En el mundo de la energía y el clima, todo el mundo tiene una opinión sobre el papel de la industria del petróleo y el gas en la transición hacia las emisiones netas cero. Para algunos, la conclusión es inequívoca. La industria del petróleo y el gas es un obstáculo para el cambio, por lo que el éxito de las transiciones exige relegar a las empresas petroleras y gasísticas a la historia. Para otros, las capacidades y el capital que posee la industria pueden ser instrumentos de cambio, potencialmente importantes. Las perspectivas sobre esta cuestión se complican por el tamaño y la diversidad de la propia industria. Hay muchas empresas diferentes dedicadas al petróleo y al gas, desde pequeñas empresas independientes a enormes compañías petroleras nacionales, desde proveedores de tecnología a operadores del mercado. Y hay muchas posturas diferentes en la industria sobre las transiciones energéticas, desde la oposición rotunda hasta la aceptación testaruda y, en algunos casos, la búsqueda activa de nuevas oportunidades. Desde 2020, se han producido importantes cambios en el sector energético mundial, a medida que el mundo ha tenido que hacer frente a la agitación de la pandemia del Covid-19 y a la crisis energética mundial, y a medida que un número cada vez mayor de gobiernos han aumentado sus ambiciones climáticas y han puesto en marcha importantes iniciativas políticas para acelerar las transiciones hacia energías limpias. Como resultado, se ha producido un aumento del 40% en la inversión en energías limpias y un impulso impresionante en tecnologías clave como la solar fotovoltaica, la eólica y los vehículos eléctricos. Esto significa que, por primera vez, se prevén picos de demanda de todos los combustibles fósiles antes de 2030, según las políticas actuales. Estas políticas aún no son lo suficientemente sólidas como para provocar descensos pronunciados de la demanda al otro lado de los picos. Sin embargo, si los gobiernos cumplen plenamente sus compromisos nacionales en materia de energía y clima, y más aún si consiguen que el mundo se sitúe en la estrecha senda de limitar el calentamiento global a 1,5 °C, las consecuencias para la industria del petróleo y el gas serán profundas.
Este informe demuestra que la industria puede y debe hacer mucho más para responder a la amenaza del cambio climático. Independientemente del camino que siga el mundo, los impactos climáticos serán más visibles y graves en los próximos años, lo que aumentará la presión sobre todos los elementos de la sociedad para encontrar soluciones. Por tanto, la industria se enfrenta a una elección -la hora de la verdad- sobre su compromiso con las transiciones hacia energías limpias. Hasta ahora, su compromiso ha sido mínimo: menos del 1% de la inversión mundial en energías limpias procede de empresas de petróleo y gas. Pero no hay ningún sector de la industria que no se vea afectado por la transición a la energía neta cero. Todas las partes de la industria tienen que responder. La verdad incómoda que la industria tiene que aceptar es que el éxito de las transiciones hacia las energías limpias requiere una demanda mucho menor de petróleo y gas, lo que significa reducir las operaciones de petróleo y gas con el tiempo, no ampliarlas. No hay forma de evitarlo. Así que, aunque todos los productores de petróleo y gas tienen que reducir las emisiones de sus propias operaciones, incluidas las fugas de metano y la quema en antorcha, nuestro llamamiento a la acción es mucho más amplio. Para escapar de los estrechos muros de los negocios basados en combustibles tradicionales, los productores tienen que abrazar la economía de las energías limpias. Este informe explora cómo son estas oportunidades, tanto para las empresas como para las economías que dependen en gran medida de los ingresos del petróleo y el gas. Y teniendo en cuenta todo lo anterior, el informe explica claramente lo que significa realmente para los productores alinearse con el Acuerdo de París y con el objetivo de los 1,5 °C. Aunque no existe un plan único para el cambio, hay un elemento que puede y debe estar presente en todas las estrategias de transición de las empresas: reducir las emisiones de las propias operaciones de la industria. En la actualidad, menos de la mitad de la producción mundial de petróleo y gas procede de empresas que tienen objetivos de reducción de emisiones. Se necesita una coalición mucho más amplia -con objetivos mucho más ambiciosos- para lograr reducciones significativas en toda la industria del petróleo y el gas. La producción, el transporte y el procesamiento de petróleo y gas generan algo menos del 15% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero relacionadas con la energía. Se trata de una cantidad enorme, equivalente a todas las emisiones de gases de efecto invernadero relacionadas con la energía de Estados Unidos.
El siguiente informe aborda el papel fundamental que desempeña la industria del petróleo y el gas en la transición hacia una economía con emisiones netas de carbono. Este documento detalla cómo el sector energético, específicamente el petróleo y el gas, enfrenta desafíos significativos y oportunidades en el contexto de la reducción de emisiones y el objetivo global de alcanzar la neutralidad de carbono. Asimismo, el informe resalta la importancia de la colaboración entre gobiernos, empresas y la sociedad civil para lograr una transición efectiva hacia una economía con emisiones netas de carbono. Se hace hincapié en la necesidad de políticas sólidas que fomenten la inversión en energías renovables, así como en tecnologías y prácticas más sostenibles dentro de la industria del petróleo y el gas. Además, el informe identifica oportunidades significativas para la diversificación de la cartera energética, destacando la importancia de la investigación y el desarrollo de tecnologías limpias y alternativas. Se discuten estrategias para impulsar la eficiencia energética, reducir las emisiones y explorar nuevas fuentes de energía que puedan coexistir con el objetivo de alcanzar emisiones netas cero. En resumen, subraya la necesidad de un enfoque integral y coordinado para abordar los desafíos ambientales y climáticos, mientras se reconoce el papel actual y futuro de la industria del petróleo y el gas en el camino hacia un futuro energético más sostenible.
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https://www.iea.org/reports/the-oil-and-gas-industry-in-net-zero-transitions