El desarrollo de IA implica el diseño de algoritmos avanzados, su entrenamiento con grandes volúmenes de datos y la aplicación de conocimientos especializados para garantizar su relevancia y eficacia.
Finalmente, la adopción de la IA en ALC representa una oportunidad única para acelerar el desarrollo económico, social y tecnológico. Mediante estrategias ambiciosas y flexibles, la región podría evitar caminos tradicionales de desarrollo y avanzar a un ritmo más acelerado del que habría sido posible con tecnologías anteriores. No obstante, estos beneficios no son automáticos. Para aprovechar estas oportunidades, la región debe invertir en el desarrollo de capacidades que permitan una adopción amplia y rápida de la IA. Sin estas capacidades, existe el riesgo de rezago, lo que incrementaría la brecha de ingresos y desarrollo entre ALC y las economías de altos ingresos. El BID seguirá promoviendo estrategias que maximicen los beneficios de la IA en la región, ayudando a los países a cerrar brechas tecnológicas, mejorar la productividad y asegurar que el impacto de la IA se distribuya de manera equitativa en toda la sociedad.
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https://publications.iadb.org/en/artificial-intelligence-framework-inter-american-development-group